Imagen: http://www.nationalparks.nsw.gov.au/

Este parque nacional está administrado por sus aborígenes y es un éxito mundial

El Parque Nacional de Arakwal en Australia es gobernado tanto por sus aborígenes tradicionales, como por las autoridades locales: un ejemplo de cómo conservar la cultura de un lugar y al mismo tiempo, sacarle provecho turístico.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2014-12-05 | 07:00
Tags | australia, Parque Nacional de Arakwal, aborígenes, nativos, tierras, turismo, parques, naturaleza, administración

En una día cualquier en el Parque Nacional de Arakwal es normal ver a los aborígenes de la zona haciendo diferentes ceremonias frente a los turistas que visitan este refugio natural de Australia cercano al turístico Cape Byron.

Muchos de ellos, incluso, son ovacionados por los curiosos visitantes que llegan todos los años a este lugar de más de 2 kilómetros de playa y bosque, que alberga a miles de diferentes especies. Esos mismos aborígenes, que caminan en taparrabos y hablan de la cultura de la que provienen, cambian después sus ropas y se encargan de las diferentes labores diarias para el buen manejo del refugio.

De "fauna nativa" a administradores

Sin embargo, esta situación no siempre fue así. A pesar de que los Arakwal se establecieron en esa zona al norte de Sydney desde épocas milenarias, la colonización europea se encargó de reclamar esas tierras que proclamaron "de nadie" e intentaron desplazar a los aborígenes de ese lugar. Durante todo el siglo XX no lo tuvieron nada de fácil.

Sólo desde 1967, los Arakwal comenzaron a ser considerados parte de la población. Antes de eso, ni siquiera eran considerados en el censo. Los indígenas, que ahora tienen más de 47 años, nacieron prácticamente como parte de la fauna de Australia, por lo que tenían los mismo derechos que un koala o una tortuga. Pero los Arakwal vivieron durante milenios en la región del Cabo Byron hasta que fueron expulsados por los europeos.

Hoy, afortunadamente, todo es muy diferente. El Parque Nacional Arakwal es el primer parque australiano gobernado tanto como el gobierno como por los dueños tradicionales de la tierra. Los arakwal pasaron de ser considerados fauna indeseable a ser dueños y guardianes de sus más de tres kilómetros de playa rodeados de bosques y miles de distintas especies.

En 2001 se llegó a un acuerdo histórico entre la comunidad aborigen y el gobierno y ese esfuerzo trae los resultados que hoy llevan a miles de turistas a llegar a sus playas. Más de 65 aborígenes voluntarios y también pagados se encargan diariamente de informar a los turistas sobre la importancia de los valores naturales y culturales de su tierra. La temática, junto con las preciosas vistas, por supuesto que han cautivado a muchos de sus visitantes.

“Tenemos muchos turistas y queremos más. Cuantos más vengan, más gente entenderá lo que significa un parque nacional”, aseguró una de las responsables del parque, Sue Walker.

Y por eso el santuario natural es considerado una rareza en el mundo, según el diario El País. Esto porque  el 75% de las más de 200.000 áreas protegidas del planeta se consideran mal gestionadas. También está dentro de la Lista Verde, un sello de excelencia recién creado por la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN) que distingue y premia a la elite en la protección al Medio Ambiente. El Parque Nacional de Arakwal logró entrar en este listado.

Es que estas áreas protegidas demuestran estar bien planificadas, cumplir con los objetivos de conservación y estar preparadas para evitar incendios y especies invasoras. Pero en lo que más destaca y sobresale, es en la equidad en la que es gobernada. En el Parque Nacional Arakwal, las decisiones se toman por consenso entre los aborígenes y el Servicio de Parques Nacionales de Nueva Gales del Sur.

Es que con ese acuerdo ambas comunidades salen ganando. Por un lado, los habitantes tradicionales de la tierra pueden recuperar la conexión que tienen (y por la que tanto han luchado) con sus lugares sagrados, accediendo incluso a puestos de trabajo. Por otro lado, las autoridades han ganado conocimiento sobre los diferentes ecosistemas locales y las formas en las que durante miles de años han sido gestionados.

"Esta área protegida gestionada conjuntamente recibe 1,2 millones de visitantes al año y es económicamente autosuficiente a través de los ingresos del turismo, lo cual es un logro increíble”, aseguró sobre el tema el Ministro del Medio Ambiente de ese país, Rob Stokes.

El ejemplo de este parque junto con la Lista Verde sirve de inspiración para que otros países entren en ella y se sometan voluntariamente a sus estrictos exámenes de calidad. Rusia, México, Perú, Ecuador, Croacia y Nepal ya se comprometieron.

¿Crees que los aborígenes de las tierras deban estar involucrados en su administración?