Imagen: SHIMIZU CORPORATION

Así es la tecno-utópica ciudad submarina que planea construir Japón

Viviendas, oficinas y hasta un hotel contiene el proyecto de la japonesa Shimizu Corp que busca ser una alternativa para los problemas de falta de terrenos, producción de alimentos, consumo de agua y energía que prevén afectará a la tierra.

Por Antonia Laborde @antonialaborde | 2015-01-14 | 08:23
Tags | Ciudad submarina, Japón, Shimizu Corp, tierra, escasez, alimento, agua, energía, minerales

Ya en 1989 escuchamos a Sebastián, de forma seria y responsable, advertirle a Ariel que el mar era un mejor lugar para vivir que la tierra.

"Ariel, escúchame. Ese mundo está muy mal.
La vida bajo el mar es mucho mejor que el mundo allá arriba.
Tú crees que en otros lagos las algas más verdes son
Y sueñas con ir arriba, ¡qué gran equivocación!
¿No ves que tu propio mundo no tiene comparación?
¿Qué puede haber allá fuera que causa tal emoción?"

Si no saben quiénes son, me refiero a los consejos que le dio el Cangrejo a la Sirenita cuando esta quería tener piernas para poder vivir con los seres humanos.

La compañía japonesa  Shimizu Corporation, está de acuerdo con el mensaje de Sebastián y quiere construir la primera cuidad submarina en la historia de la humanidad. Y va con todo. 

La ciudadela que imaginan tendría forma de esfera flotante de 500 metros de diámetro llamada "Jardín Azul". En su interior habría una torre de 75 pisos donde se podrán albergar 5.000 personas en las futuras 1.150 viviendas disponibles; además habrían 50 mil metros cuadrados de oficinas y un hotel de 400 habitaciones. Para alimentar a la población, se “cultivarían” peces al fondo de la esfera (no habrá escasez de sushi), en una verdadera pecera gigante; en cuanto al agua potable, se obtendría mediante desalinización por osmosis reversa, aprovechando las diferencias de presión entre la diferentes profundidades.

Debajo de la esfera habría un tubo espiral que de 15 kilómetros de largo que bajaría hacia el lecho marino a unos 4 kilómetros de profundidad, para sacar agua helada y subirla hasta una planta energética cerca de la superficie, donde el agua es más tibia. La diferencia de temperaturas generaría energía térmica. También se usaría el tubo espiral para bombear gases invernadero bajo el fondo marino para que se transforme en metano por acción de los microorganismos, y para el transporte de otros materiales y humanos. 

La esfera se mantendría en posición gracias a tensores anclados al lecho marino, y utilizaría lastres (3 enormes esferas bajo la estructura principal) con arena y aire para regular la profundidad de la esfera. Ante un tifón, la esfera podría desceder unos metros bajo el mar, mientras que para recibir mantención, podría salir a flote casi totalmente.

Shimizu Corporation

Shimizu Corporation

Shimizu Corporation

Shimizu Corporation

La apuesta del equipo japonés puede sonar fantasiosa, pero ellos la consideran posible y de hecho están trabajando con científicos e ingenieros de diversas universidades y agencias del gobierno, a la espera de conseguir los 26 mil millones de dólares que, estiman, costaría el proyecto.

¿Para qué?

Ahora, una cosa es que sea posible, pero otra es que sea útil o necesario. ¿Por qué hacerlo? Según sus autores, el mar cuenta con cuatro beneficios fundamentales que en la tierra nos quitan el sueño y nos llenan de gases invernadero:

  1. Comida: Potencial ilimitado de pesca o cría de peces.
  2. Energía: Se puede convertir energía térmica del océano utilizando la diferencia de temperatura entre las profundidades y la superficie del agua. Adicionalmente, se puede aprovechar el CO2 utilizando microorganismos subacuáticos para producir metano y convertirlo en energía, al mismo tiempo que reduce el CO2. Si no entendió la segunda, diga que le gusta más la primera alternativa.
  3. Agua: Volumen ilimitado de agua fresca utilizando métodos de desalinización ya existentes.
  4. Recursos: Minerales de tierras y metales presentes en el mar y la generación y mantenimiento de recursos provenientes del agua y el suelo submarino.

Súmele a eso que 70% del planeta está cubierto de agua y que, por lo tanto, habitar los océanos reduciría la presión sobre el hábitat terrestre, y que gran parte del océano profundo permanece inexplorado e inexplotado, y tendrá suficientes razones para intentar la hazaña. Y bueno, siempre está la razón más humana de todas: "porque nadie lo ha hecho".

No todo es color verde agua

Aparte de la hazaña que es conseguirse 25 mil millones de dólares, que Shimizu Corp dice ya tener hablado con la industria privada y el gobierno japonés a través de la asesoría de la Universidad de Tokio, también están los problemas de logística.

La construcción de la esfera requiere hojas de acrílico transparente triangulares que deben ser de 50 metros de largo y tres metros de espesor para soportar la presión del agua, además de las costillas de plástico reforzadas con fibra de vidrio integradas a una estructura gigantesca de hormigón. Todo lo cual debe montarse en el mar, según planean, construyéndolo con una gigantesca impresora 3D. Pero por muy pesado que suene el trabajo, cuentan con el apoyo de la Agencia Japonesa de Ciencias Marinas y Tecnología (JAMSTEC) y ellos, de prolijidad, saben. 

El sitio de Shimizu ofrece detalles de todos los planes de construcción y demás detalles del proyecto. Revísalo aquí.

La marea sube, la tierra se calienta, los mariscos son ricos, todo tiene un poco de sentido. Respetos a el Cangrejo que lo vio venir, cuando todos estábamos distraídos en si la Sirenita aprendería de una vez que los tenedores no eran para peinarse.

¿Crees que esta ciudad se haga realidad (en este siglo)?