Todo empezó hace seis años con un boicot de un grupo de jóvenes en Ohio, Estados Unidos, que hastiados por los altos precios de los combustibles, comenzaron a rechazar el uso del auto y usar sus bicicletas para asistir al colegio todos los días.
Pero una tienda de bicicletas, Century Cycles, con distintas sucursales a lo largo de Ohio, junto con otros auspiciadores, decidieron aprovechar esta idea y convertirlo en un evento regular, durante tres semanas. Los organizadores tomaron la protesta como una señal de que los niños y jóvenes podrían ser motivados a usar sus bicicletas de manera más regular y no sólo por circunstancias específicas como una protesta.
Por eso, desde entonces, en el mes de mayo tres pueblos del Noroeste de Ohio apuestan por ser la capital del Bike to School Challenge ("Desafío pedalea al colegio") de Estados Unidos. Durante tres semanas se instaura un desafío, que mediante distintos estímulos, invita a los jóvenes a ir al colegio en sus bicicletas, durante la mayor cantidad de días que puedan.
El evento ha probado ser muy popular. Todo esto a pesar de que no son grandes premios. Desde poleras, hasta helados, tickets para jugar Bowling, membresías para distintas cosas, giftcards y bicicletas. Todos bajo el lema: "Mientras más andas, más ganas". Cada vez que un estudiante va al colegio en bicicleta, se le timbra un cartón que lleva la cuenta de cuántas veces asiste al colegio de esa manera.
El año pasado, al final de las tres semanas en que duró el evento, que atrajo la atención de la prensa, los organizadores estimaron que 4.000 niños anduvieron más de 83.000 kilómetros, quemando así 885.428 calorías, y evitando echar al aire 25.987 kilos de dióxido de carbono al aire. Se estima también que se ahorró US$8.718,75 en más de 8.800 litros de gasolina.
Aunque aún no hay cifras de los resultados de este año, sólo el primer día había un aumento del 33% comparado con el 2012.
El director del colegio Bay Middle School, Sean McAndrews, aseguró a The Atlantic que la medida tiene múltiples beneficios para sus estudiantes. "Los estudios muestran que el ejercicio en la mañana ayuda a los niños a concentrarse más", dijo. "Creo que es genial que salgan un poco de sus sillones y video juegos", aseguró. Estima, que durante el desafío, el 75% de los 820 estudiantes entre quinto y octavo grado llegaron esos días al colegio en bicicleta y que la reja de metal que rodea al campo de fútbol del colegio se convirtió en un enorme estacionamiento de bicicletas.
Y no termina sólo ahí, asegura, ya que los niños también han comenzado a asociar la bicicleta, con libertad. "Ven que la bicicleta es la manera de movilizarse", aseguró, explicando que no necesitan depender de sus padres o del transporte público para hacer sus actividades, "les da un sentido de independencia", explica.
Y es ahí donde radica la real importancia del evento: Ha comenzado a cambiar la percepción y los hábitos de toda la comunidad del pequeño pueblo, incluidos los padres. Aunque algunos estuvieron inicialmente recelosos de dejar a sus pequeños pedalear a sus escuelas (situación que también ocurre en Chile), el énfasis de los organizadores en la seguridad y el apoyo de la administración municipal para crear zonas seguras terminó por vencer la resistencia de los apoderados, que terminaron sumándose a la iniciativa. "Realmente ha cambiado la mentalidad de nuestra comunidad", dice Scott Cowan, dueño de Century Cycles, "Ves a toneladas de padres pedaleando a la piscina o el parque. Realmente ha cambiado. Es impresionante".
Ahora, Century Cycles planea desarrollar una plantilla para que otras comunidades repliquen la idea. Entre tanto, el sitio Bicycling escribió una lista de factores a tener en cuenta para realizar uno de estos eventos con éxito. Aquí los más relevantes:
¿Crees que esta idea funcionaría en Chile?