Turismo alternativo: las opciones a las "atracciones imprescindibles"
En las fotos se ven increíbles, pero si al llegar al lugar, lo encuentras plagado de turistas, el tamaño es mucho más pequeño de lo que imaginabas y al lado hay un centro comercial, la magia se pierde. Mejor, una opción menos famosa, pero tanto o más impactante.
Si te lo dicen las guías turísticas, tiene que ser bueno. ¿Verdadero o falso? Depende. Fome la respuesta, pero así es. Si te recomiendan conocer el Empire State Building de Nueva York, no es una gran idea subir hasta su último piso y ver la vista, ya que el edificio desaparece del paisaje. A veces es mejor leer los blogs de los viajeros, preguntarle a ese lejano familiar que vivió unos años en el país que visitarás o simplemente leer esta nota de El Definido, con los datos de atracciones alternativas para apreciar de la mejor forma los íconos de las ciudades turísticas (u otros muy parecidos), basados en una selección hecha por la revista norteamericana Business Insider.
Empire State Building
No era broma lo del Empire State. La mejor forma de apreciar Nueva York desde las alturas, con el edificio característico incluido en la panorámica, es subir al mucho menos conocido Top of The Rock en 30 Rockefeller Plaza, New York. No tienes las filas que convoca el otro edificio, no es tan caro y ganarás tiempo para recorrer otras cosas, algo que viajando, es uno de los recursos más preciados.
Imagen: Business Insider
Pompeya
En vez de las ruinas de Pompeya, visita la desconocida y antiquísima ciudad romana de Herculano. Ambas fueron cubiertas de cenizas, lava y lluvia, tras la erupción del Vesubio en el año 79 d.C. y las dos recibieron el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Sin embargo, Pompeya se ha vuelto tan popular e "imperdible", que el viaje al pasado que te evoca la ciudad, no se logra entre tanto turista. Además, muchos de los frescos los han quitado para mostrarlos en museos de todo el mundo. Por su parte, Herculano aún mantiene su identidad en los muros y conserva muchos más objetos tras la erupción que Pompeya.
Imagen: Business Insider
El Paseo de la Fama
No camines por donde caminaron los famosos en Hollywood, anda a donde se pasan los ratos libres. Caminar por el paseo de la Fama es un clásico para quienes visitan esta zona de Los Angeles, pero en realidad es una calle llena de gente, con tiendas cuya mayor gracia es vender mini estatuas de los Oscar y poster de famosos. Por eso, si tu cuento es estar cerca de las grandes personalidades del cine, debes ir a donde pasan el tiempo, como el teatro Beacher's Madhouse, el restaurante Nobu o el Staples Center(pide un vaso de agua para que no te salga muy caro). También puedes ir al Runyon Canyon, donde muchas celebridades pasean a sus mascotas.
Imagen: Business Insider
Las pirámides
Lo más conocido no es siempre lo mejor. Eso pasa en Egipto con las pirámides de Guiza, la más antigua de las siete maravillas del mundo. No solo la cantidad de gente visitándola lo vuelve un panorama tedioso, sino que El Cairo y sus construcciones modernas hacen que muchos turistas se decepcionen de la visita. Mejores son las pirámides de Dahshur, un lugar relativamente aislado al sur de Guiza. Sus pirámides son casi igual de impactantes, tienen mucha historia y está el valor agregado de que poca gente se aventura a ir.
Imagen: Business Insider
Stonehenge
En Inglaterra puedes encontrar el monumento megalítico de Stonenhenge. Sin lugar a dudas es impresionante, pero también hay otro monumentos de piedras levantadas, que figuran desde el casi 3.000 años antes de Cristo, llamadas las Piedras de Callanish, ubicadas en Escocia. En estas, te puedes acercar mucho más que a la atracción más conocida y no tienes las hordas de turistas de la atracción inglesa.
Imagen: Business Insider
El Louvre
Un museo igual de valioso pero no abrumador. Eso pasa entre el Louvre de París versus el Musée d'Orsay. Es cambiar la Mona Lisa rodeada de gente, con su pequeño tamaño donde no es fácil apreciar el arte desde lejos, por una muestra de Van Gogh o un Cézanne. Además, el Louvre compite con la historia de la estación de trenes que fue el Musée d'Orsay en un comienzo. Y si es por la pirámide de vidrio, te puedes sacar la foto afuera.
Imagen: Business Insider
Cervecería Guinness de Dublin
Un tour por la fábrica de cerveza Guinness en Dublin o pasar la noche bebiendo en un auténtico pub de la ciudad. En la primera alternativa, por muy atractiva que parezca, no podrás beber mucho y por sobre todo, no te harás una idea del verdadero Dublín entre tanto extranjero. La gracia está en saltarte el tour y llegar directamente a tomarte una Guinness a un pub cercano como The Brazen Head, el pub más antiguo de la capital de Irlanda.
Imagen: Business Insider
Monte Rushmore
En Dakota del Sur está el monumento Nacional Monte Rushmore, con los rostros tallados de cuatro presidentes de Estados Unidos. La imagen es potente y también melancólica para los que se acuerdan de Ricky Ricón y los momentos de tensión que se vivieron en su propio monumento, pero la verdad es que cuando estás ahí, poco se aprecia el arte de los 400 trabajadores. Es que ver 18 metros hacia arriba no te hace una idea tan exacta de lo que ves. Mejor es agarrar el auto y recorrer el Parque Nacional Badlands de Dakota del Sur, que es otra obra de arte rocosa, pero natural y llena de vida salvaje.
Imagen: Business Insider
Fontana di Trevi
Una vez más, esta atracción italiana está plagada de turistas que impiden apreciar su belleza. Luego de aburrirte de intentar tomar fotos ahí, trasládate a la Piazza Navona, que cuenta con una hermosa fuente con esculturas de Bernini.
Imagen: Business Insider
Para ver las alternativas a las ruinas de Atenas, la sirenita de Copenhague, o Times Square, te invitamos a revisar el artículo original.
