Imagen: forcemajeure.com.au

Bailarines obesos desafían los clásicos estereotipos con este espectáculo

"Nothing to Lose" nos hace cuestionarnos por qué es controversial ver a personas con sobrepeso bailando de manera profesional e incentiva a estos bailarines a adueñarse del escenario y recuperar espacios de los que han sido marginados.

Por Natalia Pumarino | 2015-01-29 | 07:00
Tags | Danza, Obesidad, Bailarines, estereotipos, ballet

Kate Champion es una coreógrafa australiana de danza contemporánea y directora del colectivo Force Majeure. Ha trabajado como directora, coreógrafa, bailarina y profesora para varias compañías. Ha creado shows que han sido aclamados por la crítica y, recientemente, es la responsable de un espectáculo que desafía nuestra percepción del cuerpo y su movilidad al llevar a personas de gran sobrepeso al escenario.

¿Qué significa poner cuerpos realmente grandes sobre el escenario y llamarlos bailarines profesionales y por qué es controversial? Ésta es la pregunta que motiva la creación del espectáculo "Nothing to Lose". Tras ver a personas con obesidad bailando en discotheques y fiestas, Kate se preguntó porqué esto no se ve muy a menudo en los escenarios y qué es lo que en teoría les prohíbe presentarse ahí, en especial bailando. Así es como llegó a la idea de tener un elenco completo de bailarines con sobrepeso, retándonos a cuestionarnos nuestras percepciones sobre el peso, el tamaño, la salud y la movilidad.

Para comprender mejor lo que significa para estas personas moverse en el escenario, experiencia que ella misma desconoce, Kate decidió trabajar con Kelli Jean Drinkwater, su socia artística, quien pone gran parte de su experiencia personal en este espectáculo. La idea es despojar al público de sus prejuicios en relación a estos cuerpos y que la audiencia simplemente disfrute del baile y se conecte con el show.

¿Pero qué pasa con los movimientos que no pueden hacer? Kate explica que trabaja buscando alternativas para las restricciones de movilidad que tienen sus bailarines y nos las ve como algo prohibitivo. Además, ha descubierto que donde hay limitaciones, también hay nuevas posibilidades visuales y de movimientos que otras personas no podrían ejecutar de la misma forma.

El show está inspirado en las experiencias e historias reales de los bailarines y busca readueñarse de un espacio escénico del que tienden a ser marginados.

Si bien Kate no se define como una activista, reconoce que el show tiene un aspecto político y que su responsabilidad como artista es contribuir a que la gente vea las cosas de manera distinta. En tanto, algo que Kelli se pregunta es por qué la idea de bailarines gordos resulta tan controversial. "Todos tenemos una idea de lo que se considera un 'cuerpo normal' y todos intentamos obtener o mantener eso y evitar lo contrario", señala en el video promocional del show para el Festival de Sydney.

"Nothing to Lose" se presentó en el Festival de Sydney durante enero y se volverá a presentar en el Teatro Malthouse, en Melbourne, en marzo.

Otros casos, ¿La tendencia de los cuerpos grandes?

El canal británico Channel 4 transmitió durante el 2014 una serie documental de tres episodios llamada "Big Ballet". En ella, el coreógrafo y director Wayne Sleep junto a la bailarina Monica Loughman trabajan con un grupo de bailarines con sobrepeso para montar una versión de "El Lago de los Cisnes", que finalmente se presentó en St. George's Hall en Bradford, Inglaterra, frente a una audiencia de 1.500 personas.

Hannah Bines fue elegida para el rol principal de Odette. Cuando era niña, bailaba e iba a audiciones, pero en un momento de su vida dejó de hacerlo ya que sentía que con su sobrepeso no lograría tener éxito en el ballet.

En tanto, la productora radial y bloggera estadounidense Whitney Thore creó una serie de videos de Youtube llamados "Fat Girl Dancing", ("Chica Gorda Bailando"). En sus videos no sólo baila, sino que en algunos se dedica a enseñar pasos de baile a su audiencia para que todos puedan bailar.

Si bien no es lo mismo que presentarse en un escenario, tanto para Whitney como para Hannah, éstas representan oportunidades de volver a hacer algo que aman y mostrar su trabajo frente a una audiencia independiente de su pesoo de no encajar con los cánones que esperamos ver en bailarines profesionales.

Estas tres iniciativas logran por un lado ofrecer oportunidades profesionales en la danza para personas con cuerpos que escapan de los cánones físicos comunes y a la vez, buscan desafiar al público cuestionando los prejuicios y estereotipos de la sociedad hacia las personas con obesidad.

¿Irías a ver un espectáculo con bailarines obesos?¿Crees que estas iniciativas pueden ayudar a derribar prejuicios?