Imagen: Not Impossible Labs

Not Impossible Labs: La comunidad que resuelve cualquier problema

“Si no es ahora, entonces ¿cuándo? Si no soy yo, entonces ¿quién?” es la filosofía de Mick Ebeling, fundador de Not Impossible Labs, comunidad que crea soluciones tecnológicas, a bajo costo y de código abierto, a problemas que parecen imposibles. ¿Su clave? Recurrir al conocimiento colectivo.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-03-03 | 07:00
Tags | filantropía, open source, tecnología, mick ebeling

En 2003, el grafitero estadounidense Tony “Tempt” Quan comenzó a sufrir el rápido deterioro físico que caracteriza a aquellos afectados por Esclerosis lateral amiotrófica, la misma enfermedad neuromuscular que afecta al físico Stephen Hawking. En pocos años se transformó en un artista atrapado, pudiendo solo mover los párpados para comunicarse a través de la selección individual de letras en una tabla. En 2011, Tempt volvió a aparecer en el circuito en la exhibición "Arte en las Calles”, junto a artistas como Banksy y Shepard Faireyn ¿El responsable? Mick Ebeling, fundador de Not Impossible Labs. Ebeling reunió a 7 entusiastas de la programación de todo el mundo en el living de su casa para crear EyeWriter, un dispositivo armado con materiales muy accesibles (lentes comprados en la calle y una cámara para la consola PS3),que le permitió al artista dibujar, después de 7 años, con el movimiento de sus ojos. “Me siento como si hubiera estado bajo el agua y alguien por fin se agachó y levantó mi cabeza para que pudiera respirar” comentó el artista.

Ebeling no es programador, ni experto en tecnología visual, y difícilmente se calificaría de millonario, pero sí sabe una cosa:si el conocimiento colectivo puede ayudar a una persona, puede ayudar a miles.

“Usar tecnología para hacer bien en el mundo”

Ebeling, productor con créditos en numerosas películas y comerciales, cree que el dinero que se puede reunir a través del crowdfunding es limitado, pero que el conocimiento que pueden ofrecer personas interesadas en un proyecto que les apasiona, no tiene límites. Bajo esa premisa fundó Not Impossible Labs, una comunidad que crea soluciones tecnológicas para problemas que parecen imposibles, como el de Tempt, y que comparte sus innovaciones públicamente y sin costo, para que cualquiera las pueda replicar y, por qué no, mejorar (de hecho, crearon un paso-a-paso para quienes deseen crear su propio EyeWriter).

“Que soy fan del código abierto sería decir poco. Desde el primer dispositivo que creamos (el EyeWriter) hemos creído que la libertad de expresión, comunicación, movilidad, etc. no es algo a lo que alguien tiene que calificar a través de su seguro o ingresos. Esas cosas son derechos inalienables a los que todos los humanos debemos tener acceso sin tantos enredos burocráticos” comentó recientemente Ebeling para la revista Make.

La habilidad de reunir talentos, también se extiende a la financiación de los proyectos, donde han recibido el apoyo de marcas como Intel y HP. El filántropo cree que su pasado en la industria de la producción audiovisual ha sido vital para su papel en Not Impossible Labs: “La actitud de ‘Ok, tenemos que hacer esto ¡Vamos!’ sin hacerse tantas preguntas, solo hacerlo realidad. Como productor, somos capaces de formar equipos increíbles para lograr cosas y es así como veo mi rol en estos proyectos”, comentó en otra entrevista a Fast Company.

Usando tecnología provista por Intel y el know-how de otros muchos colaboradores, Not Impossible Labs llevo a cabo su segundo gran proyecto, esta vez en otro continente.

El Proyecto Daniel

En julio de 2013, Ebeling quedó profundamente impactado por la historia de Daniel, un joven de Sudán del Sur que encarnaba la realidad de más de 50.000 personas que han sufrido amputaciones como consecuencia de los intensos conflictos armados en el país africano. Automáticamente, su maquinaria interna de contactos comenzó a funcionar. En un par de meses reunió un equipo de expertos en robótica, prótesis y fisiología con un solo objetivo: darle a Daniel, a través de la tecnología, una solución para sus extremidades amputadas.

En noviembre del mismo año, Ebeling llegó a Sudán del Sur para instalar un laboratorio de impresión 3D de prótesis de brazos. Pocos días después, Daniel volvía a comer por su cuenta luego de 2 años, gracias a un brazo protésico que costó apenas $100 dólares producir (cerca de 60 mil pesos).

¿Por qué su foco en ayudar a una persona específica? Ebeling explica que “En realidad se trata de que ayudar a uno, ayuda a muchos. Si hubiera leído el artículo y pensado ‘Oh, tengo que ayudar a los amputados’, en verdad, no hay por dónde comenzar. Es como Bill Gates combatiendo la malaria o Bono luchando contra la pobreza. Pero reduciéndolo a un individuo –Quiero ayudar a Daniel– entonces se convierte en un objetivo realizable, una persona ayudando a una persona. En eso nos enfocamos en Not Impossible Labs, buscamos problemas o necesidades que pueden ser solucionada a través del hacking, modding, programación o lo que sea, para ayudar primero a una persona, pero que tenga el potencial de ayudar a muchos”.

En el caso del Proyecto Daniel, Ebeling enseñó a la población a usar el laboratorio para que siguieran imprimiendo prótesis y así ayudar a muchas otras personas como Daniel. Al darles las herramientas, pero también la libertad de hacer algo distinto, el filántropo espera volver a Sudán del Sur y encontrar que las prótesis que se estén haciendo sean mejores que las iniciales, y mejor adaptadas a las condiciones de la región.

Su más reciente proyecto

El año pasado, Lorraine Moir se contactó con Not Impossible Labs después de haber escuchado a Ebeling en la radio, para buscar una solución tecnológica para su esposo, Don, quien hace 15 años había perdido la capacidad de hablar al sufrir el progresivo avance de la Esclerosis lateral amiotrófica. El desafío era que Don necesitaba una tecnología parecida a la que usa Stephen Hawking, pero que, al mismo tiempo, fuese simple de usar, ya que nunca antes había interactuado con computadores.

Gracias al trabajo del voluntario Javed Gangjee, se logró lo que parecía imposible. Don, después de 15 largos años, volvió a hablar:

El software desarrollado para este proyecto está disponible en la página para que cualquier persona lo use y modifique a su antojo.

Not Impossible Labs, hoy

“Actualmente, estamos trabajando en algunos proyectos increíbles. Desde un exoesqueleto de bajo costo para ayudar a que niños con parálisis cerebral vuelvan a caminar, hasta rediseñar la silla de ruedas” comentó en su más reciente entrevista.

Not Impossible Labs depende de personas interesadas en ayudar con algún tipo de expertise. Si crees que puedes aportar, contáctalos. Quién sabe, quizás terminarás siendo parte del próximo invento tecnológico que ayude a miles. Todo parte con decidirse a tomar acción, como dice Ebeling: “Si no es ahora, entonces ¿cuándo? Si no soy yo, entonces ¿quién?”.

¿Conoces otras iniciativas que usen el conocimiento colectivo para ayudar?