Imagen: Gojko Franulic

Las enfermedades que te protegen de otras enfermedades (y qué podemos aprender de ellas)

Si padeces gota, no tendrás alzhéimer. Si tienes alzhéimer no tendrás cáncer. Si sufres de Niemann Pick, estás libre del ébola. El descubrimiento científico de que algunas enfermedades inhiben a otras, podrían dar pie para el uso invertido de medicamentos con el fin de palear las dolencias.

Por Macarena Fernández | 2015-03-18 | 07:00
Tags | Enfermedades, cáncer, alzheimer, salud

Sufrir una enfermedad neuronal no es en ningún caso un escenario positivo. Alzheimer, esquizofrenia o párkinson son diagnósticos terribles para cualquiera; pero si te aseguran que si sufres de párkinson, tus probabilidades de contraer cáncer se disminuyen a la mitad, es posible que encuentres algún consuelo en la noticia. O quizás no, pero de todas formas, esta extraña “rivalidad” e imposibilidad de convivencia entre las enfermedades, que lleva el nombre de comorbilidad inversa, llama mucho la atención. No por nada, el tema ha quitado el sueño de científicos de todo el mundo.

Que el cáncer proteja del alzhéimer y viceversa es una paradoja curiosa que durante años ha desconcertado a oncólogos, psiquiatras y neurólogos. Y tras un estudio realizado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), en el que se estudió el ADN de 1.700 pacientes afectados por alzhéimer, párkinson y esquizofrenia y por cáncer de colon, pulmón y próstata; se llegó a la conclusión de que la explicación está en los genes, por lo que existe una relación excluyente entre tumores y enfermedades neurodegenerativas.

Distintos estudios ya habían observado una menor incidencia de casos de cáncer entre enfermos de alzhéimer, párkinson o esquizofrenia. En los pacientes con alzhéimer, por ejemplo, el riesgo de un tumor es un 42% inferior.

“Hasta el 90% de los procesos biológicos que aparecen aumentados (acelerados por una mayor expresión de los genes) en el caso del cáncer, están reprimidos en las enfermedades del sistema nervioso analizadas”, destacan los investigadores del CNIO Cesar Boullosa y Kristina Ibáñez. Esto sugiere que los mismos mecanismos celulares que disparan el cáncer podrían estar protegiendo de sufrir alzhéimer, y al contrario.

Entre la lista de genes identificados se encuentra el PIN1, relacionado con el proceso de plegamiento de las proteínas y que, a pequeña escala, reproduce el hallazgo de los investigadores del CNIO. Si se encuentra sobre activado, acelera el metabolismo celular, lo que se vincula con el desarrollo de tumores. Pero, simultáneamente, protegería del alzhéimer, ya que impide el funcionamiento normal de la proteína TAU, y ésta tiene un papel clave en la neurodegeneración y, en concreto, su acumulación se asocia a esta patología que daña a las neuronas.

En el caso de la esquizofrenia, por ejemplo, se desconoce si la protección frente al cáncer se debe al propio mecanismo que desencadena la enfermedad o si es la medicación que se administra para combatirla la que tiene esta función antitumoral.

Muchos científicos consideran este hallazgo como paradójico, porque lo normal es pensar que si uno tiene un problema médico grave, tenga muchos otros y no una protección; razón por la que este descubrimiento puede ser una fuente de conocimiento para combatir diversos males.

De hecho, se ha observado que algunos fármacos, como, por ejemplo, antipsicóticos de la familia de las fenotiazinas, usados para tratar la esquizofrenia, tienen efectos anticancerígenos.

Otras enfermedades rivales

Si padeces gota, un tipo de artritis que se identifica por la inflamación del dedo gordo del pie, estás protegido contra el alzhéimer y las enfermedades neurodegenerativas en más de un 25% en comparación a la población general. Y esto es porque el ácido úrico tiene un efecto positivo sobre el cerebro.

Otro descubrimiento se relaciona con una extraña enfermedad llamada Niemann Pick, cuyos enfermos resultan inmunes al ébola. Quienes sufren la Niemann Pick, una enfermedad degenerativa mortal que afecta funciones básicas como el habla, el movimiento, la actividad intelectual, el tragar y el respirar; tienen alterados los genes que producen las proteínas NPC1 y NPC2, por lo que carecen de ellas, y debido a esto, el ébola no les afecta.

Estos descubrimientos, según los investigadores del CNIO, podrían abrir la puerta a la utilización de fármacos para tratar algunas dolencias del sistema nervioso y a la inversa.