Imagen: Gojko Fanulic

El PIB no es suficiente. Nueva medición calcula el progreso social

El Índice de Progreso Social busca identificar los principales factores que influyen más allá del aumento de capital económico, observando el bienestar social. Porque el PIB no basta, aquí les contamos de esta nueva medición.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2015-04-16 | 07:00
Tags | Índice de Progreso Social, bienestar, desarrollo, economía, PIB, igualdad, oportunidades, necesidades

Hoy el mundo tiene más dinero que antes y hay un mayor desarrollo en variados ámbitos, pero aún hay muchas cuentas pendientes aquí y en la quebrada del ají. El crecimiento económico ha logrado sacar a millones de personas de la pobreza y ha mejorado la vida de muchas otras más, pero es evidente que el modelo únicamente basado en el progreso económico es incompleto. En palabras simples, el dinero no lo es todo.

Hace rato que el Producto Interno Bruto (PIB) no significa mucho cuando queremos hablar sobre el bienestar social de un país, por medir solamente la producción de bienes y servicios. Incluso Simon Kuznets, su creador en los años 30, creía que difícilmente se puede inferir el bienestar de un país con una medida que apunta exclusivamente a los ingresos.

Por eso, más que condenar al PIB por insuficiente, hay que buscar otros índices complementarios que nos permitan medir más integralmente la situación de los países y en base a esa información mejorar los aspectos más importantes de la calidad de vida de sus habitantes. Así fue como hace unos años nació el Índice de Progreso Social (IPS).

El IPS pretende medir el bienestar social a través de tres niveles: la satisfacción de las necesidades básicas para la supervivencia digna, el despliegue de instrumentos eficaces de movilidad social y la disponibilidad de oportunidades para consolidar un estilo de vida.

A diferencia de otros índices que hoy existen, como el Índice de Desarrollo Humano, el IPS integra más factores y mide solamente indicadores de desempeño, es decir, resultados y no medidas de esfuerzo de una nación para lograr cambios.

"El crecimiento económico sin progreso social no es inclusivo, produce descontento y malestar social", aseguran en la web de IPS.

¿En qué se fija el Índice de Progreso Social?

El IPS no mide dinero, pero tampoco felicidad. Los índices de felicidad se basan en las encuestas sobre la satisfacción de las personas que pueden variar enormemente según la percepción de cada individuo. Incluso los ciudadanos pueden sentir satisfacción ante hechos que no se relacionan con el progreso social, por ejemplo, discriminación de algunas minorías o consumo sobre el cuidado medioambiental.

Este índice mide el progreso social de manera independiente del desarrollo económico, a través de tres áreas donde se levantan datos de 54 indicadores sociales y ambientales.

  1. Necesidades Humanas Básicas: mide el nivel en que un país puede satisfacer necesidades esenciales de una población. Toma en cuenta si las personas tienen suficientes alimentos para comer, si reciben atención médica básica y tienen acceso a agua potable, si disponen de una vivienda adecuada, servicios públicos básicos y si están seguras y protegidas.
  2. Fundamentos del Bienestar: mide si una población tiene acceso a la educación básica, las ideas y las informaciones provenientes tanto de dentro como de fuera de su país, y si tienen más que la atención básica de salud; y por lo tanto, pueden llevar una vida saludable. Esta dimensión mide también la protección de un país del aire, el agua y la tierra, que son recursos críticos para el bienestar actual y futuro.
  3. Oportunidades: mide el grado en el que la población de un país está libre de restricciones a sus derechos, si es capaz de tomar sus propias decisiones personales, y si hay prejuicios u hostilidades dentro de una sociedad que impidan que las personas alcancen su potencial. Incluye el grado en que la educación avanzada es accesible a todas las personas que deseen ampliar sus conocimientos y habilidades.La integración de este factor Oportunidades es una de las características distintivas del modelo del IPS, ya que por lo general es un aspecto del bienestar que a menudo se ignora.

A partir de estos tres aspectos, se miden los países según el progreso social que muestran con puntajes en una escala de 0 a 100 en cada dimensión.

Es fundamental tener en cuenta que el IPS no mide los esfuerzos de un país por lograr algo, sino solamente los resultados. Los proyectos a implementar o las inversiones no se traducen en un mejoramiento necesariamente y por eso se toman en cuenta solo datos concretos.

Para el índice mundial, todos los países deben utilizar las mismas fuentes de información, de modo que sea comparable y tenga rigor metodológico. Los datos provienen principalmente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la UNESCO, otros organismos de la ONU, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el Banco Mundial y los Censos. También se utiliza la información de las encuestas Gallup, especialmente para el área de Oportunidades.

¿Para qué medir?

La idea de hacer este índice complementario al PIB nació de importantes economistas e investigadores del Consejo sobre Filantropía e Inversión Social del World Economic Forum, presidido por Matthew Bishop, Jefe de The Economist en Nueva York. Bishop asumió el desafío de aumentar el impacto en el mundo de los emprendedores sociales, líderes de negocios y encargados de políticas públicas en el año 2009. En esto, se propuso la creación de un nuevo índice que contó con el apoyo y financiamiento de Avina, la Skoll Foundation, Compartamos Banco y la gestión de la Fundación Latinoamérica Posible. Las mediciones están en manos de las universidades de Harvard y Oxford.

"Queremos romper las barreras que han separado al desarrollo económico del progreso social para ayudar a los países a diseñar estrategias de desarrollo que sean más holísticas y eficaces. El IPS permite a los países investigar la relación entre desarrollo económico y social en una forma mucho más rigurosa y también ayuda a entender cómo puede el progreso social impulsar la competitividad económica", declara el equipo de IPS.

La idea de levantar esta información es tener una radiografía de cada país, comparable con otros, para impulsar una mejor selección de políticas y mejores decisiones de inversión de todos los agentes sociales.Ese es el mayor potencial del IPS, servir de herramienta para inversiones públicas o privadas, que en base a un índice territorial pueden lograr mayor impacto en el progreso social.

"Nuestra visión es un mundo en el que el progreso social se encuentre, junto a la prosperidad económica, como uno de los dos indicadores nacionales de éxito".

El IPS está instalándose a nivel global y un indicio de ello es que la ONU ya ha mostrado interés en utilizarlo como herramienta.

El 2015 bajo la lupa del Progreso Social

En su tercer año de medición, el ranking 2015 del IPS lo lideró Noruega, destronando a Suecia de su corona 2014. La lista de los 10 primeros puestos, de entre 161 países analizados, la completan en orden Suiza, Islandia, Nueva Zelanda, Canadá, Finlandia, Dinamarca, Holanda y Australia. Un dato interesante, todos estos punteros tuvieron su peor desempeño en el indicador que representa a la sustentabilidad de los ecosistemas. Excepto Suiza, ¿será porque es el más verde del planeta?

Latinoamérica aparece en el ranking en el puesto 24, donde se sitúa Uruguay, seguido por Chile (26) y Costa Rica (28). En nuestra región 14 de los 19 países analizados mostraron un avance respecto del estudio del año pasado y cinco países sufrieron un retroceso importante en relación al contexto global.

De todo el estudio, alrededor de un 88% de los países tuvo algún grado de mejoría más o menos significativa y unos 16 países restantes sufrieron un retroceso, donde casi un tercio es latinoamericano.

¿Y a Chile cómo le fue?

Segundo en Latinoamérica y en el puesto 26 en el ranking mundial (entre 161), Chile tiene bastante que celebrar, pero aunque es una buena posición, donde mostró varias fortalezas, hay otros tantos aspectos que tenemos que mejorar.

Independiente de los números y cifras en particular, los datos muestran que en Necesidades Humanas Básicas, tenemos el mejor desempeño en Nutrición y asistencia médica básica, pero somos más débiles en Seguridad Personal. En Fundamentos para el Bienestar, lidera el Acceso a conocimientos básicos, sin embargo los resultados son más bajos en Sostenibilidad del ecosistema. Por último, en la dimensión de Oportunidades, Chile tiene resultados más destacables en Derechos personales, pero le falta por mejorar en Acceso a educación superior.

Francisca Rivero de Avina Chile, nos comenta que aunque en Chile generalmente tenemos buenos resultados (excepto en las comparaciones con la OCDE), eso no significa que haya mucho por trabajar aún. “No es una noticia que nos deje bien, todavía nos quedan brechas importantes. El resultado en términos de salud, de cuidado del ecosistema y educación superior, fueron los peores comportamientos en Chile. Desde la política pública hay algo que tiene que estar dirigido a esos temas”.

La información es entregada de diversas maneras y también se distinguen las dimensiones donde Chile funciona relativamente mal o relativamente bien en comparación con los países que tienen un PIB similar. En nuestro caso son Croacia, Estonia, Grecia, Hungría, Kazajistán, Letonia, Lituania, Malasia, Panamá, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia, Turquía y Uruguay.

¿Cuál crees que es nuestro problema más urgente por resolver?