Durante los últimos años, múltiples compañías automotrices, como Toyota y Tesla, han desarrollado modelos que utilizan alternativas a los combustibles fósiles, para reducir el impacto ambiental de la industria. Pero esta no es la única industria que necesita de un cambio.
La industria aeroespacial tampoco se libra de responsabilidades de impacto ambiental. El Panel Intergubernamental del Cambio Climático estima que esta industria es responsable por un 3,5% de los daños producidos por el efecto invernadero, y que para 2050 el porcentaje podría llegar a un 15%. Es por ello que existen proyectos que buscan una solución a través de las mismas energías que ya están dando resultados en la industria automotriz: la solar y la eléctrica.
Hace un tiempo destacamos el vuelo alrededor del mundo de un avión solar, pero hoy tenemos noticias de un gran avance en el desarrollo de aviones eléctricos.
La firma europea Airbus recientemente anunció que su empresa subsidiaria Voltair, construirá en Aquitania (Francia) su primera fábrica dedicada a la producción de aviones eléctricos. "La industrialización de nuestro avión E-Fan (nombre del modelo) nos ayudará a avanzar en la aviación eléctrica y ganar experiencia para mejorar la tecnología" dijo Jean Botti, director de tecnología del grupo Airbus. Se trata de los primeros pasos de la compañía en un plan de 30 años que busca fabricar un avión para 90 pasajeros con propulsión eléctrica o híbrida.
Aquitania fue escogido para su fabricación debido a sus óptimas condiciones meteorológicas y por su cercanía con la central de Daher, compañía socia de Airbus en este proyecto.
El gigante aeronáutico, que nació en el año 2000 luego de la unión de tres compañías europeas, anunció además una inversión directa para el diseño y desarrollo del modelo de 20 millones de euros (13.500 millones de pesos chilenos), a los que se suman las inversiones de socios del grupo y de la propia región de Aquitania, que invertirá 2,25 millones de euros.
Se estima que la construcción comenzará en 2016, y que en 2017 se fabricarán las primeras unidades.
¿Y cómo son exactamente estos aviones? Como la tecnología actual no es suficiente para poder fabricar grandes aviones eléctricos, se comenzó con un modelo pequeño dirigido al entrenamiento de pilotos.
El primer modelo que se fabricará recibe el nombre de E-Fan 2.0, un avión con dos asientos que Airbus anunció en 2012, cuya unidad de demostración tuvo su primer vuelo en marzo de 2014. Según la compañía, a la fecha, lleva cerca de 80 viajes exitosos, equivalentes a 38 horas de vuelo.
El E-Fan 2.0 se propulsa gracias a una serie de baterías de ión litio, que alimentan dos motores eléctricos de 30 kilovatios situados en las alas, y uno de 6 kilovatios ubicado en la rueda principal, que provee de energía adicional durante la aceleración. La batería dura por alrededor de una hora (una batería de repuesto a bordo, puede duplicarlo), y es por ello que el avión está destinado al mercado del entrenamiento de pilotos, donde los vuelos son cortos. "Es una forma muy distinta de volar. Absolutamente sin ruidos, ni emisiones" dijo Botti.
Este modelo puede llegar a los 220 kilómetros por hora, y su velocidad crucero es de 160 km/h, números comparables con modelos a combustible como el Cessna 172. Según Botti, no se trata de competir con otros fabricantes de aviones pequeños, sino de "aprender a hacer un nuevo negocio".
Una vez que se pruebe la viabilidad comercial del E-Fan 2.0, Airbus piensa dar el siguiente paso y comenzar a producir el E-Fan 4.0, la versión con cuatro asientos y un motor híbrido que permite mayor autonomía.
La apuesta de Airbus es, por lejos, la más sólida dentro de la industria. La compañía estadounidense Cessna, cuyo modelo monomotor es el avión más vendido de todos los tiempos, anunció en 2010 una versión eléctrica de su modelo Cessna 172 Skyhawk. En 2012 hizo pruebas aéreas con unidades de demostración, y eso fue todo lo que se pudo ver del modelo porque poco después el proyecto se canceló. Esperemos que no suceda lo mismo con el gigante europeo.