Lo que nació como una aventura en el Amazonas, por parte de un joven estudiante norteamericano, quien quería vivir en carne propia la cultura y tradiciones de la Amazonía; terminó convirtiéndose en el inicio de una gran empresa de té solidario, Runa: que además de facturar mucho dinero, apoya con trabajo a las familias agricultoras de la zona y evita la tala de árboles legendarios y tradicionales, que tienen un fuerte sentido para las tribus locales.
En 2010, el estudiante norteamericano de la Universidad de Brown Tyler Gage tomó un curso sobre los idiomas y religiones de la Amazonía, y quedó cautivado por el rico y complejo mundo de la tribu amazónica, lo que lo llevó a querer verlo y vivirlo todo por sí mismo. Y así fue como congeló sus estudios, pescó sus maletas y se fue a vivir a la selva ecuatoriana por dos años, en medio del pueblo Kichwa.
El joven pasó sus días aprendiendo idiomas locales y trabajando con organizaciones sin fines de lucro, pero de lo que más aprendió fue de los rituales y de la relación con la tierra, la selva y sus plantas, de las que una en particular le atrajo: una hoja llamada guayusa, de sabor dulce, con el mismo contenido de cafeína del café y el doble de antioxidantes que el té verde.
Gage descubrió que algunos miembros de la tribu en el Amazonas se levantaba a las tres de la mañana todos los días a hervir ollas de barro llenas de guayusa, que se dice que tiene poderes místicos. Luego la comunidad se sienta antes del amanecer a beber la infusión, interpretar los sueños y contar mitos.
Al volver a EE.UU., el joven lo único que pensaba era en cómo ayudar a las familias amazónicas que habían sido tan hospitalarios con él, y como cuenta en una entrevista en Fast Company, "ellos quieren aferrarse a sus tierras, lenguas y tradiciones, pero es un reto para ellos adaptarse a la vida moderna. Ahora viven en un mundo donde el dinero tiene valor y necesitan dinero para enviar a sus hijos a la escuela“. Y un hecho que lo marcó profundamente fue que tuvo que ver cómo una familia se vio obligada a cortar un árbol de 100 años de edad, para venderlo por dos dólares. El día anterior le habían comentado que en ese árbol vivía el espíritu de su abuelo.
En esta época se asoció con su compañero Dan McCombey, con quien comenzó a escribir el plan de negocios para Runa. Ganaron varios concursos de planes de negocios y después de graduarse se mudaron a Ecuador y comenzaron a trabajar con las comunidades locales para construir una cadena de suministro de guayasa, con el fin de respetar las tradiciones culturales, apoyar a los pequeños agricultores y mantener la integridad de la selva amazónica.
Rápidamente, los cofundadores tenían una lista de los veteranos de la industria de bebidas que no sólo estaban dispuestos a asesorarlos, sino también invertir en el negocio.
Jefes de marketing de Vitaminwater y Vita Coco, Coca-Cola, World Wildlife Fund los apoyaron de inmediato y rostros como el actor Channing Tatum, defensor de la preservación de las culturas indígenas, estaba dispuesto a invertir debido al compromiso de RUNA a respetar las culturas y tradiciones locales.
Runa ahora compra hojas guayusa de más de 2.300 familias de agricultores. Esas hojas se procesan en una planta en Ecuador y luego son enviadas a EE.UU.; donde se venden a un número creciente de personas.
Runa exporta 10.000 libras al mes de guayusa, que se traduce en más de 200.000 dólares al año en ingresos directos a cada una de las 2.300 familias de agricultores. La compañía ya ha invertido $ 70.000 en un fondo social que es administrado por los agricultores. Los esfuerzos de reforestación también van bien, con más de 500 hectáreas plantadas hasta la fecha con diversos jardines forestales, orgánicos certificados.
Runa ha probado que los negocios en el Amazonas pueden ser buenos para el medioambiente y para la preservación de las tradiciones culturales y a la vez apoyar a los productores, conectándolos con los consumidores alrededor del mundo.
Durante los últimos tres años, Runa ha desarrollado una amplia gama de productos, desde tés embotellados a bolsa de té y líneas de hojas suelta. Con un equipo de 22 empleados en los EE.UU. y 44 en América del Sur, la compañía distribuye millones de productos al año a través de Whole Foods, Safeway , Vitamin Shoppe y otros minoristas.
Según cuenta Tyler, "cualquier consumidor que compra una botella de RUNA en Whole Foods o Safeway está apoyando una familia indígena que cultivó las hojas y se ganó un alto precio para cultivar una planta nativa que se valora en su cultura”.