Imagen: Gojko Franulic

Identifican droga que rejuvenece tejido cerebral y muscular

Su nombre, Inhibidora de Cinasa Alk5, no nos dice nada, pero científicos de la Universidad de California han descubierto que permite la renovación de células madre que han perdido sus funciones regenerativas, logrando así mantener joven el tejido cerebral y muscular.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-06-02 | 11:40
Tags | ciencia, tecnología, vida, rejuvenecer

En el sitio de tutoriales eHow existe un artículo totalmente serio llamado Consecuencias negativas de vivir por siempre. Entre éstas se nombra la sobrepoblación, la pérdida del sentido del propósito y, sí, el aburrimiento. Si bien falta bastante para que nos podamos tomar en serio un artículo como éste, su sola existencia demuestra que el concepto de inmortalidad se ha hecho cada vez más cercano.

Un importante avance, quizá no hacia la vida eterna, pero sí hacia el rejuvenecimiento de células, fue publicado recientemente por científicos estadounidenses, quienes descubrieron que una droga conocida como Inhibidora de Cinasa Alk5, es capaz de renovar células madre adultas en varios tipos de tejidos, manteniéndolos jóvenes.

La droga forever young

El concepto de regeneración no es para nada desconocido para nuestro cuerpo. Nuestras células madre adultas están todo el tiempo haciendo esto, multiplicándose continuamente para regenerar tejido dañado y reponer células moribundas. El proceso es perfecto hasta más o menos los 35 años, luego comienza a decaer y es entonces cuando comienza un muy lento proceso de envejecimiento.

¡Pero que no cunda el pánico! Científicos de la Universidad de California han logrado impedir con éxito el decaimiento de éstas células madre en ratones, haciendo que tanto tejidos del cerebro como musculares se rejuvenecieran.

¿Cómo lo lograron? Para explicarlo conozcamos a la proteína TGFB1, desde ahora nuestra peor enemiga. Esta proteína, a medida que aumenta su presencia a la par de nuestra edad, comienza a envejecer las células madre en distintos órganos, lo que, como hemos dicho, a la larga afecta sus funciones regenerativas y por lo tanto nuestro cuerpo. Estas son conclusiones de más de 10 años de estudios llevados a cabo por la bioingeniera Irina Conboy, quien también formó parte del equipo que identificó la droga que amarga los planes de la TGFB1.

La gracia de la droga Inhibidora de Cinasa Alk5, que también se está probando como agente anti-cancerígeno, es que interfiere con la actividad de esta proteína. "Descubrimos que atenuando sistemáticamente la señalización de la TGFB1 con una única droga, incrementamos simultáneamente la neurogénesis (el nacimiento de nuevas neuronas) y la regeneración muscular en los mismo ratones viejos", dice el estudio.

El hecho de afectar tanto tejido cerebral como muscular, fue también otro gran descubrimiento para los científicos. "Son buenas noticias porque si cada tejido tuviese un mecanismo molecular distinto para envejecer, no seríamos capaces de tener un única intervención capaz de rescatar la función de tejidos múltiples", dice David Schaffer, co-autor de la investigación y director de Centro de células madre de Berkeley.

Un proceso de 10 años

El descubrimiento partió hace 10 años, cuando Conboy y colegas lograron rejuvenecer en ratones las células madre de músculos, riñón y cerebro, a través de transfusiones de sangre de ratones más jóvenes. Por esos años se desconocía cuál componente de la sangre era el responsable de este efecto rejuvenecedor, por lo que el siguiente paso fue identificarlo.

Subsecuentes investigaciones de Conboy en cooperación con Schaffer comenzaron a dirigir las sospechas hacia la proteína TGFB1. En 2009 descubrieron que la proteína, tanto en humanos como ratones, aumentaba con la edad, y que, en sus experimentos con estos últimos, al inhibirla mejoraba la regeneración muscular.

El último estudio, que identificó la droga que causa esto mismo, tanto a nivel muscular como cerebral, se entiende como un gran paso dentro de una década de experimentos y la puerta de entrada para mayores avances en tratamientos con células madre de enfermedades tan devastadoras como el cáncer y el alzhéimer.

¿Y para cuando la inmortalidad?

Queda bastante. Si bien TGFB1 juega un papel en el envejecimiento del cuerpo, no es el único factor responsable, por lo que inhibirla no detiene completamente el proceso de la edad. El siguiente paso es identificar y regular otras señales bioquímicas que afectan la actividad de las células madre.

"El desafío de aquí en adelante es reajustar cuidadosamente varios caminos de señalización en el entorno de las células madre, usando un pequeño número de químicos, para que terminemos recalibrando el entorno y así hacerlo más joven", dice Conboy.

Viendo el vaso medio lleno, al menos no tendremos que preocuparnos por aburrirnos por toda la eternidad.

Si fuese posible en un futuro, ¿te harías terapias de rejuvenecimiento celular?