El escándalo de corrupción que sacude a la FIFA está lejos de ser el primero. Solo en la era del recién renunciado Joseph Blatter, quien duró cuatro días en su quinto mandato a cargo de la federación, explotaron varios: bloqueo de información sobre sobornos a dirigentes, compra de votos para la elección de los mundiales de 2018 y 2022, acuerdos de transmisión, intento de compra de votos en la elección presidencial de la FIFA el 2011, fraude, lavado de dinero, pago de sobornos, fraude electrónico, alianzas con ejecutivos de marketing deportivo, entre otros.

Sin embargo, expertos dicen que la información entregada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la que afirma que funcionarios de la FIFA tomaron más de US$150 millones en sobornos para la adjudicación de derechos de transmisión de la Copa del Mundo y otros torneos, y la apertura por parte de la fiscalía suiza de un expediente penal por el proceso en el que la FIFA eligió las sedes de los mundiales de 2018 y 2022, serían tan graves, que por fin podrían significar un cambio en las reglas del juego para el cuerpo rector del fútbol internacional, que pone las reglas, pero se maneja solo.

¿Cómo funciona la FIFA?

A diferencia de lo que muchos pueden pensar, la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) no es gubernamental y no funciona bajo los reglamentos de las ligas deportivas internacionales u ONGs. Roger Pielke Jr., académico de la Universidad de Colorado, quien ha investigado extensivamente la gobernanza en el mundo deportivo, describe a la FIFA así:

"Se trata básicamente de un club de miembros. Es como si tú y yo comenzáramos una liga de bolos en nuestra ciudad natal, nos juntamos y decidimos gobernarnos a nosotros mismos. Pero es un club de miembros que se convierte en un hit. A nadie realmente le importa lo que hacemos con nuestra liga de bolos o si la echamos a andar como dictadores. Pero la FIFA ha llegado al punto en que, en términos de escala, tiene características de una organización gubernamental o un gran negocio. Tenemos reglas sobre cómo se supone que esas organizaciones deben comportarse. El hecho de que la FIFA se haya vuelto tan grande sin ninguna de esas reglas es realmente lo que la llevó a la corrupción".

La definición más oficial, describe a la FIFA como una asociación de derecho suizo fundada en 1904 con sede en Zúrich, que gobierna las federaciones de fútbol de todo el mundo. Forma parte de la IFAB, organismo encargado de modificar las reglas del juego. Organiza la Copa Mundial de Fútbol cada cuatro años, los Torneos Olímpicos junto con el Comité Olímpico Internacional y otros grandes torneos.

El ingreso a la FIFA está abierto a cualquier asociación o federación encargada de organizar el fútbol en su país. A nivel de continentes la FIFA tiene afiliadas a las siguientes confederaciones: Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL o CSF) en Sudamérica, Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) en Europa, Confederación Asiática de Fútbol (AFC) en Asia y Confederación Africana de Fútbol (CAF) en África, Confederación de Fútbol de Norte, Centroamérica y el Caribe (CONCACAF) en A. Norte, Centro y Caribe y la Confederación de Fútbol de Oceanía (OFC) en Oceanía.

En 1974, la presidió el brasileño Joao Havelange, quien transformó a la federación en una especie de empresa, estructurada como una institución comercial. La FIFA logró que el futbol fuera capaz de ayudar al desarrollo de los países, solo con la decisión de dónde se jugarían los grandes torneos, ya que significaban inversiones millonarias, pero así también retornos millonarios. Esa política que se ha mantenido hasta el día de hoy y es por eso que las acciones de la federación tienen impacto global en lo económico y lo político.

Los Estatutos de la FIFA y su reglamento de aplicación equivalen a la Constitución del órgano rector del fútbol mundial. De ellos se derivan las leyes básicas del fútbol mundial, como las reglas sobre las competiciones, las transferencias, los asuntos de dopaje y otros asuntos varios. Para realizar cualquier cambio en los Estatutos de la FIFA es necesaria la aprobación del Congreso de la FIFA mediante la votación de tres cuartos de los miembros presentes y elegibles.

¿Qué la hace tan corrupta?

La organización técnicamente es una sin fines de lucro, a pesar de su gran riqueza acumulada principalmente a través de contratos de televisión y patrocinios. Tiene su sede en Suiza, donde es responsable sólo ante la ley de dicho país.

En un artículo escrito por Toger Pielke Jr. el 2014, titulado Can FIFA’s Corruption Be Stopped? (¿Puede parar la corrupción de la FIFA?), el autor responsabilizaba la impunidad con que se mueve la federación, a su estructura: "es una organización de patrocinio, con decisiones tomadas por mayoría calificada. Y cuando la FIFA reparte millones de dólares a los países pobres y sus programas de fútbol y equipos, eso compra un grado de lealtad que ha mantenido a Blatter en el poder durante décadas, y su generosidad fluyendo".

La falta de reglas a las cuales debe someterse la FIFA, es un escenario que comparten otros deportes como el voleibol, cricket, la lucha libre, el balonmano y el ciclismo. En todas esas prácticas deportivas hay un vacío reglamentario, por lo que funcionan desde afuera y no se enfrentan prácticamente a ningún escrutinio. Según los entendidos, esto se debe en parte a que las cifras involucradas en los eventos deportivos son tan grandes, que los empresarios y políticos prefieren hacer vista gorda.

La falta de estructura general y la falta de rendición de cuentas ha sido realmente el problema. En el último escándalo en particular, la FIFA y CONCACAF (órgano de gobierno de la FIFA para el Norte y América Central), los miembros se descuidaron. Ellos violaron las leyes estadounidenses en suelo estadounidense, a través de sus bancos, convirtiendo la movida en un delito federal y permitiendo que la fiscalía estadounidense intervenga. Si se hubieran quedado fuera de los EEUU, podrían haber pasado desapercibidos nuevamente, ya que hay países como Brasil y el Reino Unido, donde no son tan perseverantes en perseguir la corrupción.

También hay dinero para el desarrollo, dispersos por la FIFA a sus 209 asociaciones de fútbol de todo el mundo, cuyos representantes se reúnen una vez al año para tomar decisiones (un país, un voto). Muchos de estos son en los países pobres, y el dinero es enviado para "propósitos de fútbol", pero no hay un mucho seguimiento y a veces se da en efectivo. La queja es que es básicamente clientelismo: se mantiene el régimen de la FIFA existente en el poder y seguirán enviando dinero.

¿Cómo se puede solucionar el problema?

En una entrevista del medio VOX a Roger Pielke, en su calidad de experto en gobernanza deportiva, se le preguntó ¿cómo se puede arreglar la FIFA? Y su respuesta incluyó tres propuestas de soluciones:

1. Un modelo posible es el de la Agencia Mundial Antidopaje. es una fundación independiente creada por una iniciativa colectiva apoyada por el COI (Comité Olímpico Internacional), la que inicialmente la fundó y hoy la provee de la mitad de su presupuesto. Es supervisada conjuntamente por los gobiernos, quienes le otorgan el presupuesto restante y las personas del mundo del deporte, incluyendo a los atletas. Esto permite un mayor control sobre sus actividades.

2. Hacer de la FIFA un negocio con fines de lucro. Nestlé, por ejemplo, es una de las mayores empresas en Suiza. FIFA podría ser lo mismo, acatando las mismas leyes y supervisión que ese tipo de negocios.

Es como se rigen los deportes estadounidenses. Están fuertemente regulados por el gobierno, en términos de las disposiciones antimonopolio y contratos de televisión. Los mismos dueños se han unido para establecer topes salariales y así sucesivamente.

3. Arrastrar a la FIFA a las Naciones Unidas, tal vez como parte de la UNESCO. El Comité Olímpico Internacional, aunque es una organización independiente, tiene conexiones más cercanas a la ONU y la comunidad internacional y eso ayuda un poco.

Por su parte, la connotada columnista de la BBC, Lucy Marcus, propone:

4. Un nuevo directorio. No basta la renuncia de Joseph Blatter, se debe hacer un cambio de raíz a la estructura de gobierno actual. Hay que separar el papel de director ejecutivo al del presidente del consejo de administración. Hacer una investigación a fondo llevada a cabo por una parte neutral. Personas con una sólida reputación mundial, quienes investiguen, informen y ayuden a crear un camino a la reestructuración y la resurrección. 

(Vota por la opción que te parezca más apropiada)

Si no has estado al tanto del escándalo actual, esta infografía de Reuters puede ayudarte a entenderla: