Para ponernos en contexto de lo que son las "HeroRATS", este dato es bien decidor: Mientras dos ratas tardan una hora en buscar minas antipersonales en 400 metros cuadrados de tierra, dos personas con detectores de metales necesitarían dos días para cubrir la misma extensión. Si esto no les dice mucho, quizá esta cifra sea más convincente, sobre todo respecto a su efectividad: Las ratas han identificado más de 2 mil 300 casos de tuberculosis que la observación tradicional por microscopio había declarado erróneamente negativos. Por eso las llaman heroínas y por eso están derribando los prejuicios que hay contra ellas.
Todo partió con el ingeniero belga Bart Weetjens, quien renunció a su trabajo en la década del '90 para irse a Mozambique y tratar de solucionar el problema de las minas antipersonales, que matan al año entre 15 mil y 20 mil personas en todo el mundo, y hieren y mutilan a muchas más.En realidad, todo se debe a los científicos estadounidenses que en los '70s trabajaron con ratones para la localización de explosivos en aeropuertos y tuvieron éxito.Aunqueen estricto rigor se podría decir que esto se debe a los antiguos chinos y griegos, quienes descubrieron que se podía diagnosticar la tuberculosis en base a los vapores que emanan de los pacientes.
¿Entonces qué tenemos? Un animal que solo necesita dos centésimas de segundo para discriminar un olor y que no pesa más de 3 kilos. Minas antipersonales ocultas bajo la tierra matando personas que tratan de descubrirlas y perros adiestrados poco eficientes para la enorme tarea. Por otro lado, una enfermedad crónica, que solo se diagnóstica al 45% de la gente que la contrae en África y que por cada persona enferma, se suele contagiar a otras 12 a 15 personas.
Volvamos a Bart Weetjens. Él vio todo esto y pensó: Porqué no entrenamos a las ratas gigantes africanas (Gambian Pouch Rat), que son livianas y cuya sensibilidad a los olores es extrema, para que detecten tanto las minas como la enfermedad a través de sus atributos y ¡PAF!nació la organización belga no gubernamental APOPO (Anti-Personnel Landmines Detection Product Development).
Tenían a las ratas con su gran olfato y su mecanismo para hacer mapas neuronales con estos olores y transmitirlos, pero no tenían cómo comunicarse con ellas. Así que Weetjens diseñó un sistema básico, también utilizado con perros y bebés, e incluso adultos: premios comestibles.
Los adiestradores comienzan a trabajar con ellas cuando tienen sólo cuatro semanas de edad, utilizando un sonido especial con el que se pueden reforzar comportamientos concretos. En primer lugar, las entrenan para que asocien un “clic” con un premio de comida (plátano molido o maní). Luego, las ponen en una jaula donde hay un agujero con un aroma objetivo. Las ratas deben permanecer 5 segundos con la nariz en el agujero y luego puede ir por su premio. Cuando esto ya está aprendido, las ponen en jaulas con 10 agujeros, donde solo uno tiene el aroma objetivo de la primera jaula. Si lo encuentran y se quedan 5 segundos con la nariz ahí, premio. Por último, se las enseña a buscar minas en el exterior y, tras el aprendizaje, una rata debe encontrar todas las minas antipersonales ocultas en un área de 400 metros cuadrados. Sólo si realizan esta prueba a la perfección reciben su acreditación como “HeroRATS”, aunque aún deben pasar un último test de la International Mine Action Standards antes de ser enviadas a trabajar en otros países, igual que los perros.
No solo la detección de minas antipersonales es muchísimo más rápida cuando la hacen ratas versus perros, si no que su entrenamiento es cinco veces más económico que el de los caninos. De todas formas la APOPO neceista de recursos para entrenar más ratas, por lo que tiene una campaña para adoptar una a la distancia, y financiar su proceso. Con esta inversión en ratas, Bart Weetjens y su equipo, han logrado reducir el coste por metro cuadrado hasta un 60% de lo que era normal en Mozambique y ven que pueden seguir disminuyéndolo si consiguen más ratas.
Once gobiernos africanos están usando esta tecnología, firmaron el pacto de paz y aprobaron que las ratas héroes sacaran las minas terrestres de sus fronteras comunes.
El 2010, casi 1,9 millones de personas murieron de tuberculosis como primera causa de infección en el mundo. Sobre todo en África, este es un gran problema ya que la tuberculosis y el VIH están muy relacionadas. El microscopio, el procedimiento normal de la OMS, tiene de un 40% a un 60% de confiabilidad. En Tanzania, el 45% de la gente -pacientes con tuberculosis- son diagnosticados antes de morir. Esto significa que si tienen tuberculosis es más probable que no sea detectada, simplemente mueren de infecciones a raíz de la enfermedad. Sin embargo, si se detectara desde sus inicios, se puede empezar un tratamiento.
Para la detección de la tuberculosis, las ratas detectan los olores tan rápido, que los expertos pueden contar con "una segunda opinión de rata". Mientras que con un microscopio se pueden procesar 40 muestras al día, una rata procesa la misma cantidad en solo 7 minutos.
Con una jaula que tenga 25 ratas entrenadas para detectar la tuberculosis y que esté trabajando todo el día, se pueden procesar 1.680 muestras. En los hospitales en que está funcionando este sistema han podido aumentar las tasas de detección de casos en más de un 30% y quieren seguir perfeccionando el sistema, por lo que ese porcentaje no ha alcanzado su techo aún.
El mismo Bart Weetjens le preguntaba al público en su charla TED si se imaginan los casos de aplicación potenciales bajo este sistema: detección medioambiental, de contaminantes en suelos, aplicaciones a medida, detección de mercancías ilícitas en contenedores, etc.
Parece que tenemos que llegar con la cola de ratón entre las piernas a pedirle perdón a las HeroRATS por agarrarlas a escobazos.