Skaters en zonas de guerra

Niños que saborean la libertad andando a toda velocidad en skate por Kabul, la capital de Afganistán. Y una organización que convierte a una persona sin profesión, en una que pueda ayudar a rehabilitar a un niño dañado psicológicamente. Dos iniciativas que pretenden amparar a niños marcados por la guerra.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-06-14 | 11:07
Tags | afganistán, kabul, guerra, skateistan, children and war foundation

Los niños de Kabul, Afganistán, no tienen muchas instancias de juego. Se calcula que en una población de más de 3 millones de habitantes, entre 50.000 a 60.000 pasan sus días no en el colegio, sino que trabajando.

La Unicef ha estimado que al menos 30% de los niños afganos de entre 5 y 14 años están trabajando de cierta forma. 

Por lo mismo, una ONG busca hacer que los niños de Kabul olviden, al menos por unas horas a la semana, su anticipada vida laboral y el hecho de que viven en uno de los contextos más difíciles del mundo. ¿Cómo lo hace? A través del Skate.

Olvidémonos de todo y seamos Skaters por un momento

Se trata de Skateistan, una organización sin fines de lucro que busca entretener y enseñar a estos niños a través del skate. Llegaron a Kabul en 2007 introduciendo el skate por primera vez a muchos niños y niñas en la calle.


La organización explica que es vital enfocarse en la juventud afgana, ya que el 68% de la población de ese país tiene menos de 25 años, y el 50% menos de 16, por lo que el desarrollo en la juventud es muy importante para el futuro del país.

De los niños que participan de esta iniciativa, 50% están entre las edades de 5 y 18 años. Y 50% son niños que trabajan.

La gracia es que aquí no sólo reciben clases y actividades de skate, sino también programas educacionales.


En mayo de este año abrieron una segunda instalación en Afganistán, en la ciudad de Mazar-e-Sharif, donde 1.000 niños tendrán la oportunidad de jugar, en un recinto que triplica el tamaño del de Kabul. También llevaron la iniciativa a Camboya, teniendo resultados muy positivos.

Las niñas no pueden andar en bicicletas, pero sí en skate

¿Por qué usar el Skate? Hay distintas razones.  Primero, por las leyes talibanas, las mujeres no pueden andar en bicicleta. Pero según esta organización, estas sí pueden andar en skate. Por lo mismo, el 40% de sus estudiantes, son mujeres.

"Siempre me ha gustado saltar alto en las rampas. Cuando estoy ahí me siento libre, como si estuviera volando. Me gusta mucho ese sentimiento", asegura Hanita, una skater afgana de 14 años.

Además de esto, y según sus creadores, cuando los niños se comprometen con el skate, muchas cosas más pueden ser posibles, como la educación, el liderazgo, y el sentido de comunidad. Este último punto, se refuerza en el hecho de que los niños y jóvenes que participan, son de diferentes clases sociales y vienen de distintos lugares de la ciudad, a formar parte de una sola actividad.

"En nuestro parque de patinaje y también en las aulas se desarrollan habilidades en el skate, de liderazgo, responsabilidad cívica, artes creativas, explorando temas como la salud del medio ambiente, la cultura y tradiciones, recursos naturales, y la paz. Los propios estudiantes deciden lo que quieren aprender, los conectamos con un espacio seguro y oportunidades para que puedan desarrollar las habilidades que ellos consideran importantes", explica el organismo a través de su página web.

Una caja de herramientas para la vida

El Manual de Enseñanza de Técnicas de Recuperación (TRT, por sus siglas en inglés), permite que personas que no sean profesionales (pero con una capacitación previa), puedan enseñar a los niños una variedad de estrategias para abordar los problemas tras experiencias traumáticas. Generalmente porque viven o vivieron en zonas de conflicto de guerra.

El TRT, creado por una organización sin fines de lucro llamada Children and War Foundation, ha sido utilizado en Uganda, Sri Lanka, Gaza, y últimamente para ayudar a refugiados sirios. 

¿Qué es?

Una caja con un manual, que explica distintos ejercicios o herramientas que pueden usarse con los niños.

"Es como una caja de herramientas con habilidades. Y son habilidades para la vida", dice Atle Dyregov, el director de la fundación a la BBC.

El manual incluye practicas que generalmente son usadas para este tipo de circunstancias como pedirles a los niños que dibujen sus traumas o los representen.

Se les enseña a los niños a reaccionar ante imágenes y pensamientos problemáticos, a través de terapia cognitiva, y también con técnicas de relajación y visualización. 

 La idea es que estas mismas técnicas las puedan implementar después por su propia cuenta. Lo relevante de estas iniciativas -y los invitamos a señalar otras, si las conocen- es que actúan de manera preventiva, promoviendo la salud mental, bienestar y adaptación social de niños que de otro modo quedarían a merced de las fuerzas que los rodean. Un enfoque necesario, si se pretende cambiar el destino de un país.