Una comparación de los dos sistemas educacionales mejor rankeados en el mundo

Finlandia y Corea del Sur están en el podio entre los países con mejores resultados educacionales a nivel mundial. Conoce qué características (algunas similares, otras opuestas) tienen estos países, para liderar este ámbito que hoy revoluciona nuestras calles.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-06-20 | 16:10
Tags | educación, corea del sur, finlandia, modelos, sistemas

Los logros en educación de Finlandia y Corea del Sur tienen, en ambos casos, características sorprendentes:

Finlandia no es de los países que más invierten en educación -ni en tiempo ni en dinero-, sin embargo, tiene excelentes resultados educacionales. Su rendimiento es a menudo asociado con su clima, ya que las bajas temperaturas en ese país llevarían a sus ciudadanos a encerrarse en sus casas. Sin embargo, países vecinos como Suecia y Dinamarca, que tienen un clima similar y un mayor nivel económico, no superan a Finlandia en los rankings educacionales.

Por otro lado, hace 50 años, la calidad de vida en Corea del Sur era comparable con la de Afganistán. Hoy, es una de las economías emergentes mejor posicionadas a nivel mundial y con uno de los sistemas educativos más eficientes. Al igual que Finlandia, no es de los países de la OCDE que gasta más en educación.

Los estudiantes de ambos países, alcanzaron los mejores resultados en conocimientos científicos, matemáticos y de comprensión de lectura en el último informe PISA de la OCDE, que indica qué estudiantes están más capacitados para el futuro.

¿Quién administra estos sistemas educacionales?

En Finlandia, la educación es gratuita desde el preescolar, hasta la universidad y todas las instituciones educacionales pertenecen al Estado. Sólo las Escuelas Vocacionales (que entrenan para un trabajo en particular) y los Institutos Politécnicos, pueden ser de entidades privadas.

El Estado no sólo provee las clases, sino también la comida, los libros y el material escolar. Eso sí, si el alumno pierde el material, está obligado a pagarlo.

En Corea del Sur la educación también es gratuita. La enseñanza básica y media es obligatoria, siendo implementada en áreas rurales desde 1985. Eso sí, a esto los padres suelen sumar muchas horas más de clases en institutos privados, a un alto costo.

En cuanto a las universidades, se puede encontrar una gran variedad: hay más de 200 tanto públicas como privadas. 

Esta cantidad se explica, debido a que el creciente nivel de educación, sumado con una exigencia de los alumnos, hace que al país lleguen a estudiar muchos estudiantes de países vecinos.

LAS SIMILITUDES

1. El honor de ser profesor

El principal punto de coincidencia entre ambos modelos, es el estatus que tienen los profesores.

En Finlandia los docentes tienen un nivel de formación sobresaliente, con una selección previa muy exigente. 

Las universidades sólo reclutan a un 10% de los postulantes que se presentan a la carrera de pedagogía, a los que se les realizan pruebas de lectura, sensibilidad artística, dominio de algún instrumento, de comunicación, etc. Además, para ejercer la docencia, todos los profesores deben tener una maestría.


También hay un tema con el reconocimiento. No necesariamente en los sueldos, ya que no son superiores a otros países europeos. Pero existe un reconocimiento social muy grande hacia los profesores. Ser maestro en Finlandia es un honor, es una de las profesiones más valoradas.

En Surcorea hay un gran respeto por la figura del profesor. "Al profesor no se le pisa ni la sombra", aseguran que dicen. Se encuentran también, entre los profesionales mejor pagados del país y se someten a estrictas evaluaciones en las que participan estudiantes y padres para mejorar su nivel.

2. El aprendizaje en casa

En Finlandia, los padres están convencidos de que son los primeros responsables de la educación de sus hijos, antes que el colegio.  Por lo mismo complementan el esfuerzo que se hace en el colegio. El sistema social contribuye con numerosas ayudas oficiales a las familias, para que puedan conciliar su trabajo con la atención a sus hijos. 

En Corea del Sur, por su parte, se invierte muchísimo para continuar la educación fuera de los establecimientos. Se estima que el 90% de las familias en ese país gasta un promedio de más de $260 mil pesos chilenos mensuales en academias privadas fuera del horario escolar, para complementar y asistir a los estudiantes en las materias que ven durante el día.

3. Tradición lectora

En Finlandia, por tradición, hay un elevado sentido de responsabilidad, donde se valora a las personas "por su formación y no por su situación socioeconómica". El valor de leer y escribir está arraigado en la cultura finlandesa. La mayoría de los hogares por ejemplo, está suscrito a uno o más periódicos y el 80% de las familias van a las bibliotecas el fin de semana, por lo que el estímulo de la lectura resulta fundamental. 

Lo increíble de Corea del Sur es que luego de su liberación de Japón en 1945, el país tenía un grave problema de analfabetismo, pero sorprendentemente, hoy, sus estudiantes destacan por ser los que tienen mejor capacidad lectora de textos según la OCDE. Se posicionan muy por encima de Nueva Zelanda y Australia.

LAS DIFERENCIAS

1. Cobertura Estatal

Ninguno de los dos países son de los que más invierten en educación entre los miembros de la OCDE. Por ejemplo Finlandia destina alrededor del 7% del Producto Interno Bruto del país a Educación. La cifra de Corea del Sur es similar. Esto es la mitad de lo que Estados Unidos invierte de su PIB en este tema.

La diferencia, sin embargo, es que mientras en Finlandia estos fondos bastan para cubrir toda la educación de los niños, en el caso de Corea del Sur, la inversión resulta insuficiente, dado que los padres deben destinar fuertes sumas a complementar la educación de sus hijos, como se mencionó anteriormente, para pagar institutos privados de reforzamiento escolar y además hacen donativos para mejorar los mismos colegios o el profesorado (una especie de copago voluntario).

2. Niños relajados v/s Niños estresados

Los niños en Finlandia, son de los que empiezan el colegio más tarde, alrededor de los siete años, ya que la idea es que antes de esa edad aprendan mejor jugando y que para cuando finalmente ingresen a la escuela, estén ansiosos de empezar a aprender.

También es de los países de la OCDE con menor carga de horas de clases en sus colegio, con 608 horas anuales, en comparación con 875 de España. Además, los alumnos rara vez se llevan tarea para la casa.

Es su estilo relajado pero eficiente el que parece llevarlo al éxito. Por ejemplo, no hay calificaciones con nota hasta quinto básico. De esa manera se busca no fomentar la competencia entre los alumnos o incentivar las comparaciones o estigmatizaciones.

En esto se diferencia de Corea del Sur, ya que tras sus exitosos resultados, hay maratónicas sesiones de estudio. Seis o siete horas de clase en el colegio, más cuatro o cinco horas de clases particulares privadas. A eso se le suma el tiempo adicional de estudio en la casa o en bibliotecas. Los alumnos surcoreanos estudian 16 horas más a la semana que el promedio de la OCDE. Durante sus últimos años de enseñanza escolar, se espera que dejen todo tipo de descansos y se esfuercen por entrar a las mejores universidades del país, cosa que no se puede hacer -dicen allá- si duermes más de 3 horas diarias.

Una de las características del sistema educativo coreano, es su apuesta por la excelencia. De esa forma a los alumnos más brillantes, se les intenta apoyar para que aprovechen todo su potencial. Se trata de un sistema altamente competitivo, que genera verdaderas castas intelectuales.

Por otro lado, los excelentes resultados de Corea del sur, tienen su lado negativo. Las grandes expectativas que se pone en los alumnos, el alto grado de exigencia, la gran cantidad de horas de estudio, más la filosofía competitiva, forman una combinación de mucho estrés, que no todos los jóvenes resisten. A raíz de eso, el país lidera la tasa de suicidios entre menores de 24 años. El 8,8% de los encuestados en un informe de la Oficina de Estadística de Corea del Sur confesaron haber pensado alguna vez en quitarse la vida y el 53,4% relacionaron la excesiva competitividad en la educación como principal causa.

Pero el gobierno está consciente de este problema, por lo que creó distintas medidas para prevenir el suicidio, y también para frenar el gasto en enseñanza extraescolar. En las universidades se empezará a tomar en cuenta las habilidades y personalidad del alumno y no sólo sus calificaciones.

3. El mismo profesor durante los primeros seis años en Finlandia

Durante los primeros seis años los niños tienen en todas o la mayoría de sus ramos, al mismo profesor, que estará encargada de que ningún alumno quede excluido. Para ellos, esta es una manera de fortalecer su estabilidad emocional y seguridad. 

También en estos años es donde se pone a los mejores docentes, ya que según los finlandeses, es en estos años cuando se aprenden los fundamentos de todos los procesos posteriores. Los niños no sólo están en su etapa más manejable, sino que es en estos años donde se realizan conexiones mentales fundamentales que le estructurarán la vida. 

Por su parte, Corea presenta una educación tradicional, frontal y fuertemente centrada en la memorización de contenidos, en lugar de la comprensión. Eso sí, hasta los 16 años los alumnos pasan de curso independiente de su nivel de aprendizaje, y éste sólo se considera para los rankings internos de cada escuela. 

CONCLUSIONES

Entre las similitudes, vimos que las principales cualidades son evidentemente la alta exigencia de ingreso a la carrera docente y el prestigio que esto conlleva, así como el fuerte compromiso de los padres en la educación de sus hijos. Ambas características son, con toda seguridad, los dos principales factores que influyen en el éxito de sus políticas educativas.


En materia de diferencias, es interesante ver cómo dos estilos educativos pueden lograr resultados similares en términos académicos, pero muy diferentes en materia de salud y felicidad.

El modelo coreano, de alta presión, competencia y permanentes mediciones, con un estilo clásico de educación frontal, logra llevar a sus alumnos a un alto estándar educacional, pero a un enorme costo emocional y con un tremendo esfuerzo agregado, tanto de tiempo como de dinero. 


Por su parte, el estilo orgánico de la educación finlandesa, que centra su modelo educativo en torno a las etapas del niño, impulsando su curiosidad, interés y capacidad de auto aprendizaje, con profesores que adquieren un rol más bien de guías y motivadores, parece lograr los mismos resultados del sistema coreano, pero con mucho menor esfuerzo.