Indigentes en Twitter - El milagro 2.0

Un inmigrante puertorriqueño se reunió con su hija tras diez años. Un amante del deporte pudo ir a ver a su equipo favorito a jugar en vivo. Estas son las historias de cuatro personas sin hogar que, gracias a Twitter, pudieron ser escuchadas.

Por María Paz Salas @mpazsalasm | 2013-06-24 | 15:02
Tags | vagabundos, pobreza, underheard in new york, twitter, indigencia, redes sociales

Para quienes viven en una situación de calle, especialmente en una gran urbe como lo es Nueva York, la agitada vida en las redes sociales es la última de sus preocupaciones. 

Por lo mismo, cuatro indigentes fueron escogidos para introducirlos a Twitter y sobre todo, para darles un espacio para contar sus historias.

Así nació en 2011, "Underheard in New York", que por un mes le entregó un celular con Internet, mensajes de texto y una cuenta de Twitter a Danny (@putodanny), Derrick (@awitness2011), Albert (@albert814) y Carlos (@jessie550), cuatro personas sin empleo y que pasan sus noches en el albergue del New York Rescue City Mission.

"Todos los días evadimos a los indigentes: los ignoramos, no los vemos. Ya sea por falta de confianza o incomodidad, e incluso de antiguos estereotipos.  Es más fácil clasificarlos como un grupo más que tomarlos en cuenta como individuos", asegura Underheard in New York a través de su página web.

Como dijo Carlos, uno de los desempleados que participó en la iniciativa, las personas no se daban cuenta que vivir en situación de calle "era como un trabajo", por todo el esfuerzo que ellos tenían que hacer para sobrevivir cada semana.

Por lo mismo los tuits de los vagabundos, tenían la misión de hacer comprender a las personas cómo era vivir en esa situación. Como Albert, que escribió al ser preguntado por su motivación a participar: "A veces es bueno hablar de las cosas que tiene en mente una persona que vive en duras condiciones".

Los cuatro hombres, luego de las primeras semanas, tuvieron más de 2.000 seguidores, y fueron ayudados por la comunidad que comenzaba a seguirlos, con mensajes de apoyo para encontrar trabajo e incluso otros ofrecimientos más interesantes, mientras ellos contaban su vida diaria en esta búsqueda permanente de una oportunidad.
 

Los Twitteros y sus resultados

Derrick, originalmente de Nueva York, luego de perder su trabajo pasaba sus días yendo en la mañana a la iglesia y luego al Departamento del Trabajo.

Como es fanático del deporte, luego de la iniciativa recibió un llamado de un jugador de fútbol americano, Steve Smith, para invitarlo a ver a su equipo, los NY Giants, y también a participar en un acto de beneficencia para la NYC Rescue Mission (el albergue donde Derrick se quedaba) en su nombre.

Albert es otro inmigrante, proveniente de Republica Dominicana, que actualmente busca obtener el permiso permanente para quedarse en Estados Unidos y así encontrar un trabajo en un restaurant. Además de distintas entrevistas laborales, muchas personas lo ayudaron dándole tickets de transporte.

Carlos, creció en Queens y luego de trabajar 26 años, fue herido en un accidente de auto por un conductor ebrio. Mientras estaba en el hospital perdió su departamento. Su familia y amigos no sabía que estaba viviendo en un albergue porque él no quiso contarles.

Trabaja cada día por empezar su propia compañía en gestión de confianza. Gracias a esta iniciativa, le ofrecieron un espacio y un computador para que pudiera cumplir su sueño, además de una tarjeta de metro que le ayudaría a movilizarse.

Danny encuentra a Sarah

Danny es un inmigrante de Puerto Rico que llegó a Estados Unidos en 1969, quien trabajaba de guardia de seguridad hasta que un accidente laboral lo dejó incapacitado para trabajar.

"Espero que la gente se dé cuenta de que a veces no eres físicamente capaz de trabajar, que sobrevivir sin un ingreso no es posible", aseguró al momento de entrar a la iniciativa.

Danny no veía a su hija hacía diez años, desde que ella dejó Puerto Rico para ir a vivir con su madre en California. Cuando llevaba tres semanas en el programa, decidió usar los 140 caracteres para localizar a Sarah, su hija, y tal vez conocer a sus nietos.

Un Martes twitteó:

Algo así como: "Hola, esto es para hacerles saber que estoy buscando a mi hija, su nombre es Sarah m Rivera", agregando también su celular y una foto de Sarah, de 27 años.

Al día siguiente, ella lo llamó y se reunieron ese mismo viernes en Nueva York. 
"Es un momento increíble. Tengo mucha alegría", declaró a CNN en su momento.

Ese fue el twitt con el que agradeció no solamente haberse reunido con su hija, sino que también porque conoció a sus dos nietos.

Además de estas ayudas particulares, muchas personas que pasaban por las calles comenzaron a reconocerlos y a ayudarlos de distintas maneras, tanto económica y materialmente, como con palabras de apoyo. Al final del mes ya no eran tan invisibles como al principio.

Gracias a esta iniciativa, la ciudadanía pudo ver a estas personas en situación de calle, sin prejuicios, como lo que son: seres humanos como todos, con sus dolores, alegrías y preocupaciones.


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