Imagen: César Mejías

Nuevo tratamiento contra jaquecas las "desactiva" antes de que comiencen

Si ni remedios, masajes ni rezos espantan a ese crónico dolor de cabeza, no pierdas las esperanzas. Un nuevo tipo de drogas, que pronto estarían disponibles, pueden hacerles un "Minority Report" y desarticular su origen antes de que el dolor comience.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2015-11-25 | 11:22
Tags | jaqueca, salud, ciencia, medicina, dolor, cabeza, droga, tratamiento, migraña

*Esta nota fue originalmente publicada en 2015.

Deriva del arabe šaqīqah o "media cabeza", y así se siente, como un hacha plantada en medio de nuestro cráneo, retumbando al son de tres sílabas: "ja-que-ca".

Si han sufrido o sido testigos de una, ya saben a lo que nos referimos. Un dolor inhabilitante que puede durar por días y al que la Aspirina no le hace ni cosquillas. Lo sufre, al menos una vez en su vida, el 15% de la población mundial y cuenta en su paseo de la fama a personalidades tan variopintas como Van Gogh, Elvis, James Joyce y Julio César.

Pese a que es una afección milenaria, aún no existe una cura única y fiable para la jaqueca. Medicamentos, terapias alternativas y, según recomendación del médico del siglo X, Ali ibn Isa, atarse un topo muerto a la cabeza, son tratamientos que funcionan a veces (sobre la última tenemos nuestras dudas) y otras dejan sólo las esperanzas de la próxima sí sea la cura.

Las esperanzas de los jaquecosos y jaquecosas del mundo radican hoy en un nuevo tipo de droga que actúa como ninguna otra, y que, luego de casi tres décadas de experimentación, podría muy pronto estar disponible.

Un dolor de cabeza de 27 años

En 1988, el prominente neurólogo australiano Peter Goadsby publicaba un paper donde examinaba el nervio trigémino, la autopista que lleva las sensaciones de tacto y dolor desde la cara, los ojos, los senos paranasales y la boca hasta el cerebro, y su hipotético rol en las jaquecas.

Goadsby había observado en animales que, en ramificaciones del nervio, celulas hiperactivas reaccionaban a luces, sonidos y sonidos benignos, liberando químicos que transmitían señales de dolor, así desencadenando jaquecas. La clave, pensaba el neurólogo, era identificar al culpable con nombre y apellido, y encontrar la forma de bloquearlo ¿Cómo? ¡Con ciencia!

En colaboración con el neurólogo David Dodick, hoy Presidente de la Sociedad Internacional de Dolores de Cabeza (en serio, existe), Goadsby encontró a un culpable: un neurotransmisor abundante en la sangre de personas con jaquecas crónicas llamado "Péptido relacionado con el gen de la calcitonina", que para conservar nuestra sanidad mental llamaremos CGRP, por sus siglas en inglés. Una abundancia de CGRP, encontraron los médicos, facilitaba la transmisión de la señal de dolor de una célula nerviosa a otra. Interrumpir esta reacción en cadena permitiría "desactivar" la jaqueca, hipotetizaron. La biotecnología tardó décadas en finalmente dar con la herramienta que permitiría hacerlo.

Sé quién eres, jaqueca, y sé dónde vives

Así como Tom Cruise evitaba el crimen antes de que sucediera en la película Minority Report, un nuevo tipo de drogas promete algo similar: desactivar la jaqueca antes de que comience ¿Cómo? ¡Con más ciencia!

Son varios los laboratorios farmacéuticos que hoy están desarrollando anticuerpos que se adhieren a las moléculas de los CGRP o sus receptores en las células nerviosas, y previenen su activación. "Son como misiles teledirigidos", dice Dodick, cuyo esfuerzo por hacer ver "cool" a la ciencia apreciamos.

"Es el primer tratamiento preventivo específico para jaquecas", agrega Goadsby, en entrevista con el blog Migraine Again, recordando que muchos de los tratamientos que se indican para la jaqueca, son en verdad medicamentos para otras afecciones, como presión alta y epilepsia, y que, por razones desconocidas, a veces funcionan.

Las pruebas clínicas los tienen a ambos más que satisfechos. En dos estudios donde participaron 380 personas con casos severos de jaqueca (hasta 14 días al mes), luego de una sola dosis de este nuevo tipo de droga, se reportó más de un 60% de disminución en los días con dolor de cabeza. Además, en ambos se reportó que un 15% de los pacientes estuvieron completamente libres de jaquecas al llegar a la mitad del estudio (3 de 6 meses), y alrededor del 10% lo estuvo durante toda la prueba.

La revista Scientific American reporta que es posible que estas drogas, que se administrarían como inyecciones mensuales, reciban el OK de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos el próximo año. Una vez llegado a ese punto, podríamos estimar su llegada a otros mercados.

¿Tienes algún remedio preferido frente a un dolor de cabeza?