Tras las elecciones municipales oficiadas el sábado pasado en Arabia Saudita, las primeras en la historia en las que se permite la participación femenina, diecinueve mujeres se han convertido en pioneras, al ganar por primera vez un puesto en los consejos municipales del reino.
Si bien en la última década, las saudíes han logrado algunos avances en materia de derechos, como la posibilidad de asistir a una Universidad mixta desde el año 2009, este de las elecciones resulta todo un hecho histórico al considerar que en este país, –el último del mundo en negar el derecho a voto y la candidatura a sus ciudadanas– las mujeres son sometidas arestricciones en sus derechos básicos, como la prohibición de manejar o tener que depender del consentimiento de un “guardián” o tutor (ya sea su padre, marido o hermano), para casarse, estudiar, trabajar, viajar al extranjero o abrir una cuenta en el banco. Este, entonces, es un paso importante.
Arabia Saudita recibió 978 inscripciones de mujeres como candidatas para estas elecciones, frente a los 5.938 hombres que también lo hicieron. Pero a pesar de la desproporción, más de 130.000 mujeres se registraron para votar y acudieron felices a manifestar sus votos a las urnas.
Si bien se les presentaron obstáculos a las mujeres durante las campañas, como por ejemplo, que las candidatas no tenían derecho a reunirse cara a cara con los votantes masculinos durante la campaña o que no podían utilizar propaganda ni ningún edificio público, escuela o centro deportivo para hacer campaña; frente a todo pronóstico, 19 mujeres fueron electas concejales y eso que sólo el 10% de los votantes equivalía a mujeres. Es decir, los hombres también votaron por ellas, a pesar de que en sus campañas se les tenía prohibido dirigirles mensajes a ellos.
“Aunque sólo se hubiera elegido a una mujer, estamos realmente muy orgullosas. Honestamente, no esperábamos que ninguna ganara”, comentó a La Tercera Sahar Hasan Nasief, activista de los derechos de la mujer.
Si bien es histórica la participación femenina en las elecciones para votar a los representantes de las asambleas municipales (las únicas compuestas por representantes electos y la tercera que se realiza en el país desde su fundación en 1932); la incidencia que tiene el cargo de concejal en la política y gobernación del país es bastante limitada.
Los consejos municipales se encargan de asuntos locales, como la limpieza de las calles, la mantención de las zonas ajardinadas y la recolección de basura.
Recordemos que Arabia Saudí es dirigida por una monarquía, actualmente por el rey Salmán de la dinastía sunita de los Al Saud, y que la decisión del permiso al voto y candidatura femenino fue de su predecesor, el rey Abdalá, quien concedió en 2011 a las saudíes el derecho a voto y a ser elegidas, siendo estas elecciones las primeras en llevarse a cabo de esta forma.
Si bien aún no se entregan los cómputos oficiales del recuento de votos, los medios hablan de que al menos 19 mujeres saudíes ya ganaron los cargos municipales y que provienen de regiones muy diferentes del país, desde la segunda mayor y más cosmopolita ciudad de Arabia Saudita hasta una pequeña aldea junto a uno de los sitios más sagrados del Islam.
Salma Bint Hizab al Oteibi fue la primera mujer que se conoció como ganadora, y triunfó en Madrak, una localidad cercana a La Meca, el lugar más sagrado del Islam. Ella competía contra seis hombres y otras dos mujeres.
Yeda, la segunda ciudad más grande y la más cosmopolita de Arabia Saudí, eligió a dos mujeres, igual que Qassim, una de las regiones más conservadoras del país. Otras candidatas se alzaron con la victoria en zonas del extremo norte del reino: una mujer ganó en Medina, donde fue construida la primera mezquita del Profeta Mahoma; dos fueron elegidas en Tabuk; una en al-Jawf y otra en Hail. Además, una mujer obtuvo el triunfo en la región de Jizan, en la frontera sur de Arabia Saudí, una más en Asir y dos en al-Ahsa.