El tema de financiamiento de campañas políticas siempre ha sido más bien polémico. Aportes públicos o privados deben cumplir con una serie de requisitos de transparencia y montos de dinero limitado o depósitos anónimos según los requisitos establecidos previamente por el Servicio Electoral. ¿Para qué? Para que el financiamiento sea considerado legal y dentro de lo permitido y para evitar posibles abusos y conflictos de interés entre la política y el mundo privado.
Pero es sabido que estas reglas se suelen no respetar y se cometen constantemente irregularidades de relaciones turbias entre negocios y política. Sin ir más lejos, esta es una realidad latente en Chile, con casos como Penta y Soquimich (que explicamos en detalle cuando estaba en pleno apogeo noticioso, en este artículo), empresas que han financiado partidos y campañas políticas de forma irregular, involucrando a diferentes empresarios y políticos en verdaderos escándalos, independiente de su color político, como por ejemplo Jovino Novoa, Marco Enríquez Ominami, Pablo Zalaquett y Andrés Velasco, entre otros.
Pero incluso cuando no se violan las reglas de financiamiento, muchos cuestionan la pertinencia de que empresas privadas puedan financiar a partidos y campañas políticas, por el evidente conflicto de interés en que cae la autoridad que ha sido beneficiada por sus aportes, pues por un lado debe actuar en interés de los votantes, pero por otro, sabe que consiguió el cargo gracias al apoyo de ciertos grupos con intereses particulares en muchas de las leyes que se están discutiendo y que son directamente opuestos a los de los ciudadanos o la libre competencia; sobre todo cuando sabe que volverá a depender de su apoyo para la próxima elección.
Aunque se ha intentado resolver este problema mediante el anonimato de los aportes, resulta tan fácil violarlo, que la medida resulta inútil. Por esta misma razón este año se envió al congreso un nuevo proyecto de ley de fortalecimiento y transparencia en la democracia, que elimina el aporte de empresas a las colectividades políticas y los aportes reservados.
Sin embargo, esto abre nuevos problemas. Por un lado, los partidos se quejan de que las donaciones de los votantes son insuficientes para financiar una campaña y menos el funcionamiento regular de un partido, por lo que piden aportes estatales. Pero por otro lado, a la ciudadanía no le agrada nada la idea de que el dinero de sus impuestos se utilice para financiar la desprestigiada actividad política. Además, no pocos advierten que el que el Estado provea los dineros, abre el camino a otro tipo de abusos y privilegios, como el que las autoridades en el gobierno favorezcan a los partidos oficialistas en desmedro de la oposición, o que se establezcan reglas arbitrarias para dificultar la formación y financiamiento de nuevos partidos que puedan competir con los establecidos.
Para evitar todo esto, ya que no es sólo un problema que se da en Chile, sino en el mundo entero, el nuevo partido político español de izquierda PODEMOS, fundado en enero del 2014 y que busca terminar con el bipartidismo español del Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y renovar la política española ; decidió conseguir el financiamiento de campañas a través de microcréditos de la propia ciudadanía, evitando así tener que solicitar préstamos de bancos y aportes a poderosos, ya que quieren enfrentar una carrera transparente, leal y sin dependencia alguna de los poderes económicos. “En Podemos somos diferentes porque funcionamos diferente, solo dependemos de ti”, decía el slogan para la recaudación de las elecciones autonómicas de marzo del 2015. Arriesgado, sí. Pero les funcionó de maravilla. 2.000 simpatizantes donaron más de 410.000 euros y el partido obtuvo quince parlamentarios, de los cuales ninguno había ocupado un cargo político previamente; y ahora PODEMOS va con fuerza por las presidenciales del próximo 20 de diciembre. Sí, así de rápido.
¿Quién diría que una campaña que busca donaciones públicas para financiar una campaña política fuese exitosa? Lo normal es pensar que en la actualidad, la gente común y corriente está bastante hastiada de todo lo relacionado a la política, en especial a lo referente al dinero de campañas y su falta de transparencia. Sin embargo, este mismo hastío fue aprovechado en favor del partido, al hacer a los ciudadanos parte de la solución. El partido activó una plataforma para recolectar los aportes de campaña y con el compromiso de que luego de las elecciones, se les devolvería el aporte gracias a la subvención correspondiente de los gastos electorales que otorga el gobierno. Y en el caso de que el total de la subvención fuera menor a la del préstamo recibido, el total de las cantidades no cubiertas serían devueltas de forma proporcional en el plazo máximo de 12 meses.
“En Podemos queremos hacer un gobierno que luche contra la desigualdad y eso empieza con la desigualdad de las campañas políticas. Por eso seremos el único partido político de estas generales que se financiará sólo con apoyo ciudadano. ¿Qué te daremos a cambio?, nada. O mejor dicho no devolver ningún favor a ningún empresario porque aportó dinero para una campaña política. Que eso, como está el patio en España, ya es bastante”. Lo anterior es parte del video de campaña de recaudación de fondos de PODEMOS. Si bien el mensaje es frontal y se va directamente en contra el poder económico, la reacción de la gente fue a creerles, confiar en ellos y sentirse representados.
Y la estrategia de financiamiento que han utilizado en sus campañas se basa en tres puntos:
- Independencia: “en Podemos no queremos depender de bancos ni de los poderes económicos y por eso nuestro objetivo ha sido ampliar al máximo la base de donantes y colaboradores. El número de colaboradores económicos en el portal de participación a fecha de hoy son 11.500, y en total en las campañas autonómicas conseguimos recaudar € 2.054.100 mediante microcréditos de € 100, € 500 y € 1000.
- Innovación: “para conseguir ampliar la base de donantes apostamos desde el inicio por desarrollar vías de financiación innovadoras que posibilitaran nuestro objetivo. Estas vías de financiación se han basado en herramientas web como el crowdfunding, los microcréditos o las colaboraciones periódicas no obligatorias”.
- Transparencia: “en Podemos practicamos la transparencia que queremos ver en las instituciones. En nuestros estatutos nos comprometimos a publicar nuestras cuentas en la web trimestralmente. A cambio de pedirle a la gente que nos apoye económicamente, nos comprometemos a enseñar a todo el mundo hasta el último euro que invierten en el cambio”.
Luego ese dinero es devuelto con la subvención electoral, el que se aplica de forma íntegra y directa a la devolución del préstamo. Así fue como rápidamente el partido consiguió más de 400.000 euros, ahorrándole a las arcas públicas 1,4 millones de euros, ya que el importe que le correspondería a esta formación en función de los resultados es de 1.819.580 euros mientras quelo gastado han sido 410.000 euros.
La devolución de los aportes de las elecciones andaluzas de marzo se comenzaron a entregar hace poco, y el 85% de los suscriptores optó por renovar el préstamo para las elecciones generales. Es decir, hoy el creciente partido continúa con la misma dinámica de crowdfunding y microcréditos ciudadanos para recaudar todo tipo de fondos para sus campañas y actividades, y actualmente están recolectando donaciones para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre, a las que su fundador y secretario general, Pablo Iglesias, va como candidato a la Presidencia de España. Si bien es difícil que salga electo, ya cuenta con un porcentaje sobre el 16% de la intención de voto, lo que no deja de ser menor, considerando lo joven que es tanto el candidato (36 años) como el partido que recién cumplirá dos años en enero próximo.