Comenzó con solo cinco personas, pero logró poner la ciudad al servicio de la bicicleta y convertirse en un éxito de fama internacional. La ciudad canadiense de Calgary es otro caso ejemplar sobre cómo transformar las calles con eficiencia para abrirle paso a los pedaleros.
Hoy es uno de los proyectos de carriles de bicicleta protegidos más ambiciosos de América del Norte y ha sido destacado como uno de los mejores del mundo. Esta red de ciclovías se lanzó recién en junio de 2015 y aunque aún está a prueba, ha dado mucho que hablar.
Lo novedoso de Calgary es que todo se hizo de una sola vez, sin etapas, ni recorridos expandidos de año a año, sino todo el entramado de inmediato. Obviamente la ciudad contaba con algunas ciclovías, pero después de solo tres meses de abierta esta nueva red, los viajes en bicicleta aumentaron en promedio un 95%, es decir, hoy se realizan 388 mil viajes por estas vías.
Mientras otras ciudades piensan y piensan, aquí diseñaron a conciencia y rápidamente ejecutaron. Para no quedarnos atrás, ¿qué tiene Calgary que podemos imitar? Combinamos las lecciones que destacó People for Bikes con otras fortalezas que identificamos de su proceso. Atentos.
El plan no vino solamente desde la cúpula política, sino que fue el resultado un movimiento ciudadano que impulsó la voluntad del municipio para llevar adelante el cambio en coordinación constante. Aunque desde el 2011 un grupo de personas trabajó sin tregua para lograr esto, el año 2014 fue el momento clave, en que con la campaña Calgarians for Cycle Tracks (que comenzó con solo 5 personas) logró que se aprobara el proyecto.
En sólo un par de semanas, armaron un equipo de 30 voluntarios y consiguieron 1.500 seguidores en Facebook. Con el apoyo de ciudadanos, grupos comunitarios, líderes cívicos y empresas promovieron la infraestructura para bicicletas segura y eficiente en la ciudad. A fines de abril, la municipalidad aprobó la red de ciclovías y luego de diversos procesos de participación y de diseño, la construcción de la red se concretó en tan solo seis meses.
El grupo Bike Calgary movió en las redes la campaña que reunió a personas de todo tipo, donde destacados líderes participaron con sus testimonios.
Un medallista olímpico destacaba la importancia de la bicicleta como una opción para todos, no solo para deportistas. El director general de Salud de la región defendía el aporte del pedalear a diario para luchar contra enfermedades como la hipertensión. El presidente de una importante inmobiliaria en Canadá, enfatizaba la importancia de construir una ciudad compatible con el crecimiento de la sociedad. Un escritor experto en sustentabilidad contrastaba la diferencia de costos entre la infraestructura de bicicletas y autos, y su evidente aporte al medioambiente.
Esto le dio mucha potencia al movimiento pedalero en la ciudad y presionó positivamente al municipio a tomar cartas en el asunto, más temprano que tarde.
¿Por qué no probar primero y ver cómo funciona? Una lección que ha dejado Nueva York, Portland y otras ciudades ejemplares para el pedaleo, también fue ejecutada por Calgary. Su proyecto de ciclovías tiene carácter de piloto a 18 meses.
Esto ayuda a acelerar la planificación y a eliminar el miedo al error que paraliza los cambios que necesita una ciudad. Con la promesa de que si no funciona, se pueden eliminar o cambiar las vías, el municipio estableció que el objetivo es aumentar al doble o triple el número de ciclistas.
Cantidad no es calidad necesariamente, pero si se trata de montar una red de transporte, puede ser una mejor opción. Hacer una versión rápida y piloto, que costaba la mitad que una 100% definitiva (en total menos de 6 millones de USD), permitió a Calgary poner más carriles en el suelo de una sola vez, dándole mayor valor a la red de ciclovías.
En un comienzo se querían construir dos vías cada año, comenta a People for Bikes, el presidente de Bike Calgary, Kimberley Nelson. El alcalde se dio cuenta que no se podía hacer una prueba verdadera de su funcionamiento si no se instalaba la red completa de inmediato.
"Poner pistas para bicicletas no es ciencia espacial", asegura Tom Thivener, coordinador de ciclismo de Calgary, "solo teníamos que asegurarnos de que fuera barato y temporal".
A diferencia del caso de Nueva York, que tiene una red mucho más extensa y gran parte de las ciclovías se pintaron en la calle, las ciclovías de Calgary están diseñadas con separaciones físicas de la vía de autos. Pero son sutiles, en vez de gastar millones en mucho cemento, utilizaron delineadores flexibles, soleras de estacionamiento y jardineras, siempre que fuera posible, además de un cableado más sencillo para las señalizaciones.
El éxito de Calgary y la aceptación de los ciudadanos se debe parte importante al Programa de Embajadores de la Bicicleta, un grupo de embajadores que informan a las personas sobre los usos de la red de ciclovías. También cuentan con videos en línea para educar a los ciudadanos en las nuevas condiciones.
"Definitivamente hubo un aumento inicial de confusión, pero la gente se está acostumbrando. A través de la amplia participación, estamos viendo desaparecer la confusión y la gente caminando, en bicicleta o en auto, está bien ubicada en los corredores, a pesar de todos los cambios en las señales, las rayas y la señalización", asegura Thivener.
Al igual que los carriles de bicicleta de Calgary, la información debe ir ambas direcciones. Como se trata de un proyecto piloto, el municipio está constantemente monitoreando y evaluando el funcionamiento y la seguridad en las calles en base a observaciones y la experiencia de las personas. Cualquier comentario o duda puede ser compartido a través de un número de teléfono especialmente dedicado.
Aunque el proyecto es bastante reciente, la evidencia de su éxito es visible y varias cifras lo dicen. No sólo ha aumentado el uso de la bicicleta en un 95%, sino también ha aumentado el porcentaje de mujeres que la utilizan como transporte y a tres meses de su implementación, más del 60% de la ciudad ya aprobaba el piloto.
En Calgary Buzz señalan que hay un aumento de familias con niños en el uso de la bicicleta y además que las colisiones se han reducido. El dato sobre la cantidad de personas es compartido en Eco-Public y toda la otra información recogida junto a esta se entrega al consejo municipal, quien durante diciembre está revisando el proyecto para ver los cambios que sean necesarios y los nuevos desafíos que debe plantearse la ciudad.