Café, conversaciones y platos: el sonido perfecto para aumentar la creatividad
No es sólo el gusto del café, tampoco el sillón agradable. Las cafeterías guardan otro secreto que las hace tan atractivas para los creativos: un estudio comprobó que tienen el nivel de sonido perfecto para aumentar la creatividad del pensamiento.
Siempre hemos percibido la importancia del ambiente para concentrarnos y trabajar, pero tradicionalmente el silencio o la música suave se han considerado los ambientes propicios para cualquier tarea intelectual. Ya no más. Al parecer, cierto tipo de ruido puede mejorar nuestra manera de pensar.
Un estudio de tres universidades publicado por The University of Chicago Press, comprobó que la creatividad aumenta cuando nos vemos rodeados de un ruido ambiente en particular: el de las cafeterías.
Una rica taza de café nos puede estimular, pero el sonido base que surge de las varias conversaciones, los choques de algunos platos, el vapor de una máquina cafetera es lo que hace la diferencia. Son 70 decibeles, el justo medio para impulsar nuestra creatividad y dar paso a nuevas ideas. Un lugar demasiado silencioso de 50 db nos desconcentraría y uno demasiado ruidoso de 85 db nos impediría crear.
La lluvia creativa depende de la atmósfera
El experimento fue el siguiente: distintas personas tenían que hacer una lluvia de ideas sobre algún tema. El acto lo tenían que repetir con diferentes volúmenes de ruido ambiente, todos ellos emitidos por parlantes en una sala. Los resultados fueron increíbles. Se comprobó que todos tenían un comportamiento similar en su creatividad al cambiar la intensidad del sonido.
La extrema tranquilidad es útil para concentrarse en leer un documento, revisar números, entre otros, pero inhibe el pensamiento creativo. Ravi Mehta, uno de los profesores asistentes, explicó que en estos casos se tiende a agudizar el enfoque, lo que muchas veces impide pensar de forma abstracta. Asimismo el exceso de ruido perjudica la creatividad porque reduce la atención.
En cambio, una cantidad moderada de ruido genera lo que se llama "procesamiento disfluente", una falta de fluidez mental que activa la cognición abstracta y por lo tanto mejora el rendimiento creativo.
Esto quiere decir que, al aparecer, ante una pequeña dificultad para procesar la información, como el ruido moderado en una cafetería, nuestro pensamiento se irrita de manera positiva y busca procesar de manera más amplia la información, fuera de los típicos esquemas. Además, aumenta la probabilidad de comprar productos innovadores, lo que nos confirma que con 70 db, nuestro pensamiento está más abierto a las cosas nuevas.
Ojo que estos beneficios del ruido moderado se aplican solamente a tareas creativas. Así que no se extrañen de que no funcione en otros casos. Hay proyectos que requieren prestar muchísima atención a los detalles y se realizan mejor en ambientes silenciosos.
Lleve la cafetería a su escritorio: Coffitivity
Si te gustó la idea, puedes experimentar, dice el estudio, sin necesidad de ir físicamente a una cafetería. Justin Kauszler, un joven de 23 años que trabajaba en la Universidad de Virginia, leyó el estudio y notó el cambio en su creatividad según el ambiente. Pero su jefe no le dejó irse a trabajar a una cafetería todos los días. Entonces se le ocurrió algo.
Si es tan evidente que el ruido ambiental de las cafeterías contribuye a pensar de manera creativa, ¿por qué no ampliar esta posibilidad a todo ámbito? Así surgió la página web "Coffitivity", hecha para que todo trabajador que necesite creatividad, pueda estimularla. La web emite un sonido de fondo igual al de una cafetería.
La idea tuvo tanto éxito que actualmente Coffitivity recibe alrededor de 15,000 visitas por día. Esa popularidad los ha llevado hoy día a plantearse la creación de diferentes soundtrack de cafeterías, adaptados a cada cultura. Otros idiomas, acentos, etc.
Así que ya saben, si necesitan creatividad, prueben entrando a Coffitivity y comprueben si a ustedes, como a quienes participaron en el estudio, les funciona. Tal vez parezca raro, pero a mí me funcionó. Eso sí, recuerden no pedirle a este sonido más de lo que puede dar. No nos convertirá en personas creativas de manera mágica, sólo aumentará nuestra capacidad de abrirnos a nuevas ideas.
