"Si no puedes con ellos, úneteles", es una frase que nadie, jamás, usaría en el contexto de las prótesis, pero bueno, nadie se esperaba que Chile saliera Campeón de América ¿No?
Desde que surgieron hace siglos como poco más que patas de palo, las prótesis de miembros, incluso las actuales, conllevan una serie de incomodidades, la mayoría relativas a heridas derivadas del calor, roce, sudor y peso de la pieza de encaje, la parte donde se une la prótesis al cuerpo; y es que prácticamente todos los modelos existentes se anclan en la piel, amarrándose a la extremidad residual y apoyándose contra esta.
Para qué luchar contra el cuerpo si te puedes unir a él, pensaron científicos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad John Hopkins, quienes desarrollaron un pionero método que permite integrar las prótesis directamente al hueso. Ya fue probada y los resultados son muy positivos.
Oseointegración se llama el proceso desarrollado, en el que un dispositivo de compresión de titanio llamado Compress se implanta en el espacio medular entre el hueso y la extremidad residual, la parte de la pierna o brazo que no fue amputada, del paciente.
"Este anclaje óseo", explican desde la Universidad, "induce una respuesta biológica del hueso para crear una conexión fuerte y duradera entre el implante y éste. En otras palabras, el implante se convierte en parte del hueso".
El segundo paso ocurre varios meses después, cuando un adaptador también de titanio se conecta, a través de la piel, al implante en el hueso que permitirá su conexión con la prótesis.
La cirugía antes descrita se llevó a cabo por primera vez el año pasado en Johnny Matheny, un hombre que perdió parte de su brazo por un cáncer en 2008, y quien ha sido pionero en probar y experimentar con distintos tipos de prótesis desde entonces.
Matheny, de hecho, posee uno de las 6 unidades existentes de la Extremidad Protésica Modular (MPL por sus siglas en inglés), la prótesis de extremidad superior "más sofisticada del mundo", según la Universidad.
Sofisticada, porque es capaz de seguir comandos mentales y transmitir al cerebro la sensación de tacto. En otras palabras, lo más parecido a un brazo real que la tecnología ha logrado. Esto se logra gracias a una operación llamada "reinervación dirigida", que busca la reasignación de nervios claves para transmitir información entre el brazo robótico y el cerebro.
Matheny se sometió luego a la operación de oseointegración para ver sus efectos en la MPL, que, a pesar de su avanzada tecnología, era incómoda de usar porque se necesitaba de un arnés con ventosas y correas. El equipo de la Universidad Johns Hopkins dice haber tenido "expectativas moderadas" que fueron ampliamente superadas.
Fuente: Universidad John Hopkins
Al preguntársele por la sensación de utilizar la MPL por primera vez conectada directamente a su hueso, Matheny responde: "Ahora todo se siente natural. Nada me contiene. Antes tenía un rango limitado; no podía llegar sobre mi cabeza ni a mi espalda. Ahora ¡boom! Esa limitación ya no está".
"La MPL ahora sí que es una verdadera extensión de su brazo", dice el médico del programa, Albert Chi, "no solo le es más cómodo, sino que sus habilidades de control (de motricidad fina) han sido fenomenales".
En un video publicado por la Universidad, se puede observar cómo Matheny logra usar el brazo, bautizado como Luke Skywalker, para manipular exitosamente objetos pequeños de variadas formas:
Courtney Moran, experta en prótesis del programa, señala que ha sido increíble lo que Matheny ha logrado hacer sin la interface de encaje. "Johnny cumplió todos mis objetivos en las primeras dos horas", agrega.
Para el equipo de la Laboratorio de Física Aplicada, los logros de Matheny significan un avance importante en el campo de las prótesis, pero aún queda lo más complejo: cómo hacer llegar la tecnología a quienes lo necesiten.
"Hasta que la tecnología no llegue a las manos del soldado herido, del anciano que tiene problemas para vivir independientemente, no habremos verdaderamente completado nuestra misión" comenta Michael McLoughlin, líder del equipo.
En tanto, Matheny seguirá asistiendo al laboratorio para medir su progreso, que es también el progreso de la ciencia y tecnología mundial.