El 2011 Veronika tenía 20 años. Estudiaba diseño y le encargaron en un curso de su universidad crear un proyecto que se hiciera cargo de alguna necesidad. Observó la realidad que la rodeaba: Una de cada 42 personas es indigente en Detroit. Los albergues sociales no dan abasto y muchas personas pasan la noche en las calles. El frío es intenso en esta ciudad de Michigan. De ahí surgió la idea.

Presentó un abrigo particular. No sólo servía durante el día, sino que además integraba un saco de dormir para la noche, sumamente simple de doblar, achicar y transportar para quienes viven en la calle. Hecho de lana y recubierto con material impermeable (Tyvek), estas prendas fueron una buena solución para hacer de los días y noches de la calle, algo más llevadero. Esa idea tan simple y efectiva, pronto se transformó en una iniciativa que ha ayudado a miles de personas.

Hoy The Empowerment Plan, como se llama el proyecto, es una organización sin fines de lucro que reparte abrigos sin costo alguno para los indigentes de la ciudad. Para este año, se espera una producción de 4 mil parkas. La ayuda es tan necesaria, que esperan a largo plazo poder convertirse en una planta de costura industrial que pueda colaborar en este problema no resuelto de la sociedad. 

Hasta el momento son financiados por diversas instituciones: Fundación Sara Blakely, Fundación de la Mujer, General Motors, entre otros. A futuro buscan también funcionar con un modelo "comprar para donar", donde quien quiera colaborar pueda pagar uno de los abrigos y regalárselo a una persona que lo necesite. Se trata de ampliar al máximo las posibilidades para tener mayor alcance en la población.

En Empowerment Plan destacan que "las personas sin hogar se encuentran atrapadas en un ciclo. Muchas veces éste comienza cuando una persona pierde su trabajo, luego su casa y, finalmente, termina en las calles de cualquier lugar desde unos pocos meses a incluso más de 20 años". 

¿Cómo ayudar de más modos y prestar herramientas para que las personas se hagan dueñas de sus propias vidas puedan salir de esta situación?

Costura redentora: Labor de mujeres indigentes

Los abrigos no son lo único, pues "no se trata del objeto en sí mismo, sino de las personas", dice Veronika. Proteger del frío es una gran colaboración, pero quisieron ir más allá. Su pequeño taller no es común: actualmente trabajan 9 mujeres cosiendo las prendas. Pero todas ellas son indigentes, que aquí reciben una nueva oportunidad.

Las capacitan y se convierten en costureras a tiempo completo, lo que les permite tener una vida nueva. Es el caso de Jennifer Blake. Víctima de violencia intrafamiliar, sin casa ni trabajo, terminó viviendo en un albergue con su hijo. Ahí conoció a Veronika, quien la invitó a trabajar en Empowerment Plan. Actualmente Jen y su hijo cuentan con una casa propia y ella agradece mucho la oportunidad de trabajo que se le dio, destacando: "¡Por fin conocí el significado de la independencia!". Como el caso de Jennifer hay también otros testimonios.

En la organización han visto cómo estas mujeres se han empoderado con la confianza y habilidades necesarias para una vida más sostenible, financieramente estable y saludable.  "Las mujeres sin hogar que contrato son poderosas, movidas y tengo el privilegio de ser parte de sus vidas", asegura Scott. 

El hecho de que exista extrema pobreza en países altamente desarrollados, nos lleva a pensar cuál es la piedra de tope en la sociedad y cuál debiera ser el plan para acabar con eso. Si bien este proyecto no soluciona la situación de manera completa, es un paso importante en la ayuda a un grupo considerable de la población que no ha logrado, por diversas razones, llevar una vida tranquila y estable.

Esta experiencia sin duda ha influido en las vidas de muchas personas pobres en Detroit y a la vez cambió el rumbo de la de Veronika. ¿Cuál es el lema que la guía en su camino? 

"Cualquier cosa que sea fácil, no vale la pena tenerla".