Si las calles y carreteras tuvieran rostro, serían por lejos las más bronceadas de todas las especies del planeta. La cantidad de radiación solar que reciben es impresionante y eso, sumado a que son inevitables y están en todas partes, las transforma no solo en un pedazo de ciudad muy caliente, sino es una gran oportunidad para generar energía sustentable.
La idea tiene sentido: mientras la construcción de granjas solares implica ocupar terrenos exclusivamente para este fin, con todos los costos e ineficiencias que esto conlleva; y la instalación de paneles solares en techumbres requiere a veces de modificaciones importantes a la arquitectura del edificio o casa, quedando además la decisión de hacerlo en manos de los privados que son dueños de esas estructuras; las calles y carreteras ya están ahí, listas para darles un "segundo uso" y ya son de propiedad pública, por lo que se pueden intervenir sin recurrir a expropiaciones, incentivos ni nuevas leyes.
Fueron los originales neerlandeses los primeros en instalar la primera ciclovía solar del mundo (SolaRoad) para aprovechar los rayos de sol, y los resultados fueron sorprendentes. La compañía detrás del proyecto informó hace unos meses, que produjo mucho más energía de la esperada.
En sólo seis meses sus paneles solares generaron 3.000 kWh de electricidad, lo suficiente para alimentar la casa de una sola persona durante un año. Y esto solo en un pequeño tramo de 70 metros de largo y entre 2,5 a 3,5 metros de ancho, que tiene la tecnología instalada. ¿Se imaginan si tuviéramos todas las rutas hechas de este material?
La cantidad de energía solar que llega a la superficie de la Tierra en solo una hora, bastaría para alimentar a todo el planeta durante un año, explica Neil Former, director ejecutivo del Instituto de Sostenibilidad Resnick. Y aunque nunca lo envolveremos con paneles, este dato nos habla del enorme potencial de sistemas como las carreteras solares en el largo plazo.
Es por eso que otro proyecto en EE.UU. ha estado trabajando en lo mismo y ahora es Francia la que anunció las buenas nuevas. En los próximos 5 años instalará un total de 1.000 kilómetros de carreteras con paneles fotovoltaicos para suministrar con energía a 5 millones de personas (un 8% de su población), informa Science Alert.
El plan de cubrir 1.000 km de carretera con estos paneles lo anunció Ségolène Royal, Ministro de Ecología, Desarrollo Sustentable y Energía de de Francia, informó el Global Construction Review, pero todavía no se tienen noticias de los caminos específicos donde se instalarán.
El valor agregado de la tecnología francesa, resultado de cinco años de investigación entre la empresa Colasy el Instituto Nacional de la Energía Solar, es que el diseño del panel solar, patentado como Wattway, es el único que hasta ahora puede aplicarse sobre las vías ya existentes sin tener que reemplazar el pavimento existente por otra infraestructura.
Estos paneles, que puestos sobre el piso se asemejan a adoquines, tienen solo 7 mm. de espesor, están hechos de una película delgada de silicio policristalino y recubiertas en un sustrato de resina que los hace más fuertes. Esto brinda una mejor capacidad de agarre, aseguran en Colas, y los mantiene secos en la lluvia, reduciendo el riesgo de accidentes para los autos, un tema que ha generado debate a la hora de pretender instalar este tipo de tecnología sobre el pavimento. Incluso soportan las máquinas removedoras de nieve, aunque los operadores tendrían que tratarlas con más cuidado que a los caminos tradicionales.
Imagen: Wattways
La eficiencia de conversión de luz solar a electricidad de Wattway es deun 15%, contra un 18 a 19% de paneles fotovoltaicos "normales", según el sitio de la compañía. Su duración depende del nivel de carga al que se someta, pero se estima similar al del pavimento, entre 10 y 20 años (esto último, en una playa de estacionamientos); mientras que su instalación es manual, aunque ya trabajan en un sistema automatizado.
El tema de las carreteras con paneles solares sigue generando diferentes dudas en la competencia frente a otras energías renovables o ubicaciones alterantivas para solares, especialmente en cuanto a su rentabilidad, eficiencia y seguridad vial. ¿Es realmente mejor que instalar paneles convencionales en las azoteas de los edificios?
El investigador fotovoltaico australiano, Andrew Thomson, es más crítico de la alternativa de carreteras solares. A su juicio, los factores necesarios para que la energía solar sea eficiente, ya están presentes en los paneles solares en techos o granjas solares de pequeña escala, mientras que su aplicación en carreteras implican problemas con el sombreamiento, seguridad vial, temperatura, resistencia y costos, producto de toda una "reestructuración tecnológica" necesaria para hacerlas funcionar así. Eso sí, su crítica fue el año 2014 y respecto al proyecto norteamericano, mucho antes de que Holanda demostrara su eficacia y que los franceses desarrollaran esta versión que se puede instalar directamente sobre el pavimento existente, de manera mucho menos invasiva.
Aunque no hay consenso al respecto, ni respuestas seguras todavía, al menos Holanda comprobó parte de su efectividad y las pruebas francesas de Wattway prometen bastante en el mismo sentido, además de asegurar un precio más bajo sobre otras tecnologías solares.
Es más, los creadores de Wattway ven otras aplicaciones para la tecnología. Al ser una "membrana inteligente" que se instala sobre las carreteras existentes, permite incorporar todo tipo de sensores, para determinar y gestionar niveles de tráfico, necesidades de mantención e incluso, en un futuro, cargar autos eléctricos por inducción (elevando su autonomía y reduciendo el peso de sus baterías).
Al menos se está avanzando y probando nuevas tecnologías de eficiencia energética y sustentabilidad, algo cada vez más urgente y necesario para encontrar alternativas ecológicas que puedan echar a andar todo que el hombre ha creado, sin destruir su propio hogar natural.