Imagen: César Mejías

Nuevos parches monitorean hasta el último de tus músculos ¡y podrían cargar tus dispositivos!

Nuevos sensores corporales son capaces de medir indicadores de fatiga o deshidratación a través del sudor. Además, estos artefactos pueden generar energía gracias al movimiento de los órganos de las personas.

Por Benjamín Galilea | 2016-02-03 | 17:04
Tags | Ciencia, Electrónica, Sensores

Nuestros cuerpos vienen cargados de sensores naturales para informarnos de todo lo que pasa en nuestro organismo. Si tenemos sed, estamos deshidratados; si tenemos hambre, necesitamos nutrientes; si nos pesan los músculos, estamos fatigados. Es una sofisticada máquina que la evolución viene puliendo desde hace millones de años. Pero ¿cómo saber cuándo ese deseo de comer algo dulce o salado se trata de una verdadera necesidad fisiológica y no de un antojo? ¿cómo saber si estamos trabajando todos nuestros músculos o si estamos sobrecargando peligrosamente uno de ellos durante nuestra rutina física? ¿cómo detectar a tiempo una patología que aún no es sintomática? Los exámenes y chequeos médicos pueden darnos las respuestas, pero seamos sinceros: nos los hacemos tarde, mal y nunca. ¿Por qué no puede ser tan simple como ponernos un parche y mirar nuestro teléfono?

Bueno, ahora ya es así de fácil.

Adiós brazaletes, hola parches

El sudor es uno de los fluidos con más información fisiológica en nuestro cuerpo, y es por esto que los investigadores han comenzado a estudiar a esta secreción, para entender mejor al cuerpo humano y revelar importantes indicadores que podrían traer consigo grandes beneficios, tanto en el ámbito de la medicina, como para las personas que practican alguna actividad física.

Científicos de la universidad de Illinois y de la universidad de Berkeley, han desarrollado adhesivos electrónicos que tienen la facultad de analizar diversos químicos presentes en el cuerpo y enviar la información de esos análisis a una aplicación de teléfono móvil, a través de Bluetooth. Estos stickers se pegan en la piel y están cubiertos de pequeños circuitos que analizan el sudor corporal, y que son capaces de medir cuatro químicos presentes en el cuerpo. El pequeño artefacto indica la cantidad de glucosa, lactosa, sodio y potasio, que se encuentran en el organismo. “Observando la concentración de electrolitos, de sodio y potasio, se puede obtener información sobre la deshidratación de la persona. También, observando el nivel de la lactosa, se puede determinar que tan fatigados están los músculos”, dice Ali Javey, ingeniero eléctrico de la universidad de Berkeley y uno de los inventores del sensor. Además el sensor tiene la capacidad de analizar y entregar la temperatura que tiene el cuerpo del usuario .

También existen otros sensores en el mercado pero que miden otras cosas diversas dentro del cuerpo humano, aunque no utilizan el sudor para realizar sus diagnósticos:

- Athos es un sensor que está especialmente diseñado para medir el desempeño de los atletas y qué tanto esfuerzo están ejecutando sobre sus músculos, indicadores que pueden ser vistos en una aplicación especializada. Este sensor se puede incorporar en ropa deportiva, de modo que el atleta puede analizar qué tan eficiente resulta su rutina y dónde donde enfocarse más.

-HealthPatch es un sensor que se pone en el pecho del usuario y que puede monitorear su frecuencia cardíaca, nivel de estrés, respiración y otros parámetros. Además de su obvia aplicación para deportistas, resulta útil para personas de edad avanzada que requieren monitoreo constante, detectando caídas, postura corporal, ritmo respiratorio y temperatura de la piel. Si se superan ciertos límites preestablecidos, da aviso a sus cuidadores y parientes.

- El sensor Myolink monitorea la actividad muscular, ritmo cardíaco y también la actividad eléctrica del cerebro. Se puede aplicar en cualquier parte del cuerpo, independientemente o de manera múltiple, y sus creadores esperan que sea utilizado por deportistas para tener información adicional sobre nivel de precalentamiento, fatiga muscular y simetría muscular. Además, esperan que ayude a prevenir lesiones, aislar músculos en trabajos específicos, monitorear niveles de estrés y relajación y, eventualmente controlar prótesis y videojuegos. Al igual que en los casos anteriores, toda la información va a dar a una app en el teléfono del usuario.

Cosechando energía del cuerpo

Podría decirse que el santo grial de la electrónica es no necesitar ningún tipo de cargador ni batería para mantener nuestros dispositivos electrónicos funcionando. Sobre todo cuando se trata de dispositivos que tienen la función de mantenernos vivos y cualquier cese en su funcionamiento puede ser fatal. Curiosamente, el propio cuerpo humano puede ser la respuesta a esa necesidad.

Canan Dagdeviren, una estudiante doctorado de la universidad de Illinois, ha creado un artefacto adhesivo, que se puede introducir al interior de un cuerpo humano, con la finalidad de generar energía a través de la utilización de los órganos funcionales internos de una persona. Sus inventos obtienen energía a través del constante movimiento de pulmones, del corazón y del diafragma, la que puede luego ser dirigida a baterías u artefactos electrónicos.

El proyecto de Dagdeviren apunta a, algún día, poder alimentar en un 100% a artefactos electrónicos como marcapasos, para no tener que cambiar las baterías cada 5 a 10 años e incurrir en grandes gastos de cirugía, y también apunta a poder dar suficiente flexibilidad al aparato como para que no interfiera la vida del usuario. Hoy en día, las baterías de marcapasos son grandes y pesadas.

Dagdeviren encontró la motivación para trabajar en el proyecto, debido a que perdió a su abuelo a causa de una falla cardiaca, cuando ella tenía 28 años. “Los médicos se inspiran usualmente en la naturaleza, pero mi investigación está inspirada en las enfermedades que han sufrido miembros de mi familia”, dijo la científica, que también está desarrollando parches para detectar cáncer de piel y otro para problemas neuronales.

¿Qué te gustaría poder monitorear permanentemente?