Imagen: Felipe Muhr

La exitosa (y algo cruel) lucha de Australia por salvar sus especies en peligro de extinción

Los gatos y liebres se han transformado en los peores enemigos de un país que ha visto cómo 29 especies de mamíferos desaparecieron desde la llegada de los europeos al continente. Estos son sus esfuerzos y resultados por controlar su población.

Por Rodolfo Westhoff @rwesthoff | 2016-03-07 | 10:42
Tags | Australia, animales, peligro, extinción, nativo, lucha, fauna

Australia es bien conocida por sus animales. Y es que los típicos videos de arañas gigantes y serpientes en la comodidad de distintas casas australianas, son unas de las grandes referencias del país que circulan en YouTube. Además, pareciera que tienen su versión venenosa de cada animal del mundo.

Aunque por supuesto que no todos son peligrosos. Y cómo no, si el país cuenta con una cantidad ridículamente enorme de especies: más de 378 de mamíferos, 828 aves, 4000 peces, 300 lagartos, 140 serpientes, dos especies de cocodrilos y aproximadamente 50 tipos de mamíferos marinos. Lo que transforma a este lugar en uno de los con mayor biodiversidad del mundo.

Las cifras sorprenden si las comparamos, por ejemplo, con Chile. Entre aves, mamíferos, reptiles y anfibios, no se cuentan más de mil ejemplares. Como si fuera poco, en Australia el 80% de sus especies son nativas. Esto significa que pertenecen a una región o ecosistema determinado.

La amenaza de la extinción

Sin embargo, el país oceánico tiene uno de los peores registros de animales en extinción del mundo. Desde la llegada de los europeos, han desaparecido 29 especies de mamíferos y actualmente hay alrededor de 1.800 especies que componen la lista de animales bajo la amenaza de desaparecer.

Entre las razones de este sombrío panorama, se encuentran el avance de la industria agrícola, incendios fuera de control y las pestes, pero por sobre todo, debido a la introducción de animales ajenos a la zona.

En pie de guerra contra los gatos

Los gatos fueron introducidos en Australia hace más de 200 años, de la mano de los europeos. Desde ese entonces, los felinos se han reproducido rápidamente a través del país (y también en Nueva Zelanda). Lamentablemente, su presencia no ha tenido consecuencias muy positivas: tienen a más de 120 especies nativas en peligro de extinción.

Se estima que en el país hay alrededor de 20 millones de gatos, los que en un día matan a aproximadamente 75 millones de animales nativos. Y es que no son cualquier tipo de felino. Aunque originalmente eran domésticos cuando fueron introducidos en la zona, con el tiempo se han ido volviendo salvajes (y más grandes), hasta el punto de ser considerados una plaga.

Es por esto que el gobierno decidió el año pasado ejecutar un ambicioso plan, y no usamos el término "ejecutar" por accidente, pues el plan consiste en sacrificar a dos millones de estos gatos salvajes en cinco años. Y puede sonar muy duro, pero ¿se acuerdan de los 29 mamíferos extintos en Australia desde la llegada de los europeos? Científicos aseguran que los felinos estuvieron involucrados en la desaparición de 28 de ellos.

Eso sí, los gatos domésticos también son un dolor de cabeza para la fauna local. Así que las autoridades están impulsando una tenencia responsable de gatos, además de un mayor control de su población a través de esterilización e instalación de microchips. Pero los silvestres tienen un peor destino: serán envenenados con un producto específico para ellos.

Liebres: la otra batalla

Las liebres tienen una historia similar a la de los gatos. De hecho, llegaron casi juntos. Y han causado tantos problemas, que se ha intentado en varias ocasiones exterminarlos y las estrategias para disminuir su población han ido evolucionando con el tiempo.

En un principio se intentaba cazándolos y destruyendo sus madrigueras, algo que surtía efecto en el corto plazo, pero que a la larga tenía de nuevo a estos pequeñines de apariencia inocente destruyendo cultivos y matando animales nativos. Sobre todo a las especies más pequeñas. También se intentó con rejas-anti-conejos que tuvieron un éxito muy limitado.

Así que lo que se ha implementado durante las últimas décadas es la técnica de liberación de virus. En los años '50 se administró el de Myxoma, que redujo la población de este animal de 600 millones a 100 millones. Pero con el tiempo las liebres fueron desarrollando una resistencia a este. Mientras que lo último que se ha empleado es el Virus de Enfermedad Hemorrágica para Liebres (RHDV por sus siglas en inglés). Y suena horrible, pero ha tenido buenos resultados en cuanto a la conservación de especies nativas y el equilibrio de los ecosistemas.

Reaparecen las especies en peligro

En febrero, un estudio dio a conocer que hay tres especies de mamíferos que han tenido un gran avance. Y es que ahora es posible ver nuevamente en el desierto del sur de Australia la rata canguro, la rata de llanuras y el mulgara de cola crestada. Estos tres animales han mostrado un avance significativo tanto en su distribución como en su área en la que viven (en algunos casos esta última ha aumentado en un 350%).

Rata Canguro. Fuente: Wikipedia
Rata de las llanuras. Fuente: Wikipedia
Mulgara de cola crestada. Fuente: Australianmuseum.net.au

Aunque no son las únicas especies que tienen buenas noticias. La investigación arrojó también que, en general, la mayoría de los animales pequeños se están viendo beneficiados a partir de la reducción de la población de las liebres.

¿Qué otras medidas crees que podrían ayudar a conservar especies en peligro?