La semana pasada se aprobó en la Cámara de diputados el proyecto de ley que despenaliza el aborto bajo tres causales (inviabilidad del feto, peligro en vida de la madre y violación). La discusión fue intensa y ahora pasó al Senado, en donde se espera una tramitación de entre seis a ocho meses, debido a que el Gobierno decidió no ponerle urgencia a la iniciativa, para que exista un mayor debate sobre el asunto.
En medio de esta contingencia, averiguamos qué opina sobre el tema una de las mayores autoridades sanitarias a nivel mundial: la Organización Mundial de la Salud (OMS). Su visión se apoya principalmente en el punto de vista médico, pero también aborda temas como los Derechos Humanos y los de la mujer en particular.
La información recopilada viene de la publicación de la OMS llamada “Aborto sin riesgos: guía técnica y de políticas para sistemas de salud”. Esta corresponde a una serie de sugerencias destinadas a los legisladores, directores de programas médicos y trabajadores del área de la salud que puedan incidir sobre este tema. Originalmente se publicó en el 2003, pero fue actualizada en el 2012.
Y en donde más énfasis hace la institución es en el peligro que existe en torno a los abortos inseguros, es decir, aquellos que son llevados a cabo por personas que no están capacitadas o que los hacen en contextos poco favorables. En ese sentido, la organización asegura que cada año se realizan 22 millones de abortos de este tipo, los que terminan provocándoles la muerte a 47 mil mujeres, además de generar discapacidades temporales, permanentes o incluso infertilidad en otras cinco millones. Estos representan el 13% de las muertes maternas, según la publicación.
La entidad también sostiene que independientemente de que haya mayores o menores restricciones legales sobre la realización de un aborto, la probabilidad de que una mujer interrumpa un embarazo no deseado es “prácticamente la misma”. Sobre esto agrega que dichas restricciones no inciden en una menor cantidad de abortos, ni tampoco en aumentos importantes en los índices de nacimiento, mientras que las regulaciones que facilitan el acceso al aborto tampoco incrementan el número de los mismos.
La organización cree que “casi cada una de estas muertes y discapacidades (por abortos inseguros) podría haberse evitado a través de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso al aborto inducido en forma legal y sin riesgos; y de la atención de las complicaciones del aborto”.
En ese sentido, la OMS plantea que las leyes y políticas referidas al aborto deben proteger la salud y los derechos humanos de las mujeres. Para esto, la entidad cree necesario eliminar las barreras regulatorias, políticas y programáticas que obstaculizan el acceso a la atención para un aborto sin riesgos y su prestación oportuna”.
Como hemos dicho en artículos anteriores, los temas más polémicos siempre tienen dos caras de una moneda. Y aunque la OMS parte de la base que los abortos inseguros (o clandestinos) existen y que, bajo esa lógica, lo mejor sería facilitar el acceso a un aborto legal y sin riesgos, hay quienes creen que el trabajo debería comenzar desde antes, acompañando a la mujer para que no se vea en la necesidad de abortar.
Ese es el caso de la fundación Chile Unido, quienes el año pasado nos contaron de su Plan de Acompañamiento Integral para las madres que viven su embarazo en una situación de vulnerabilidad y que están inclinadas por abortar. A través del acompañamiento durante el proceso de gestación, el nacimiento de la guagua (si la madre no abortó) y su primer año de vida, la organización aseguró tener resultados increíbles.
De aquellas con las cuales han hablado, el 85% continúa su embarazo y más de 4.300 niños que iban a ser abortados, finalmente nacieron. Mientras que al 15% que sí abortó, las acompañan, apoyan y luego derivan a otras instituciones y especialistas para que les den el soporte necesario.
Algo parecido plantean las organizaciones Idea País y Comunidad y Justicia, quienes hace algo más de un año elaboraron una propuesta con diez políticas públicas para prevenir los abortos. Entre ellas contemplan la creación de centros de apoyo a madres adolescentes en facultades universitarias, protección y seguridad social para la maternidad, la creación de una unidad de cuidados paliativos prenatales en los hospitales regionales, entre otras. Las demás puedes revisarlas aquí.
En la publicación de la OMS, se mencionan las tres causales que se encuentran en tramitación actualmente en Chile. Y sobre estas la organización dice lo siguiente:
Cuando hay peligro para la vida de la mujer: “Casi todos los países permiten el aborto para salvar la vida de la mujer embarazada. Esto es coherente con el derecho humano a la vida, que requiere la protección de la ley y que incluye los casos en los que el embarazo es una amenaza para la vida de la mujer o cuando la vida de la mujer embarazada está en peligro de algún otro modo”.
Cuando el embarazo es la consecuencia de una violación o incesto: “La protección de las mujeres del tratamiento cruel, inhumano y degradante exige que aquellas que han quedado embarazadas como resultado de actos sexuales obligados o forzados puedan acceder legalmente a los servicios de aborto”.
Cuando existe daño fetal: Aquí no habla de la “inviabilidad del feto” como una causal por sí misma, sino que la incorpora dentro de esta categoría y no emite un juicio al respecto. “Cada vez más, los países con leyes de aborto restrictivas están permitiendo el aborto cuando existe diagnóstico de daño o anomalías fetales debido a causas genéticas u otras. Muchos países especifican las clases de daño, como aquellos considerados incompatibles con la vida o la vida independiente, mientras que otros proporcionan listas de daños.
De todos modos, hay también quienes sostienen que en Chile la legislación ya permite que un tratamiento médico salve la vida de una madre que corre peligro con un embarazo, incluso si esto significa la muerte del feto. En ese sentido, señalan que legislar sobre la causal del peligro de vida de la madre es innecesario y sólo abriría la puerta a otras causales de aborto.
En cuanto a esta causal de violación, hay posturas en contra como la del diputado de la DC Matías Walker, quien plantea que "no puede pagar las consecuencias de un delito de violación una criatura inocente que está por nacer. Creemos en el derecho a la vida desde la concepción, creemos que el ordenamiento jurídico debe proteger a la criatura desde ese instante".
En definitiva, el tema sobre el aborto y su legislación da para una amplia discusión y tiene incluso más aristas de las que se han planteado aquí. Sin embargo, lo importante es poder debatir el asunto con altura de miras y respetando las posturas que existen en torno a la discusión.