Imagen: Rodrigo Avilés

Madres de combatientes luchan para evitar que más jóvenes se unan al Estado Islámico

Se trata de “Mothers for Life”, agrupación de madres cuyos hijos se han unido al Estado Islámico. ¿Qué buscan? Evitar que la historia se repita, compartiendo alertas sobre los cambios radicales que presentan los jóvenes, antes de que sea demasiado tarde.

Por Macarena Fernández | 2016-04-26 | 11:08
Tags | Estado Islámico, Siria, Yuhiadismo, musulmanes, radicalización, occidentales

En sus ratos libres miran videos yihadistas por internet para ver si detrás de esas metralletas y esos pasamontañas reconocen los ojos de sus hijos. Todas cruzan los dedos para identificarlos y saber que siguen con vida. Otras veces escriben cartas dirigidas al Estado Islámico, exigiendo la liberación de sus hijos y les hablan a ellos directamente también, mencionándoles que los esperan en casa, que los quieren mucho. Porque como madres, la esperanza de recuperar a tu hijo es lo último que se pierde y la lucha por recuperarlo se vuelve en el motor de tu vida.

Pero además, las madres tienen en común algo importante: la capacidad de ponerse en el lugar de otras, la capacidad de dar apoyo y de compartir sus experiencias y dolores con el fin de dar consuelo a otras madres o de prevenir que otras vivan lo mismo que ellas. Todo esto es lo que busca la agrupación Mothers for Life (Madres por la Vida), compuesta por más de 25 madres de jóvenes adolescentes, en su mayoría occidentales, quienes decidieron unirse al Estado Islámico y partir a Siria a ofrecer sus vidas por la yihad.

¿Qué buscan con esta agrupación? Apoyo, consuelo, fuerzas conjuntas para luchar por traer de vuelta a sus hijos y también evitar que otras madres pasen por lo mismo, compartiendo sus testimonios y entregando las señales de extremismo que vieron –demasiado tarde– en sus hijos, para que sean una alerta pública para el resto de las familias. Es decir, buscan combatir a través de las redes sociales los intentos de reclutamiento yihadista y también traer de vuelta a los hijos que aún están con vida.

En la agrupación participan mujeres de Chipre, Italia, Alemania, Suecia, Bélgica, Dinamarca, Noruega, Holanda, Inglaterra, además de Estados Unidos y Canadá.Algunas son musulmanas, pero más de la mitad profesa otra fe o ninguna.

De dónde nace esta idea

Christianne Bourdeau es una madre canadiense, radicada hoy en Francia. Su hijo Damian Clairmont sufría una fuerte depresión después del abandono de su padre. Se volvió retraído y serio y a los 17 años intentó quitarse la vida bebiendo anticongelante. Fue luego en el hospital donde Damian descubrió el Corán y decidió convertirse.

Christianne es cristiana, pero se alegró al ver a su hijo motivado por la fe, independiente de cuál fuese, porque lo movía y además lo vio con ganas de sociabilizar, riendo nuevamente. El joven consiguió un trabajo y comenzó a juntarse con unos vecinos musulmanes, a quienes comenzó a visitar cada vez con mayor frecuencia, hasta que el 2012 se mudó con ellos. Comenzaba la guerra Siria y Damian decidió irse en noviembre a Egipto a estudiar árabe.

Dos meses después, dos agentes de inteligencia canadiense tocaron la puerta de Christianne y le contaron que Damian no estaba en Egipto como ella creía, sino en Siria unido a una rama local de Al Qaeda, para luego traspasarse al Estado Islámico. Christianne quedó en shock. No podía entenderlo, no le cuadraba. ¿Por qué su hijo? Y así pasó largas noches en vela buscando a Damian en los videos de propaganda yihadistas para ver si lograba reconocerlo.

Seguía en contacto con su hijo, pero cada vez lo sentía más lejano y distinto. Trataba de decirle que su hermano menor lo extrañaba, lo ponía al teléfono llorando y Damian sólo se enojaba más. Lo escuchaba decir que había aviones volando muy bajo y que pronto empezarían a caer las bombas, por lo que debía colgar. Ahí fue cuando Christianne notó que lo había perdido.

Christianne y Damian

De a poco la comunicación fue empeorando y se hacía cada vez más esporádica. Christianne comenta en el Huffington Post que “Primero intentas convencerles de que vuelvan a casa y les suplicas y les imploras; luego sólo intentas mantener algún tipo de conversación normal”, esto para no alejarlos más.

La última conversación que tuvieron fue por Facebook. Christianne le escribió lo siguiente:

“A todos nos duele que nos abandonaras para poner tu vida en riesgo mientras nosotros nos pasamos el día preguntándonos si estarás bien o no. Resulta muy pero muy difícil para una madre ver que sus hijos pasar por una angustia como la que yo siento. Sólo pensar que no volveré a verte otra vez o abrazarte otra vez, ha roto mi corazón en mil pedazos. Supongo que nunca lo entenderás porque nunca serás madre”.

La respuesta de Damian fue: “Yo también los echo de menos, pero como pueden suponer, nada ha cambiado respecto a mi fe, mis intenciones o mi situación actual. Sobre cuánto me quieres y te preocupas por mí, ya lo sabía. No es novedad para mí, por lo que te pido que dejes de hacerlo”.

Una noche de enero de 2014, Christianne recibe una llamada de un periodista, quien le alerta que según un tuit del Estado Islámico, Damian había sido ejecutado por el Ejército Sirio Libre en Huraytan. Christianne lo confirmó. Su hijo de 20 años había muerto en Siria.

Devastada y sin consuelo, comenzó a buscar razones por todos lados. Estudió la forma en la que el Estado Islámico reclutaba a los jóvenes de occidente y decidió reunirse con Daniel Koehler, experto alemán en desradicalización, para comprender qué había sucedido con Damian y liberarse un poco de la gran culpa que la invadía.

Fue Koehler quien la motivó a formar juntos la organización Mothers for life, de la que es actualmente directora. Le presentó a otras madres que habían perdido a sus hijos por este mismo motivo y les dijo que podían llevar una lucha importante para traer de vuelta a otros jóvenes o impedir que otros hijos se unieran al Estado Islámico, porque la madre es extremadamente importante en el Islam yihadista, ya que se dice que Mahoma dijo: “el paraíso se encuentra a los pies de las madres”.

"El simple hecho de que por primera vez en la historia haya una organización internacional de madres que trabajan juntas contra la radicalización violenta es un éxito por sí mismo. Ninguna obtiene dinero, lo hacen en su tiempo libre", señala Daniel Koehler, director del Instituto de Estudios de Radicalización y Desradicalización de Francia.

En este reportaje del Huffington Post pueden leer otras tres historias similares.

Las señales para identificar conductas extremistas

Desde el comienzo de la guerra civil siria, alrededor de 20.000 ciudadanos extranjeros se han abierto camino hasta Siria e Irak para luchar del lado de varias facciones islamistas radicales. Cerca de 3.000 vienen de países occidentales. Si bien algunos se marchan con la bendición de sus familias, la mayoría parte en secreto.

Estas madres en duelo se reunieron para identificar señales que indicaban que sus hijos estaban actuando raro, sin saber jamás que era porque estaban siendo reclutados por el Estado Islámico. Esto con el fin de compartirlo públicamente para que las familias estuvieran alerta. Esto identificaron:

  • -El recluta en un comienzo se siente eufórico porque al fin ha encontrado una forma de dar sentido al mundo e intentan convertir a los que le rodean, transmitiendo el sufrimiento del pueblo sirio.
  • -El converso se da cuenta de que sus seres queridos no se muestran receptivos a sus mensajes y comienzan los conflictos familiares: discursos sobre vestimenta, alcohol, música, comportamientos femeninos, etc.
  • -Se comienzan a aislar y a rodear de personas que tengan sus mismas creencias.
  • -Generalmente tienen dos celulares y las llamadas las reciben y contestan fuera de casa.
  • -Venden sus posesiones y se proponen adquirir una buena forma física a través de entrenamiento físico y a prepararse para vivir en condiciones extremas como dormir en el suelo y comer con las manos.
  • -La mayoría de los jóvenes que huyen para unirse a grupos radicales en Siria, practican el takfir: cortan todo tipo de lazos con los no creyentes.

Cómo actúan las madres

Las madres combaten el reclutamiento yihadista sobre todo en Twitter, donde van difundiendo cartas en la que piden a los potenciales candidatos que se lo piensen dos veces antes de sumarse a la yihad. Para enviar este mensaje, utilizan una técnica llamada #TwitterBomb que consiste en la publicación simultánea de cientos o miles de tuits, acompañados de unhashtag que puede convertirse en tendencia.

¿Por qué este medio? Porque se descubrió que Twitter es el medio más efectivo de reclutamiento del Estado Islámico. Se registran alrededor de 600 mensajes de propaganda yihadista en menos de 100 minutos y más de 2.000 en 24 horas. Los contenidos tratan de instrucciones religiosas, reportes desde el campo de batalla, el día a día de los yihadistas y amenazas a Occidente, realizando un adoctrinamiento sobre la crueldad en Siria, logrando que las personas prioricen esta crisis por sobre todo lo demás.

Una reciente carta viralizada en las redes sociales por Mothers For Life por el día de la madre, hace el siguiente llamado: “Una vez más nos volvemos a aquellos que estén pensando en ir a Siria e Irak y los que están allí. No hay gloria en la muerte y el asesinato. Hemos visto las fotos de nuestros hijos y ellos no estaban sonriendo, porque se habían dado cuenta de que no iban a morir por una gran causa sino simplemente por el oportunismo hueco y poco profundo lleno de hipocresía y doble moral. No había nada glorioso sobre su muerte. Uno de nuestros hijos se vio obligado a volarse a sí mismo, porque le dispararon en la cara y había dejado de tener utilidad para sus 'hermanos'. Murió solo. Escuchamos a nuestros hijos e hijas que todavía están vivos en Siria o Irak cuan malas se han vuelto sus vidas. Vemos su creencia errónea y les instamos a volver a casa. Sabemos que pueden sentir sus raíces con nosotros - su familia. No caigan presos de los que los utilizan para su propio beneficio. Escuchen a sus corazones y a los que los trajeron a este mundo”.

Ya para los padres, agregan lo siguiente: “lleguen, pidan ayuda y apoyo, y no duden en hablar en contra de aquellos que tratan de llevar a sus hijos como carne de cañón. Estamos aquí, y somos muchos. No estás solo. Somos las Madres por la Vida y el paraíso todavía se encuentra a nuestros pies”.

Otra forma de llevar el activismo a más personas, es a través de videos y entrevistas públicas. Aquí pueden ver un video realizado por Christianne, el que difunde a través de las redes sociales para evitar que otros jóvenes se unan al Estado Islámico. Está en inglés, pero es un ejemplo de lo que publican para crear conciencia en otros jóvenes.

Gracias a la lucha de estas valientes madres, algunos yihadistas que han desistido y que hoy están presos en cárceles europeas han enviado cartas a la agrupación en las que aseguran que gracias a estos tuits supieron que estaban equivocados y escaparon. Christianne señaló en esta entrevista de La Tercera que “la forma más eficiente de evitar la radicalización es a través de la prevención. Hay que apoyarlos a una edad temprana para que desarrollen herramientas de pensamiento crítico e inteligencia emocional para permitirles direcciones alternativas cuando tengan problemas emocionales internos”.

Mothers For Life ha recibido amenazas y ataques virtuales de los líderes del Estado Islámico, pero Christianne señala que "Nunca, nunca voy a tener miedo de ellos. Ellos me arrebataron algo que era mi vida. Mi hijo.Y ya nada puede asustarme. Todo lo contrario: ellos deberían tener miedo de mí".

¿Qué te parece la lucha de estas madres? ¿Cómo se puede prevenir la radicalización?