Muchas experiencias nos están comprobando la efectividad de la energía solar como alternativa sustentable que cada día se expande más, que (al menos según los cálculos de algunos) puede ser más barata que el carbón y que tiene un enorme potencial para abastecer de electricidad a miles de millones de personas. In your face!
San Francisco, una ciudad que se destaca por estar a la vanguardia en distintos aspectos, como la prohibición de venta de botellas plásticas de agua o la reducción de impuestos para terrenos baldíos que planten huertos urbanos, ahora tomó la bandera de la sustentabilidad energética. Un estudio realizado recientemente por el Departamento de Energía de EE.UU. estimó que solamente la energía solar de las azoteas podría satisfacer casi el 40% de la demanda de electricidad de Estados Unidos. Esto, claro, si TODAS las azoteas del país contaran con dicha tecnología.
Aprovechar ese potencial fue el paso que quiso dar esta ciudad, donde la junta de supervisores de la ciudad votó unánimemente que, desde ahora, todos los nuevos edificios deberán instalar paneles solares en sus techos. Tal cual, ahora es requisito para elevar una construcción de más de 10 pisos.
Dos ciudades pequeñas en California, Lancaster y Sebastopol, adoptaron hace un tiempo esta misma determinación, pero el hecho de que San Francisco lo haya hecho, demuestra que las grandes ciudades también pueden y deben hacerlo en construcciones residenciales y comerciales.
"Al aumentar nuestro uso de energía solar, San Francisco está una vez más encabezando en el país la lucha contra el cambio climático y la reducción de nuestra dependencia de los combustibles fósiles", dijo Scott Wiener, el supervisor que propuso la ley.
Esto ayudará a lograr el objetivo que se han propuesto: cumplir con el 100% de la demanda eléctrica de la ciudad con energía renovable para el 2020.
En base a los proyectos de construcción que hay actualmente en la ciudad, con esta ley se darán a luz 50.000 nuevos paneles solares, lo que evitaría la emisión a la atmósfera de unos 26,3 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, explican en Science Alert. Lo mismo que eliminar cinco mil autos durante un año de las carreteras. Impresionante.
Además de estos techos solares, se planea que en casos donde no puedan instalarse paneles solares, sea obligatorio instalar "techos vivos" con plantas, lo que ofrecería otros beneficios ambientales, como la absorción de la contaminación atmosférica, la captura de agua de lluvia y un hábitat para animales e insectos.
Esta idea de San Francisco es una buena iniciativa de gran impacto, que se une a otras como la de París para ser una ciudad más verde, la del pequeño pueblo de Esquiña en Chile, que funciona 100% con energía solar, y nos comprueban que las energías renovables pueden doblarle la mano a los combustibles fósiles y, de paso, preservar nuestro planeta. ¿Que no lo crees posible? Aquí te dejamos algunos datos prometedores.