¿Cómo son por dentro las balas? ¿Qué diferencia a una bala anti blindaje respecto de una normal? Por fuera se ven bastante similares, pero en realidad, han sido cuidadosamente diseñadas para cumplir una función específica.
Sabemos que si se aprieta el gatillo, el martillo del arma activa el explosivo al interior del casquillo de la bala, expulsando el proyectil, que se incrusta en el objetivo. Pero detrás de eso se esconde toda una arquitectura en miniatura que revela la diversidad, complejidad y el siniestro ingenio detrás de las armas modernas. Aunque tienen el mismo objetivo -matar y destruir-, cada especie esconde una personalidad diferente, determinada por su función, que puede ir desde atravesar blindajes a estallar en pedazos.
Si no somos fabricantes de municiones, jamás nos imaginaríamos cómo están constituidas. Hasta ahora. La fotógrafa Sabine Pearlman presentó "Ammo", una serie de imágenes que presentan el corte longitudinal de 900 municiones, develando su increíble -y algo espeluznante- mundo interior.
Sabine llegó por casualidad a esta idea. El año pasado mientras viajaba, conoció un bunker militar suizo, enclavado en una ladera de los Alpes. Ahí se impactó. Había 900 tipos diferentes de municiones. Le intrigó la ambigüedad del tema. "Al instante quise fotografiarlos", dice Pearlman.
La artista optó por no mostrar los nombres de cada bala, con la idea de enfatizar la ambigüedad de su propósito y mostrar la meticulosidad del diseño ingenieril. Ella destaca el contraste entre la belleza de la forma que revela la fotografía y el carácter destructivo para las cuales son pensadas.
"Es una representación del mal y la belleza, una reflexión de la condición humana", expresa Sabine. Y tiene razón. Al recorrer una a una las fotos, es imposible no maravillarse con sus detalles e ingenio, pero a la vez, es inevitable sentir escalofríos al imaginar el efecto que tienen sobre su objetivo. Una verdadera metáfora de lo que como humanidad -para bien o para mal- somos capaces de hacer.
Imágenes de Sabine Pearlman.