Imagen: César Mejías

Qué pasará con Dilma y Brasil luego de la aprobación del juicio político que busca su destitución

Tras una maratónica jornada en el Senado, en la madrugada de hoy se aprobó el inicio de un proceso de destitución contra la Presidenta, quien será reemplazada por el Vicepresidente Michel Temer por un período inicial de 6 meses, mientras dure el juicio político y se formalice o no la destitución.

Por Macarena Fernández | 2016-05-12 | 15:16
Tags | Brasil, Dilma Rousseff, brasileros, política, destitución, juicio político

Y finalmente ocurrió. Después de casi un año de manifestaciones solicitando la renuncia o destitución de la Presidenta, Dilma Rousseff, quien llegó al mínimo histórico de aprobación alcanzada por un mandatario en ese país; ayer la Cámara Alta brasileñatuvo una maratónica jornada de 21 horas, para decidir si existían las pruebas y votos suficientes para un juicio político (impeachment) que durará máximo 180 días y que tiene como fin tomar la decisión final sobre la destitución de la Presidenta.

A eso de las 3 de la madrugada de hoy jueves, se alcanzó la mayoría simple en el Senado, de 41 votos, que bastaba para validar el inicio del juicio. Finalmente la sesión extraordinaria finalizó a las 7 de la madrugada, con una votación de 55 votos a favor del juicio y 21 en contra. El juicio se inicia hoy mismo y de resolverse a favor de la destitución, el gobierno de Rousseff se convertiría en el 2° gobierno brasilero removido por el Parlamento en 25 años (el anterior fue el de Fernando Collor de Mello).

¿Qué significa esto? Que la Presidenta debe suspender sus funciones por un período de seis meses, mientras dura el juicio, que determinará finalmente si se da o no la destitución. Mientras tanto, Rousseff queda con el cargo de “Presidenta espectral”. Quien asume hoy como Presidente interino de Brasil es el actual Vicepresidente, Michel Temer, presidente del Partido Democrático do Movimiento Brasileiro (PMDB), uno de los principales enemigos políticos de Dilma, a quien ella ha calificado de “traidor y el padre de las conspiraciones”.

Recordemos que la destitución de la mandataria, como les explicamos en detalle en esta nota, es justificada por su uso ilegal de las llamadas "bicicletas fiscales" , mecanismo consistente en usar dinero de los bancos del Estado para pagar cuentas y prestaciones sociales, que en el periodo fiscal siguiente se le devuelve.

Hoy, Dilma Rousseff se retiró del Palacio del Planalto, escoltada por su padrino político, el ex presidente Lula da Silva. Antes de dejar el Palacio, Rousseff dio su último y polémico discurso público, en el que acata pero no aprueba la decisión, señalando que “Es un día muy triste. La joven democracia brasileña está siendo golpeada. Este proceso es un golpe, este es un crimen que no cometí. Soy víctima de una gran injusticia", agregando que “No cometí crimen, no tengo cuentas en el exterior, no recibí coimas, jamás fui corrupta”.

Sus opositores, la mayoría de partidos de centro y de derecha, si bien mencionaron en sus argumentos lo de las bicicletas fiscales; se enfocaron principalmente en la brusca caída de la economía, la que retrocede a razón de un 3% del PIB al año.

Los defensores de Rousseff han igualado la decisión a un golpe de Estado, señalando que “están condenando a una inocente” porque el proceso carece de base legal. Expresan que no se puede destituir a una Presidenta que fue elegida democráticamente con 54 millones de votos a favor, agregando además que las maniobras fiscales cometidas no corresponden a un delito grave ni tampoco la crisis económica.

¿Qué pasará ahora con Dilma y Brasil?

Durante los próximos seis meses, Dilma permanecerá con el cargo de Presidenta Espectral. ¿Qué significa esto? Rousseff seguirá viviendo en la residencia oficial (Palacio de Alvorada) y mantendrá ciertos privilegios, como la mitad del salario, además de gozar de guardias de seguridad, atención de salud, derechos de viaje por tierra o aire y personal para su oficina.

Ahora, como se explica en El País, en este período de 180 días, los senadores discutirán si Rousseff cometió crimen de responsabilidad hacia la República, al alterar las cuentas públicas para equilibrar los balances presupuestarios de un año para otro a base de pedir dinero a bancos públicos.

Mientras, Roussef dedicará estos meses a preparar su defensa política y comunicacional con el apoyo de un equipo de 15 asesores (al que llamó “el bunker de la resistencia"), que reunirá material de su gestión y establecerá una estrategia de defensa con tal de impedir en la última votación su destitución definitiva. Sus defensores la alientan a viajar por Brasil y el mundo denunciando el “golpe” en su contra.

Michael Temer, abogado constitucionalista de 75 años, no muy popular dentro del pueblo (el 62% reprueba su forma de actuar como Vicepresidente), asume de forma interina la Presidencia de Brasil, señalando inmediatamente que las mejoras económicas requerirán tiempo. Temer asignará a su equipo de gobierno y a los nuevos ministros, y su mandato se enfocará en sanear las cuentas públicas, probablemente recortando ministerios y empleados. Pero a diferencia de lo que se pensaba, él mantendría los planes sociales de los últimos gobiernos.

La votación decisiva se realizará a más tardar en octubre (plazo final) y para efectuar la destitución de Dilma Rousseff no servirá sólo la mayoría simple, sino dos tercios del Congreso, equivalente al voto de 54 senadores. De hacerse efectiva la destitución, Temer quedaría de Presidente hasta el 2018, fecha en la que se realizarán las siguientes elecciones.

¿Crees que finalmente destituyan a Dilma? ¿Te parece justo el juicio?