Imagen: Rodrigo Avilés

Hyperloop, el transporte que promete viajes a 1.100 kilómetros por hora

¿Te imaginas viajar la distancia de Santiago a Buenos Aires en una hora? Hyperloop es un futurista medio de transporte ideado por Elon Musk, que es más factible de lo que parece a primera vista.

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2016-05-13 | 16:29
Tags | hyperloop, transporte, Musk, tren, velocidad, tecnología, ciencia, ingeniería

"Estimados pasajeros, pueden ya ingresar a las capsulas y agarrar bien sus peluquines que pronto partiremos. Llegaremos a Concepción en unos 20 minutos, Puerto Montt en 50 minutos y, para el señor pingüino que preguntó, Punta Arenas en 2 horas. Gracias por viajar hoy con Hyperloop".

Suena como un chiste cruel, sobre todo tomando en cuenta que ni el humilde tren tradicional cunde en estas tierras, pero las piezas necesarias para llevar a cabo este transporte mágico, que flota sobre aire comprimido y alcanzaría las 700 millas (1.126 kilómetros) por hora existen y se están probando ahora mismo en medio del árido desierto de Nevada, Estados Unidos.

Se llama Hyperloop, es desarrollado principalmente por la compañía Hyperloop One, pero inicialmente se trató de una de las locuras más del sudafricano Elon "Tesla" Musk para solucionar el problema de tráfico vehicular entre ciudades y, de paso, revolucionar la industria del transporte de pasajeros y de carga.

Hyperloop, una inspiración muskiana

¿Así que un nuevo medio de transporte que alcanzaría las 700 millas/hora mediante un tubo con aire a baja presión? Sí, eso suena como algo que saldría de la mente de Elon Musk, emprendedor por excelencia que surgió de PayPal, y últimamente ha destacado por los logros de sus nuevas compañías: Tesla Motors (de autos eléctricos de lujo) y Space X (cuyos cohetes reusables son la envidia de la NASA).

En 12 de agosto de 2013, Musk presentó un borrador de 57 páginas describiendo el proyecto que llamó Hyperloop. Muy al estilo del sudafricano, se describía algo que todavía no había sido concebido como solución a un problema que molestaba a Musk.

"Cuando el tren de 'alta velocidad' de California (que se supone unirá Los Ángeles y San Francisco en 2 horas 40 minutos, a 350 kilómetros por hora) fue aprobado , quedé muy desilusionado. ¿Cómo podía ser que el hogar de Silicon Valley –donde se han logrado cosas increíbles, como indexar todo el conocimiento del mundo y poner vehículos en Marte– construiría el tren bala que es al mismo tiempo el más caro por milla y uno de los más lentos del mundo?", escribió el empresario.

Por un treintavo del costo de la obra ferroviaria, decía Musk, podía construirse un medio más eficiente, rápido, y, debo decir, bastante más cool: cápsulas que viajarían a altísimas velocidades dentro de un tubo con aire a baja presión.

La cápsula, envisionaba Musk, tendría un compresor eléctrico en su nariz que "activamente transfiere aire a alta presión del frente a la parte trasera de la cápsula". En otras palabras, el objeto no es empujado, sino más bien tirado por la presión. La misma nave generaría una especie de cojín de aire (como sobre el que flota el disco en una mesa de air hockey) que evitaría la fricción que impide alcanzar la misma velocidad a trenes en rieles.

Pero el impulso principal (¡y vaya que impulso si hablamos de 700 millas por hora!) vendría dado por un motor lineal externo "como el del Modelo S de Tesla", agregaba Musk, haciéndole guiño a su otra compañía.

"Esto acelera la cápsula a una alta velocidad subsónica y provee de impulsos periódicos cada, más o menos, 70 millas", agregaba. En sus bocetos iniciales, las cápsulas podían acarrear hasta 28 personas y también carga.

Musk estimaba que, amortizando el costo del proyecto en 20 años, el pasaje Los Ángeles-San Francisco costaría unos 20 dólares (16 mil CLP) más gastos operacionales, bastante menos que los US$ 90 (61 mil CLP) que, proyectan, costaría el ticket en el tren de alta velocidad.

El Hyperloop (o algo similar) era, en sus cálculos, la solución ideal para conectar a ciudades de alto tráfico que estuviesen a menos de 1.500 kilómetros de distancia. A mayores distancias "sospecho que el viaje aéreo supersónico terminaría siendo más rápido y barato", agregaba, muy en su estilo racional.

Pasando la posta

Musk hizo el documento público por una buena razón: sus labores en Tesla y Space X le dejaban poco tiempo, por lo que dejaba en las manos de la industria el avance de su concepto de transporte del futuro, el que hacía disponible en código abierto.

Una de las primeras personas que tomó la posta de Musk, fue un ex-empleado reconocido por su magnífico bigote bicolor y su nombre (que es real): Brogan BamBrogan.

Muy al estilo Silicon Valley, BamBrogan reunió hace 16 meses a un pequeño grupo de ingenieros en su garage y comenzó a jugar con los cálculos y conceptos heredados por Musk.

Bill Gates estaría orgulloso. Fuente: Hyperloop One

Varios meses y rondas de financiamiento después, Hyperloop One ha avanzado el concepto con varias mejoras y exitosas pruebas de las que Musk estaría orgulloso. Hoy poseen 12 mil metros cuadrados de edificios industriales cerca del centro de Los Ángeles y 140 empleados, con cargos tan llamativos como "ingenieros en levitación".

Si bien no es la única empresa que se encuentra regando la semilla de Hyperloop, la empresa de BamBrogan es la que está más cerca de hacerlo realidad. Sin ir más lejos, esta misma semana dio un gran paso.

Hyperloop One: haciendo real lo imposible

Los bocetos de Musk eran bocetos por una razón. Había muchos cálculos que afinar, tecnologías que inventar y cosas que cambiar. Varios medios, de hecho, hicieron eco de comentarios que lo tachaban simplemente de un sueño imposible por la tecnología y la infraestructura que implicaba. Pero el sudafricano ha escuchado eso más de alguna vez al emprender con sus empresas anteriores y, por extensión, BamBrogan también.

Montaje 3D del diseño conceptual del Hyperloop de Hyperloop One. Fuente: Hyperloop One

"Lo que pasa con Hyperloop es que no existe hasta que realmente existe" , resume acertadamente hoy Josh Giegel, vicepresidente sénior de ingeniería de Hyperloop One para el MIT Technology Review.

Las oficinas de Hyperloop One son descritas como una versión no muy alejada de las empresas de Musk: grandes laboratorios de prueba y error, que privilegian la ejecución por sobre la teoría, fieles a la filosofía de "fallar rápido y barato".

Este enfoque explica, por ejemplo, la construcción de un fascinante equipo llamado Levitation Rig (aparato de levitación),una cámara sellada de 18 metros cúbicos que simula la presión y velocidad necesaria para los sistemas de levitación que se usarán en las cápsulas.

Una moderna y muy limpia cámara de tortura levitación. Fuente: Hyperloop One

Si bien casi todas las pruebas se han hecho en ambientes controlados de laboratorio, Hyperloop One dio el 11 de mayo un gran paso al probar por primera vez su sistema de propulsión en medio del desierto de Nevada.

Un pequeño aventón para la humanidad

Quienes esperaban ver una cápsula levitando y acelerando a velocidades capaces de torcer el cuello, estarán un poco decepcionados con lo logrado, pues se trató de una prueba en un ambiente abierto sobre rieles. Pese a la falta de espectáculo, se trató de la primera demostración pública de la tecnología Hyperloop en la historia.

El siguiente video muestra como el sistema de propulsión electromagnético, basado en un motor sin partes móviles instalado en los rieles, logra que un carro acelere a de 0 a 96 kilómetros por hora en un segundo.

El primer gran paso de esta tecnología fue celebrado por toda la industria de startups tecnológicos, siendo el mismo Elon Musk uno de los primeros en felicitar a la compañía. "Todo el crédito para el equipo que está haciendo esto. Todo está pasando sin ninguna ayuda mía", tuiteó.

Para entender cómo esta prueba servirá para crear su primer prototipo completo, la compañía creó una animación que explica la evolución que, se espera, se dará antes de 2017:

Los planes futuros

Quizá lo más emocionante de Hyperloop, más allá de los avances de una compañía en específico, es que se trata de un esfuerzo industrial abierto no solo en su código, sino también a la cooperación entre las distintas empresas e instituciones involucradas.

Es así como Space X organizó una competencia de diseño del Hyperloop donde participaron cientos de universidades, y donde también expusieron varias compañías que están trabajando en distintos aspectos del llamado "transporte del futuro". Musk se aseguró por contrato que toda la información que nazca de estas competiciones (porque piensa organizar muchas) será también de código abierto.

La compañía de BamBrogan, por su parte, espera tener el primer prototipo funcional de Hyperloop a finales de 2016 y asociarse con socios estratégicos para estudiar su viabilidad en otras partes del mundo. Ya anunciaron que se harán estudios en Suecia y Finlandia. Dinero no les faltará; hace algunos días aseguraron 80 millones de dólares en una nueva ronda de financiamiento. Nada mal para algo "imposible" ¿no?

¿Cuál crees que es el medio de transporte del futuro?