El Planeta Rojo ha seducido a la humanidad desde siempre. Después de la Luna y dejando de lado a las estrellas, es uno de los cuerpos celestes que se encuentra más visible sobre nuestro firmamento. Y como la curiosidad humana no tiene lÃmites, este diminuto punto rojizo que vemos en la noche se ha convertido en personificación de guerreros dioses, en escenario de futuristas historias de ciencia ficción y, ahora, en objetivo real de colonización.
SÃ, como alguna vez los seres humanos más aventureros soñaron con surcar los mares y habitar nuevos continentes, hoy el objetivo está puesto fuera de nuestro planeta: Marte es el objetivo, la carrera ya se ha iniciado y va más rápido que nunca. ¿Cómo y cuándo el primer ser humano pisará el ardiente suelo del planeta vecino? Al parecer estaremos vivos para tener estas respuestas.
Tal como lo oyen, 2025 está a la vuelta de la esquina y resulta muy probable que para esa fecha, estemos todos pegados a una pantalla viendo cómo se arman las primeras viviendas en suelo marciano. Pero vamos por parte.
Si aún no has oÃdo hablar del famoso Elon Musk, estás a tiempo, pues todavÃa no concreta una de sus más grandes hazañas planeadas: llegar a Marte. Se trata de un fÃsico, emprendedor e inventor sudafricano que, entre otras cosas, es cofundador de PayPal y Tesla Motors (además de plantear hace poco tiempo que, posiblemente, los seres humanos no somos más que los personajes de un videojuego que se está jugando diez mil años en el futuro). Resulta que, además de todo esto, Musk es Director Ejecutivo de SpaceX, una empresa de transporte aeroespacial estadounidense, fundada en 2002.
SpaceX está dedicada a diseñar, fabricar y lanzar cohetes y naves espaciales avanzadas con el objetivo de, literalmente, “permitir a la gente vivir en otros planetas†en el futuro. Dentro de las misiones que la empresa privada planea llevar (y está llevando) a cabo, está Falcon 9, un cohete para el transporte fiable de satélites y naves espaciales que ya ha sido probado varias veces; Dragon, la que en 2012 se convirtió en la primera nave espacial comercial de la historia en entregar carga a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés); y Falcon Heavy, un cohete que pretende despegar a fines de este año y que se convertirá en el más poderoso del mundo. Cabe destacar que SpaceX tiene un contrato de USD$1.6 millones con la NASA (más de un billón de pesos chilenos), lo cual compromete el realizar varias misiones de reabastecimiento a la ISS y, en un futuro, también llevar tripulación al espacio.
Toda esta introducción sobre Musk desemboca en su más ambicioso proyecto: llevar tripulación a Marte, hazaña sobre la cual dio algunas luces recientemente, en la Code Conference, una reunión en donde los personajes más influyentes de la industria de la tecnologÃa se juntan para discutir sobre el impacto actual y futuro de ésta. En la ocasión, Musk anunció que pretende que SpaceX llegue a Marte en 2018 sin tripulación, para luego enviar una nave tripulada en 2024, la que se posarÃa en la superficie marciana en 2025. De aquà en adelante, el fÃsico y empresario pretende ir llevando más población al planeta vecino, respetando el perÃodo orbital de 26 meses que la nave Dragon demora en realizar el periplo.
En declaraciones a The Washington Post, Musk reconoció las dificultades de la odisea que pretende emprender a partir de 2018: “Esta misión, que durará varios meses, seguro que será difÃcil, arriesgada, peligrosa y muy complicada. Igual que en su momento se establecieron las colonias inglesas, hay personas a las que les gusta todo esto. Ellos quieren ser los pionerosâ€. Pero antes de comenzar cualquier viaje espacial, existen ciertos elementos que deben asegurarse: “básicamente lo que estamos diciendo es que estamos estableciendo una ruta de carga al planeta Marte. Es una ruta de carga regular y pasara cada 26 mesesâ€, aseguró.
Cabe destacar que la misión de Musk es de carácter privado y no está financiada por el gobierno de Estados Unidos ni por la NASA aunque, sin embargo, recibirá apoyo técnico de ambos. Pero no crean que la NASA está de brazos cruzados, también tiene sus propios planes en mente…
Paralelamente a los esfuerzos de Elon Musk, la NASA está trabajando y estudiando los efectos que podrÃa tener en el cuerpo humano un viaje espacial tan largo, además de realizar experimentos para poder crear oxÃgeno artificial y desarrollar un motor de propulsión solar que permita viajar en el espacio profundo.
Sin embargo, la fecha que plantea para alcanzar el objetivo del Planeta Rojo, está aún algo alejada en el tiempo. Dava Newman, administradora adjunta de la agencia espacial estadounidense, declara: “Estamos haciendo las inversiones necesarias y estamos más cerca que nunca en la historia de la civilización humana de mandar humanos a Marte en la década de 2030â€. Y ello pretende lograrse en tres etapas: evaluación del impacto de estancias prolongadas en el espacio para el cuerpo humano (lo que se viene estudiando desde 2010), misiones al espacio profundo (lo que supone enviar una misión tripulada a explorar un asteroide durante la próxima década) y, finalmente, el envÃo de naves tripuladas a Marte.
La idea de esta última etapa, es crear en la superficie marciana instalaciones habitables durante largos periodos. En este sentido, la NASA ya ha comenzado a estudiar en el espacio el funcionamiento del módulo BEAM (The Bigelow Expandable Activity Module), una vivienda acondicionada para habitar Marte que fue enviada hace unas semanas a la ISS por el cargo Dragon (de SpaceX) para ser probada durante dos años. Ya instalado, BEAM pudo expandirse en el espacio totalmente, quedando operativo y presurizado para que se realicen experimentos dentro de él, tales como pruebas térmicas y de radiación solar.
Esperen… ¿¿Y habrá un reality de la llegada del hombre a Marte??
La carrera a Marte no sólo ha hecho soñar (y trabajar muy duro) a los cientÃficos, sino también a aquellas mentes que están pensando en cómo se comunicará esta experiencia al resto de la humanidad. Sucede que hay una fundación llamada Mars One, cuyo objetivo era transmitir, en formato televisivo, la experiencia de la primera colonia marciana, en formato de reality show.
El tema no habÃa despegado ni cobrado demasiada seriedad, hasta que el discurso de Musk sobre la llegada del hombre a Marte se hizo más concreto. Hoy se especula que Mars One podrÃa abastecerse de naves y cohetes comprando la tecnologÃa de SpaceX. Aunque Musk ha declarado estar dispuesto a venderles, cree que aún deberÃan esperar algunos años para que la tecnologÃa sea la adecuada y la experiencia realmente se convierta en una hazaña exitosa. Que quede claro, SpaceX y Mars One son proyectos distintos, pero, eventualmente, el primero podrÃa abastacer al segundo.
Una de las principales polémicas que ha suscitado Mars One, es que la fundación postula que la parte más compleja del proyecto es el viaje de regreso, el que consideran “costoso†y “arriesgadoâ€, pues requiere del desarrollo de cohetes superpotentes y de sistemas de aterrizaje con gran capacidad. Entonces, su alternativa es el “asentamiento permanenteâ€, lo que, de acuerdo su visión, “es mucho menos complejo y requiere de menos infraestructuraâ€. En palabras simples: si el proyecto se concreta, quienes se anoten en el viaje sacarán un ticket sólo de ida.
El proceso de selección de los astronautas ya está en marcha y, en un inicio, se anotaron cerca de 200 mil hombres y mujeres interesados en pasar el resto de sus vidas en el Planeta Rojo. A esta altura, ya hay 100 candidatos preseleccionados que deberán enfrentar algunas pruebas preparadas por la NASA, las que medirán, entre otras cosas, su capacidad de toma de decisiones, su actitud frente a los problemas, su estado de ánimo, su motivación, el aspecto psicológico de cada uno de ellos, las normas sociales y su comportamiento durante y fuera de las pruebas.
Luego de esta etapa, quedarán sólo 40 seleccionados que se someterán a una prueba extrema de aislamiento, la que eliminará a otros 10. Los 30 restantes deberán enfrentar una entrevista. Finalmente, serán seleccionados 24 colonos potenciales, repartidos en seis grupos de cuatro personas, para desplegar el primer asentamiento humano en Marte.
El proyecto pretende financiarse a través de la transmisión de un reality show sobre el proceso, en donde los colonos deberán hacer lo posible para mantener un asentamiento exitoso, viviendo en pequeños habitáculos, buscando agua (o produciéndola artificialmente), produciendo oxÃgeno y cultivando sus propios alimentos. Y vale la pena volver a mencionarlo: sin retorno a la Tierra.
Todo esto nos parece sacado de un libro de ciencia ficción, ¿pero cuán real es? ¿Habitar Marte de la manera que Musk, la NASA o Mars One pretenden, es algo factible? TEDconvocó este año a un grupo de astrónomos, artistas, cientÃficos y comunicadores para discutir sobre las principales preguntas que se encuentran tras la cruzada a Marte; antes de que el milagro suceda, el Planeta Rojo (y su colonización) inspira a todos más interrogantes que afirmaciones. Aquà te contamos algunas de sus principales impresiones.
- La adaptación de Marte a la vida humana
Una de las interrogantes es si el avance actual de la ciencia tiene la capacidad suficiente para sustentar la vida humana en otro planeta, terraformalo. Es decir, modificar la superficie del planeta para crear un hábitat propicio para el hombre en base a sus necesidades (cultivos, oxÃgeno, etc.). La opinión de casi todos los expertos fue que hablar de terraformación era algo demasiado ambicioso, para ellos, resulta mejor hablar de la construcción de un soporte de vida biológica en Marte y, sobre eso, ya hay algunos experimentos en la Tierra medianamente exitosos (el ecosistema regenerativo MELISSA, por ejemplo).
Danielle Lee, bióloga evolutiva agregó, “la visión de seres humanos trabajando juntos, bajo condiciones impredecibles, me parece poco realista. Tengo una visión más despótica de la humanidad bajo condiciones de estrés, impredecibles, con recursos limitados, bajo el riesgo de romper cosas y simplemente no poder reemplazarlas. ¿Cómo van a actuar si saben que no podrán regresar a casa?â€. Es una pregunta que no podemos dejar de ignorar.
- La cantidad de personas que podrÃa habitarlo
Angelo Vermeulen, comandante de una tripulación de simulación de la NASA en Hawái (HI-SEAS), postuló que, en un primer momento, el asentamiento marciano serÃa más como una base polar, con pocas personas y, de ningún modo, una colonia numerosa. Jedidah Isler, quien es experta en agujeros negros súper masivos, estuvo de acuerdo, y declaró que se tratará de una “exploración primariaâ€, con pocos participantes.
- La dinámica social
Una tercera duda tiene que ver la historia de la humanidad y la colonización: ¿Qué hemos aprendido de la construcción de colonias en la Tierra? ¿Tenemos el derecho moral para hacernos cargo de otro planeta? La discusión entre los expertos plantea si es o no nuestro derecho colonizar otros planetas y si los beneficios comerciales que ello podrÃa acarrearnos crearÃan desigualdades entre la colonia marciana, como ha sucedido en todas las comunidades humanas a lo largo de nuestra historia. Jedidah Isler, hizo una interesante reflexión al respecto: “como astrofÃsica y mujer negra, me enfrento a menudo a aquellos que se han hecho invisibles, escucho lo que no se menciona. Y lo que no se menciona en este plan son las personas que no son directores generales, que no son los Elon Musk del mundoâ€.
- Los intereses comerciales
Como es posible que la llegada a Marte se realice como una empresa privada, emergió la preocupación de que primen las acciones de unos pocos por sobre la opinión del resto. Angelo Vermeulen, declaró estar preocupado por “la expansión incontrolada del capitalismo depredador neoliberal en el espacio exteriorâ€, lo que podrÃa dejar fuera cualquier crÃtica respecto al modo en que se están haciendo las cosas. “Todo es cosa de llegar primero para ganar y beneficiarse al máximoâ€.
Aunque se trata de una empresa llena de interrogantes, y graves riesgos asociados, la comunidad de expertos que participó en la conversación, concluyó que es un proyecto que los entusiasma y que resulta para todos muy emocionante e inspirador. Sus crÃticas sólo pretenden contribuir a que las cosas se hagan de manera adecuada. La cosmóloga Renee Hlozek, concluyó que no se trata de ser pesimistas, sino de tener visión y respeto por un proyecto, de ser cautos para, algún dÃa, en sus palabras, poder llegar “al infinito y más alláâ€.