Pajaritos ¡Vuelvan a la ciudad!

Hay varias razones que espantan a los pájaros de la ciudad. Una de ellas es la falta de espacios para anidar. Aquí te mostramos algunas soluciones que permiten convertir las edificaciones en hábitats aptos para que las aves vuelvan a llenar las urbes con su canto.

Por Magdalena Araus @mmaraus | 2013-07-19 | 12:36
Tags | pájaros, ciudad, naturaleza, aves, soluciones, ladrillos, tejas, diseño, innovación, arquitectura, construcción

¿Qué nos produce escuchar el canto de los pájaros? A no ser de que se venga llegando a la casa después de una larga noche y se pretenda dormir, probablemente la mayoría de las personas disfruten y se alegren con una melodía en la mañana. Pero ¿cuán a menudo los escuchamos?

La ciudad no es el entorno ideal para los pájaros. El ruido, los vehículos motorizados, las construcciones, el cemento, los han espantado. Aunque muchos han aprendido a convivir en el mundo urbano, un gran grupo ha migrado de vuelta a los campos. Una de estas tantas razones es porque no tienen un lugar donde anidar.

Es bueno que hayan pájaros en la ciudad. Que el exceso de cemento, metal y contaminación no nos aísle del todo de la naturaleza a la que pertenecemos. Según Juan Luis Celis, agrónomo del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable y profesor de la Universidad Católica, “las aves son muy importantes para la dispersión de semillas, el consumo de insectos y también como un fenómeno de recreación". ¿Qué pasa si no hay áreas verdes ni espacios de anidación?

Celis explica que "si hay un hábitat degradado o muy contaminado, no encontrarás estas especies y eso debería ser un parámetro al momento de tomar medidas de protección”. En otras palabras, la existencia de aves es un barómetro de cuán sano para vivir es un lugar.

Esta preocupación condujo a distintas personas en el mundo a crear proyectos que invitaran a las aves a habitar nuevamente las ciudades. Aquí te mostramos ladrillos y tejas especiales que permiten que la naturaleza se integre a las hostiles construcciones citadinas.

BRICKBIRD

Brickbird es un ladrillo que consta de 5 partes para ofrecer un espacio de anidación para las aves. Es la creación de Aaron Dunkerton. 

En los últimos 50 años, el gorrión que comúnmente habita las ciudades del Reino Unido se ha reducido por el frío en un 70%. También se asocia a la pérdida de sitios de anidación comunal, como edificios antiguos, de espacios verdes en las ciudades y el agotamiento de sus fuentes de alimentos naturales. Aaron combinó el aislamiento que brindan los bloques de ladrillos con el gusto de estos pájaros por anidar en las casas. Como gran parte de las cavidades se han cubierto o han desaparecido por completo, esta pieza crea un ambiente térmico y humedad adecuada para anidar. A la vez es perfectamente resistente como material de construcción y visualmente discreto.

Fuente: Aaron Dunkerton. 

BRICK BIOTOPE

Como el gorrión también ha desaparecido en los Países Bajos, Micaela Nardella y Oana Tudose crearon Brick Biotope, un ladrillo lleno de grietas para que estas pequeñas aves puedan refugiarse entre ellas. Además el diseño permite que en esos espacios crezcan plantas y se desarrolle vida silvestre conviviendo con la arquitectura. Es una combinación de arte y ecología, que demuestra que inventos simples pueden ser una solución viable para la creación de ecosistemas urbanos diversos y saludables. 

La gracia es que uno mismo puede construir estos ladrillos con materiales tan simples como el yeso y la arena. Las instrucciones las puedes encontrar en este link

Fuente: Fabrikaat.

BRICK HABITATS

Si se trata de llenar las paredes de vida, esta idea lleva el concepto de pared a otro nivel. Brick Habitats considera diferentes formas de ladrillos que ofrecen espacios para agua, plantas y pájaros. Chooi-leng Tan creó este sistema personalizable que permite acumular agua lluvia en ladrillos con formas de mini piletas, brinda espacios de anidación y mini maceteros para plantas ornamentales o hierbas.

Fuente: Chooi-leng Tan

Fuente: Inhabitat

Fuente: Inhabitat

BIRDHOUSE

Si se trata de invitar a los pájaros a volver a la ciudad, para quienes tengan casas y no quieran "dentrar a picar" en las paredes, pueden optar por estas curiosas tejas-pajareras. BirdHouse de Klaas Kuiken es una pequeña casa donde los pájaros pueden anidar, que tiene como base la clásica teja curva. Es una pieza completa que se fija con un pegamento especial para resistir temperaturas extremas. 

Fuente: Klaas Kuiken

Fuente: Klaas Kuiken

Fuente: Klaas Kuiken

Los pájaros de ciudad son diferentes

Las aves urbanas son distintas de las que habitan otras zonas. El ritmo de la ciudad y los elementos de la tecnología, hacen que se distingan de otras especies. Acá te mostramos tres curiosidades:

 1. Relojes biológicos acelerados: los pájaros de la ciudad se levantan más temprano y descansan menos durante el día que los del bosque. Según este estudio de la Universidad de Glasgow y el Instituto Max Planck de Ornitología, se descubrió también que los ritmos circadianos de los pájaros urbanos estaban claramente alterados. Esto debido a la urbanización progresiva, que ha obligado a las aves a lidiar con grandes cambios del entorno en el que viven. Probablemente los factores más directos serían la luz artificial y el aumento de los niveles del ruido.

2. Cabezones que enfrentan desafíos: las ciudades son ambientes novedosos y complejos. Esto hace que las aves se enfrenten a mayores retos. De esto se deriva que las aves con mayor capacidad de adaptación y por consecuencia un cerebro más grande, sean quienes puedan quedarse habitando los centros urbanos. Según el estudio del  Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, el tamaño cerebral de las especies que colonizan los entornos urbanos es un 20% más grande en relación a su cuerpo.

3. ¡Queremos escucharnos! Cambios tono de voz: el ruido de la ciudad ha hecho que algunos pájaros deban modificar su tono de voz para poder comunicarse por sobre el nivel de urbano. Para eso tuvieron que agudizar su canto y así adaptarse a las condiciones que los rodean, según otro estudio del CSIC de España. "Eligen el canto que mejor se oye, transmite y el que menos se deteriora en ese ambiente”, explica el investigador Diego Gil, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.