En el mismo terreno que antes funcionó como plantación donde trabajaban esclavos antes de 1800, se construyó el primer Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana en el National Mall de Washington, a sólo tres manzanas de la Casa Blanca, y que tiene como lema “La historia afroamericana es nuestra historia”.
100 años han pasado desde que un grupo de veteranos afroamericanos de la Guerra Civil propusieron por primera vez la creación del museo. 100 años se tardaron en reunir elfinanciamiento necesario, los permisos y los 37.000 artefactos que componen la histórica colección que abarca desde la esclavitud, pasando por la riqueza y diversidad cultural afroamericana, los grandes personajes que han marcado la historia y luchado por frenar el racismo; hasta la llegada del primer afroamericano a la Presidencia de Estados Unidos, Barack Obama, quien tendrá el honor de inaugurar el museo el próximo 24 de septiembre ante más de 20.000 personas.
La construcción del museo, que comenzó en febrero de 2012 y costó US$540 millones de dólares, fue aprobada por el Congreso en 2003, con una partida inicial de US$270 millones en fondos federales, mientras que el resto del dinero provino de donaciones de celebridades afroamericanas, como Oprah Winfrey, Michael Jordan, LeBron James, y Samuel L. Jackson, entre otros.
“Un documento de la tragedia y una celebración de la vida”, es como Obama lo describe. Por su parte, el director del museo Lonnie Bunch señaló que la misión del museo es “contribuir a que cada estadounidense, todo el mundo, entienda mejor la trayectoria de los afroamericanos y cómo ésta cambió a América”, agregando que tardó más de una década en recopilar los trazos de una de las historias más dolorosas del país y conseguir situarlos después bajo un mismo techo.
El líder afroamericano Jesse Jackson recorrió el museo y consideró que es un buen primer paso para reconocer las raíces afroamericanas de Estados Unidos, pero que aún falta mucho por sanar. “Somos libres, pero no iguales: cada vez unos pocos tienen más, y los más tienen menos, y los afroamericanos sufren altos niveles de pobreza, de mortandad, de menos acceso a capital”, señaló el activista de los derechos civiles, agregando que “es bueno que se conmemore nuestra historia. Mucho tuvo que pasar entre el asesinato de Martin Luther King, en un balcón de hotel en Memphis (Tennessee), y el saludo del presidente Obama desde el balcón de la Casa Blanca… no olvidemos que la lucha por la igualdad sigue”.
El museo por fuera |
El museo está construido y diseñado para hacer un recorrido por lo que ha sido la historia afroamericana en Estados Unidos, y es por esto que se entra por el sótano donde se puede presenciar una amplia exposición sobre el comercio global de al menos once millones de esclavos a partir de 1400 y por casi cuatro siglos, donde se puede apreciar también la etapa colonial, la Guerra Civil y el sometimiento posterior.
Luego, en los pisos superiores, el museo va narrando los capítulos de opresión y discriminación que continuaron pese al fin de la esclavitud, y la enorme lucha por los derechos civiles durante la década de 1960 con figuras como Martin Luther King y Malcolm X.
Las galerías de los últimos pisos son iluminadas y describen la enorme huella de los afroamericanos en la música, literatura, baile, deporte y cultura en EE.UU.; a través de videos, fotografías, documentos, retratos y artefactos de personajes como Michael Jackson, Prince, Carl Lewis, Celia Cruz, Jesse Owens, entre muchos otros.
Entre sus más de 37.000 artefactos, destacan los siguientes:
- Látigos y esposas usados contra los esclavos
- Una casa de esclavos en una plantación de Carolina del Sur
- El certificado de libertad de Joseph Trammell
- Un protector de cabeza del fallecido boxeador, Muhammad Ali
- Un sombrero y una chaqueta de Michael Jackson
- Un traje de Prince
- Un vestido de Celia Cruz
- Vestidos y trofeos de Whitney Houston
- 9 de las 10 medallas olímpicas y un par de zapatillas de Carl Lewis
- El féretro de Emmet Till, adolescente linchado en el Mississippi de los años '50
- Pedazos de cristales de los vitrales de la iglesia de Birmingham donde murieron cuatro niñas afroamericanas asesinadas por una bomba en 1963.
- Un vagón de ferrocarril de la década de 1920 que sólo transportaba negros.
- Una estatua del ex presidente Thomas Jefferson al lado de cajas con los nombres de sus 609 esclavos.
- El vestido que utilizó la activista Rosa Parks cuando fue detenida por negarse a ceder el asiento en un autobús.
- Un avión azul y amarillo del Instituto Tuskegee, que recuerda la participación de los pilotos afroamericanos en la Segunda Guerra Mundial.
- El primer violín de Jesse Freeland, que recibió del hombre al que pertenecía para entretener a su dueño, familia e invitados.
- El traje que utilizó Barack Obama cuando asumió como presidente de Estados Unidos.
Histórica será la inauguración de este museo el próximo 24 de septiembre, al que asistirán autoridades del Gobierno y diversas celebridades, y que busca dar protagonismo y la importancia que merece a la población y cultura afroamericana en Estados Unidos. Tras su apertura, se espera que 10.000 personas lo visiten a diario, y es tal el impacto que ha causado el museo, que ya se habla de construir un Museo Latino, para documentar que la comunidad latina ha sido protagonista también en la construcción e historia de Estados Unidos. ¿Se pondrá Trump quizás con algunos dólares?