El protagonista de esta historia es Ken Kutaragi, conocido como el padre de la PlayStation, ya que fue responsable de diseñar componentes claves del hardware de la consola que ha deleitado a millones de jugadores a lo largo del mundo. Quién diría que el nacimiento de esta consola, fue producto de una infructuosa relación entre dos férreos competidores: Nintendo y Sony. Teniendo este último nula experiencia en la industria de los videojuegos, llegó a hacer temblar a los reyes indiscutidos del mercado en la década de los noventa.
Ken, un hábil ingeniero japonés, siempre estaba resolviendo algún problema interesante. Se interesó en los videojuegos al ver a su hija jugando Famicom y no dudó en aplicar sus elevadas capacidades técnicas a ello. Trabajó elaborando un chip de audio para Nintendo, a escondidas de sus superiores, pues él trabajaba en Sony. Ken diseñó el chip de sonido SPC700, utilizado en el Super Nintendo ¿Recuerdas esos sonidos? Nostalgia…
A finales de los '80 Sony ya era una empresa muy exitosa. Algunos de sus altos ejecutivos no estaban interesados en los videojuegos, era algo que veían como un “juguete” que no estaba a la altura de la reputación de su compañía: creadora del revolucionario Walkman y co-creadora del CD-ROM. Cuando en Sony se enteraron de que Ken estaba fabricando el chip en secreto para Nintendo, se enfurecieron. De no ser por su elevada reputación y el apoyo que recibió por parte del presidente de la compañía, hubiese sido despedido. Sin embargo, pudo terminar el chip y convencer a Sony de que los videojuegos podrían ser un negocio atractivo. Parece que tenía razón.
Nintendo tenía un problema: sus cartuchos de videojuegos aumentaban los costos de fabricación y distribución, impactando finalmente en el bolsillo de los consumidores. Sony, gracias al entusiasmo de Kutaragi, comenzó la investigación para utilizar el CD-ROM como medio de almacenamiento de videojuegos, llegando a un acuerdo con Nintendo, en el que Sony diseñaría un periférico para Super Nintendo que permitiría leer CDs, además diseñaría una consola que contendría un lector de cartuchos de Nintendo y CDs. Esta consola se llamaría: PlayStation.
La primera sorpresa llegó con el esperado CES (Consumer Electronics Show) de 1991, donde las grandes empresas anunciarían sus próximos lanzamientos. Entonces ocurrió un hecho imprevisto, que tendría un profundo impacto en la industria. Sony, orgullosamente anunció los planes que tenía junto a Nintendo para crear la PlayStation; luego, en el mismo evento, Nintendo anunció que trabajaría con Philips, desbaratando el anuncio de Sony y humillándolo públicamente.
El fallido acuerdo dejaba a Sony el control de todo contenido que se utilizara a través de CD-ROM, mientras Nintendo mantenía el control de sus cartuchos. Nintendo se retractó de trabajar con Sony porque temió quedar fuera del creciente negocio de los CD-ROM, acudiendo a Philips, a fin de que ellos le provean la tecnología requerida.
La inesperada jugada de Nintendo desató la furia de Ken Kuratagi, su sueño de crear tecnologías para la industria de los videojuegos parecía desmoronarse. Fue a hablar con el gerente de Sony para convencerle de crear su propia consola. Todos estaban indignados con Nintendo, así que el gerente le dijo “Just do it!” y la peor pesadilla de Nintendo se desató.
En contra del pensamiento de muchos de sus altos cargos, Sony ingresó a la industria de los videojuegos. Kuratagi comenzó a trabajar en lo que sería el siguiente gran acierto de Sony: una consola de 32 bits con potentes gráficos 3D y sonidos. La creación mantuvo el nombre PlayStation, ayudándole a los ejecutivos de Nintendo a recordar que ellos mismos liberaron a la bestia.
Sony lanzó la primera PlayStation en 1994 y fue un éxito, logrando más de 100 millones de unidades vendidas. No obstante, eso fue solo el comienzo, pues la PlayStation 2 en el año 2000, vendió más de 155 millones de unidades convirtiéndose en la consola más vendida del mundo.
La vasta experiencia de Nintendo no fue suficiente para superar a Sony. Su consola era más potente, económica y logró seducir a la comunidad gamer, generando exitosos títulos. Ken Kuratagi, por su parte, llegó a ser gerente de Sony Computer Entertainment, división creada gracias a su acertada visión.
A nosotros solo nos queda imaginar un mundo paralelo, en donde Nintendo sí trabaja con Sony ¿Su trabajo en conjunto superaría a lo que lograron por separado?