Inverosímil para la opinión internacional, y contra todo lo esperado, tal como el brexit en Gran Bretaña y el No en Colombia: Estados Unidos eligió a Trump. Las semanas previas a las elecciones presidenciales, las encuestas seguían dando por ganadora a Hillary Clinton por sobre Donald Trump (47,5% versus 42,3%), pero para la intranquilidad de algunos (y la felicidad de otros), se pudo ver también un aumento en los intentos de boicot hacia la candidata demócrata, como la ventilación de los mails revelados por Wikileaks, y también un mayor porcentaje de posibles votos nulos, lo que podía inferir en una eventual ventaja para el candidato republicano.

Aún así, muchos esperaban confiados ver a la ex primera dama celebrar el triunfo. Fueron casi 24 horas de votaciones que tuvieron al mundo con el alma en un hilo, a las bolsas asiáticas y el peso mexicano temblando, la web del Ministerio de Inmigración de Canadá colapsada, y a todas las personas interesadas pendientes de cada actualización de conteo de los principales medios internacionales, los que, gran parte de la jornada, dieron por ganador a Donald Trump. Y no se equivocaron. 

Finalmente el empresario superó los 270 votos, mitad + 1 de los 538 votos electorales necesarios para convertirse en jefe de Estado, al ganar los 10 del estado de Wisconsin, a las 4:30 horas de la madrugada (en Chile). Así es señoras y señores, para la sorpresa de muchos, Donald Trump será quien asumirá en la Casa Blanca como presidente de Estados Unidos, el próximo 20 de enero.

¿Cómo lo logró? Los estados que decidieron la elección

Ohio, el mágico y adivino Ohio, volvió a tener la razón. Desde 1964 los candidatos que ganan este estado, llegan a la Casa Blanca, lo que le merece el nombre de "estado predictor". Y esta vez volvió a acertar, al mostrar el triunfo de Trump. Pero no fue solamente su señal, sino los resultados previos de otros estados los que fueron empujando la famosa aguja del New York Times, quien tempranamente inclinó las probabilidades para decirle a Estados Unidos quién sería su próximo presidente. ¿Cómo funciona y cómo se dio el panorama electoral?

Antes de seguir, recordemos que EE.UU. tiene un sistema electoral único en el mundo, que funciona como "Winner takes all" o "ganador se lleva todo”, en donde el candidato que recibe la mayoría de los votos de los ciudadanos en un determinado estado, se lleva todos los electores de dicho estado a su favor; y para lograr la mayoría, el candidato ganador debe obtener 270 de los 538 votos del Consejo Electoral. Así, los 51 estados norteamericanos cuentan con una cantidad determinada de votos electorales, acorde a la población que tiene cada uno. California, el más grande de todos, cuenta con 55 votos electorales, seguido por Texas con 38, Nueva York y Florida con 29, y así van disminuyendo hasta los estados que tienen sólo 3 votos electorales, como Nebraska y Vermont. Es decir, cada estado "pesa" diferente del otro. 

Clinton se impuso con gran mayoría en estados como California, Illinois, Washington, Nueva York, New Jersey, Massachusetts, New Mexico, entre otros. Trump en Texas, Oklahoma, Carolina del Norte y del Sur, Alabama, entre otros. ¿Cuáles fueron los decisivos entonces? 

Los “swing states” o “estados indecisos” que no mostraron una preferencia decisiva durante el año de campaña electoral. Estos son Florida (ganó Trump los 29 votos), Ohio (ganó Trump los 18 votos), Pennsylvania (ganó Trump los 20 votos), Wisconsin (ganó Trump los 10 votos), New Hampshire (ganó Clinton los 4 votos), Minnesota (ganó Clinton los 10 votos), Iowa (ganó Trump los 6 votos), Michigan (ganó Trump los 16 votos), Nevada (ganó Clinton los 6 votos), Colorado (ganó Clinton los 9 votos) y Carolina del Norte (ganó Trump los 15 votos).

Sorprendió a la opinión pública que Clinton haya perdido en varios estados que normalmente votan por demócratas, que el voto latino no haya logrado hacerle peso y que casi la mitad de las mujeres se haya inclinado de todas formas por Trump.

Y así fue como finalmente el candidato republicano se quedó con 279 votos electorales versus los 228 de la candidata demócrata (aunque ella tuvo más votos ciudadanos), según los últimos cómputos. Estaremos actualizando. 

¿Y qué planea hacer el futuro Presidente?

Donald Trump hizo noticia por propuestas que sorprendieron y llamaron la atención mundial como la intención de crear un muro en la frontera de México o la prohibición de entrada al país a musulmanes, y que entre otras, finalmente convencieron a las masas estadounidenses. En El Definido les sintetizamos el camino a seguir, según lo prometido por el ganador republicano, basados en la información de El País.

- Política Exterior

A EE.UU. le falta autoridad, pero para algunas cosas, Donald Trump cree que su país no es respetado en el plano mundial como lo era antes, y debe reforzar su rol como nación líder. Pero propone una política exterior que combina una mayor contundencia militar con el aislacionismo. Es decir, insta a sus países aliados a tomar un rol más activo en los conflictos internacionales, para limitar el intervencionismo, pero con respecto al Estado Islámico, declara que bombardearía “sin piedad” a sus integrantes y destruiría sus reservas petroleras para minar su financiamiento.

- Economía

Hay demasiada “globalización” para el futuro presidente. Trump tiene un enfoque proteccionista de la economía y critica los tratados de libre comercio, pues supuestamente han derivado en deslocalizaciones masivas. Propone algún tipo de sanción a las empresas que produzcan fuera de EE.UU. y además quiere frenar las importaciones: imponer un arancel del 45% a todas las importaciones de China (y del 35% a la mayoría de México). Propone aumentar el salario mínimo y, a diferencia de la candidata demócrata, su política fiscal propone bajar los impuestos.

- Inmigración

¿Bienvenidos o malvenidos? Trump plantea acabar con la inmigración ilegal, pues considera que amenaza fuertemente la seguridad de Estados Unidos. Especialmente aseguró que como mandatario prohibirá la entrada de personas musulmanas para protegerse del terrorismo yihadista y no recibirá a más refugiados sirios. Famosa se hizo también su propuesta de construir un enorme muro en la frontera con México (pagado por los mismos mexicanos) y ha dejado en claro que como mandatario, deportaría a los 11 millones de indocumentados que se estiman que hay en EE.UU.

- Control de Armas

Como republicano, Trump defiende el uso de las armas de fuego, amparado en la Segunda Enmienda de la Constitución, pero tiene considerado restringir sus ventas y también investigar los antecedentes penales de los compradores, pues no comulga del todo con ortodoxia de su partido y el potente lobby armamentístico. Ha propuesto que las personas que estén siendo investigadas como sospechosos de terrorismo, o que tengan prohibido volar, no puedan comprar armas y mejorar los análisis de antecedentes.

- Educación

Poco se sabe de las propuestas del candidato electo, aunque sí denuncia el excesivo intervencionismo del Gobierno federal, pues considera que el alto gasto por cada alumno no se traduce necesariamente en resultados destacables a nivel mundial. En el ámbito de la educación superior no está de acuerdo con una educación gratuita, sino que propone mitigar el endeudamiento de los estudiantes.

- Salud

Obamacare no es una palabra ni una ley que le simpatice a Trump, quien propone que en su primer día como mandatario anulará esta reforma de salud de la administración anterior. Su propuesta es diferente: un sistema que incluya rebajas fiscales a los ciudadanos que adquieran sus seguros médicos y que reduzca el precio de las coberturas.

- Medioambiente

¿Calentamiento global? ¡Patrañas! El candidato electo declara no creer en los efectos del cambio climático, y más que nada se trata de una herramienta de China para minar los intereses empresariales de EE.UU. Consecuente con esto, quiere cancelar el Acuerdo Climático de París y darle más recreo a las regulaciones medioambientales actuales, pues solamente quiere actuar ante "preocupaciones medioambientales racionales".

El Senado: también se mantiene con mayoría republicana

En estas elecciones no sólo se elige al presidente de Estados Unidos, también se deciden 34 de los 100 escaños del Senado (un tercio), y la Cámara de Representantes completa (435 diputados), ambas en mayoría republicana hasta la fecha. En esta instancia, no hubo muchas sorpresas: el partido republicano continúa con su mayoría en el Congreso, perdiendo un solo escaño a favor del partido demócrata en la Cámara Alta hasta el cierre de esta nota, logrando 51 reelecciones ante las 47 de los demócratas (para obtener mayoría se necesitaban 50 escaños). Y en cuanto a la Cámara de Representantes, el partido de Trump también conserva la mayoría, quedándose, hasta el cierre de esta nota, con 236 escaños versus los 191 de los demócratas (el mínimo para obtener mayoría era 218).

Esto quiere decir que el 20 de enero próximo, Donald Trump asume como presidente de Estados Unidos, como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, con mayoría republicana además en ambas Cámaras; lo que por un lado podría permitirle gobernar el país con mayor facilidad, proponer a los jueces federales, miembros de la Corte Suprema y de las Cortes de Apelación (quienes para su aprobación requieren la confirmación del Senado), planear estrategias militares, entregar indultos y aprobar o rechazar todas las leyes en su último trámite constitucional. 

Aunque esto parezca que el futuro mandatario podría hacer "lo que se le antoje" (algo que varios temen), los analistas han enfatizado que en realidad el sistema político estadounidense (presidencial y federal) está hecho para protegerse de posibles tiranías. A esto se suma que los mismos partidos principales (republicanos y demócratas) están fraccionados internamente en sus posturas, por lo que el voto acordado no es algo típico en el parlamento. De hecho, los mismos republicanos estuvieron fuertemente divididos a la hora de apoyar a su propio candidato.

Por otra parte, luego de una polémica campaña, donde criticó a numerosos sectores relevantes de la sociedad, Donald Trump tendrá el desafío de reconciliarse con ellos y de conseguir su apoyo, pues podría acabar gobernando solo, como advierten en El Mundo. Su discurso fue el punto de partida: el ganador tuvo un tono bastante diferente al de su campaña, enfocándose en la unidad de los estadounidenses: "Es hora de que Estados Unidos cure las heridas de la división (...) Es tiempo de juntarnos como un pueblo unido. Seré el presidente de todos los americanos y esto es importante para mí". Confiemos en que ese giro se aplicará también a su gestión como Presidente.

¿Cómo crees que afectará esta elección al mundo entero?