Imagen: César Mejías

6 escritores famosos que publicaron obras que ¡no escribieron!

¿Sabías que Shakespeare habría escrito solo parcialmente 17 de sus obras? ¿Y que Los Tres Mosqueteros tuvo a otro autor además de Alexandre Dumas?

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2016-11-09 | 14:47
Tags | literatura, escritores, curiosidades, cultura, shakespeare, dumas

El nombre de un escritor exitoso puede convertirse en una marca tan popular como Apple. Si no nos crees, pregúntale a Stephen King, el maestro del horror, quien ocasionalmente publicó libros bajo el seudónimo "Richard Bachman". Thinner, publicado bajo su alias en 1984, vendió 28 mil copias; diez veces menos de lo que vendería apenas se hizo conocida la identidad real de Bachman.

El poder de venta de un nombre es la principal razón por la que se publican todos los años libros escritos por desconocidos, pero publicados bajo nombres de escritores de bestsellers o famosillos del mundo del espectáculo (sí, ese libro de ciencia ficción de las hermanas Jenner no lo escribieron ellas). Increíble, pero cierto. Pese a ser una práctica polémica, el empleo de estos "escritores fantasmas" es tan común como en la industria de la música. Pero, ¿se imaginaban a Shakespeare o Alexandre Dumas haciendo algo así?

Aunque son pocos los casos confirmados de escritores de fama que lo hicieron; las circunstancias, misterios y anécdotas que rodearon estas publicaciones compensan su escasez. En El Definido te contamos quiénes lo hicieron y por qué.

Shakespeare

Recientemente, un estudio de la Universidad de Oxford detectó que buena parte de la trilogía Enrique IV no fue escrita por el famosísimo dramaturgo inglés. ¿Quién fue el "tapado" de Shakespeare? Nada menos que Christopher Marlowe, otro famoso dramaturgo inglés rival, nacido el mismo año que El Bardo, y que murió apuñalado en el ojo a los 29 años.

Tal es la certeza de los autores detrás del estudio, que la editorial de Oxford republicará la obra con ambos nombres en la portada.

Si bien siempre han habido rumores concernientes a la autoría de Shakespeare (uno de ellos dice que Marlowe fingió su muerte y "Shakespeare" era su nombre de fantasía), se trata de la primera vez que una institución de renombre divide el crédito de una de sus obras.

Aunque no hay fuentes serias que señalen que Shakespeare usaba "escritores fantasmas", si está más que confirmado que colaboraba frecuentemente con otros escritores, aunque el crédito se lo llevara todo él, seguramente por la celebridad de su nombre. Así lo indica este mismo estudio de Oxford, que detectó también que al menos 17 obras de sus obras no fueron escritas completamente por él. ¿Quiénes fueron los otros co-autores?

Además de Marlowe no se han confirmado otro nombres, pero todo indica que habrían sido otros escritores y actores contemporáneos.

"Ahora podemos estar seguros de que no solo se influyeron entre ellos, sino que trabajaron juntos. Los rivales a veces colaboran", comentó Gary Taylor, uno de los académicos del estudio.

Alexandre Dumas

Alrededor de 1830, un aspirante a novelista y dramaturgo francés llamado Auguste Maquet intentó publicar sus escritos. "Has escrito una obra maestra", respondió una editorial, "pero no eres un nombre y solos queremos nombres".

La editorial hacía referencia al poder de venta de un nombre, algo que claramente Maquet, un desconocido, no tenía. ¿Qué hizo Maquet? Se alió con un contemporáneo con fama y personalidad de sobra: Alexandre Dumas.

El trato era el siguiente, dice Claude Schopp, autor francés, bibliógrafo y especialista en la obra de Dumas: "Maquis creaba las tramas y el fondo histórico y Dumas embellecía y expandía la historia en su estilo extravagante".

La colaboración se extendió por más de una década e incluyó obras como Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo y Veinte años después. Aunque la portada de las publicaciones solo incluían el nombre de Dumas, Schopp señala que, al menos en una ocasión, el conocido escritor se levantó luego de ver una representación de Los tres mosqueteros y reconoció públicamente la co-autoría con Maquet.

Pero los problemas económicos complicaron la relación. Dumas no pudo pagarle lo que le debía a su "negro literario" (término traducido del francés equivalente a "escritor fantasma"), y éste lo llevó a juicio, reclamando el dinero y la co-autoría de las obras. Lamentablemente para Maquet, la corte solo acogió su primera demanda y Dumas continuó hasta nuestros días como el único autor, en el papel, de las obras antes mencionadas. Dicen que Maquet, ya viejo y retirado en el campo francés, tenía una copia de Los tres mosqueteros re-empastada con ambos nombres en la cubierta.

También tuvo una pequeña venganza póstuma, al pedir que se grabara en su tumba el nombre de sus obras, incluyendo las que co-escribió con Dumas:

Suck it, Dumas!

H.P. Lovecraft

El maestro del horror, Howard Phillips Lovecraft, es el único caso de esta lista que vio ambos lados de la moneda.

En 1924, J. C. Henneberger fundador y dueño de Weird Tales, revista de terror y ciencia ficción, le ofreció $100 dólares por adelantado a Lovecraft por escribir una historia corta para su medio. Las condiciones eran las siguientes: narraría una experiencia personal del famoso ilusionista Harry Houdini y sería el nombre de éste quien aparecería como autor. Luego de un mes, Lovecraft escribió Preso entre faraones.

Houdini quedó encantando con el trabajo de Lovecraft. Dos años después, el ilusionista se acercó al escritor con la idea de una historia llamada El cáncer de la superstición. Lovecraft comenzó a escribirlo, pero Houdini moriría aquel mismo año, y su viuda canceló el proyecto.

Esto lo sabemos porque recientemente se encontró la historia completa, 31 páginas, en una antigua tienda de recuerdos mágicos, donde se hallaron también documentos de la viuda de Houdini y de su agente.

Pero, como les habíamos adelantando, Lovecraft también tiene en su bibliografía una historia que no escribió.

Al morir a los 46 años, el autor dejó varios relatos inconclusos. Algunos de estos documentos llegaron a las manos de August Derleth, dueño de una editorial que publicó varias obras de Lovecraft y quien también era un escritor de cierto prestigio.

Derleth tomó las algunas de las ideas de Lovecraft y escribió El que acecha en el umbral, un relato corto que fue publicado con ambos nombre en la portada, pese a que la gran mayoría (cerca de un 95%) fue escrito por Derleth.

Michael Crichton

Un caso parecido ocurrió con Michael Crichton. Pese a que su nombre no resuena al nivel de los anteriores, es el autor de libros como Jurassic Park y su secuela The Lost World. También fue guionista de Twister, creador de la exitosa serie de televisión ER (la misma que lanzó a la fama a George Clooney), además de médico formado en Harvard, probablemente su faceta más aburrida.

Crichton lamentablemente falleció en 2008 víctima de un cáncer, y dejó, tal como Lovecraft, varios relatos a medio terminar. Su viuda contrató a un "escritor fantasma" para terminar uno de esos libros, el que se publicaría en 2011 con el nombre de Micro.

Un tercio del libro fue escrito por el mismo Crichton, y el resto fue completado por Richard Preston, escritor escogido por tener una expertise en los temas que tocaba el autor fallecido; ciencia y tecnología.

La portada incluye a ambos autores, aunque claro está, el nombre de Crichton domina:

Wilbur Smith

Wilbur Smith es otro exitoso escritor contemporáneo cuyo nombre no resuena tanto. Sus credenciales: cerca de 40 libros publicados, más de 120 millones de libros vendidos y cinco películas basadas en sus relatos (dos de ellas protagonizadas por el ex-James Bond, Roger Moore).

En 2012 se supo que el prolífico escritor sudafricano hizo un trato millonario con la editorial HarperCollins para publicar 6 nuevos libros. ¿Lo llamativo? Serían escritos con la ayuda de "escritores cuidadosamente seleccionados".

"Durante los últimos años, mis fans han dejado muy claro que les gustaría leer mis novelas y revisitar mi familia de personajes más rápido de lo que puedo escribir", explicó el octogenario escritor, autor de libros como Río sagrado, Último tren a Katanga y A gritarle al diablo.

Desde el anuncio, han sido tres las novelas publicadas bajo este trato. Como en el caso de Crichton, el nombre del escritor bestseller va en grande, y el ayudante en letra chica:

Bonus track: Homero

Es un caso tan distinto, que no podíamos ponerlo al mismo nivel que los anteriores.

Homero, sí, el famosísimo poeta griego y autor de La Odisea y La Ilíada podría haber sido un qué más que un quién.

Así lo cree Adam Nicolson, autor de Why Homer Matters ("Por qué Homero importa"), quien atribuye estos textos a una cultura, más que a una persona individual: historias orales que pasaron de generación en generación en los tiempos previos a la escritura, y que luego distintos poetas fueron concretizando en escritos. "Homero", sería la suma de todo esto.

Argumentos no le faltan. La pista del poeta griego siempre ha sido esquiva. Ni la fecha ni su lugar de nacimiento están claros. Se cree que era ciego, pero tampoco ha sido confirmado. Existe incluso la teoría de que Homero sería una mujer siciliana, idea expuesta en La Autora de la Odisea, del novelista satírico inglés Samuel Butler.

"Hoy tenemos una obsesión por autores - queremos saber su biografía", dice Anderson, "Pero Homero no tiene biografía. La Ilíada y La Odisea son como barcos vikingos. Nadie sabe quién los hizo, no hay nombres en ellos, no hay instrucciones para diseñarlos ni dibujos. Son simplemente la belleza evolucionada de una larga y cuidadosa tradición".

¿Qué otros escritores famosos sospechas que han usado "escritores fantasmas"?