Todos conocemos Hollywood, la enorme industria cinematográfica norteamericana y los miles de millones de dólares que mueve al año con sus películas taquilleras. Muchos conocemos también Bollywood, la segunda industria de cine más grande del mundo que es de la India y que año a año crece de forma exponencial, exportando sus películas al mundo entero (especialmente sus musicales). Pero, ¿habían escuchado hablar de Nollywood? Ni en pelea de perros, ¿verdad? Nosotros tampoco, hasta ahora.
Y eso que la industria cinematográfica de Nigeria lleva 13 años produciendo películas y es la tercera más grande del mundo. ¿Por qué no sabemos de ella entonces? Simple: porque sus películas y rodajes son locales, de presupuesto ínfimo y producidas directamente en formato DVD para la venta interna, no para la pantalla grande. Pero a diferencia de Hollywood y Bollywood, Nollywood (no es culpa nuestra la falta de creatividad) se la juega al 100% por la cultura y economía local y por dar empleo a quien quiera participar, porque sus películas son hechas por nigerianos y sobre nigerianos. Y, al menos para ellos, este sistema ha sido un éxito.
Nigeria es el país más poblado de África con más de 180 millones de habitantes, en su mayoría jóvenes, y está dentro de los siete países más poblados del mundo entero, superando a Japón y a Rusia. Se caracteriza además por tener una población bastante heterogénea y diversa, compuesta por 250 etnias y más de 500 lenguas diferentes.
Si bien es uno de los países con mejor economía del continente, ya que cuenta con una gran reserva de petróleo, la desigualdad social es grande y la mayoría de sus habitantes vive con sólo 1 dólar diario.
Para equiparar un poco más los recursos, se cree que se pensó en lo siguiente: ¿cómo aumentar las fuentes de trabajo en un país tan diverso, aprovechando los recursos que deja el petróleo? ¿Cómo lograr que más personas se vean beneficiadas con la economía creciente de Nigeria? Y una de las respuestas fue: aprovechando esto mismo, su enorme diversidad, es decir, la riqueza de su cultura.
Esta época coincidió con un período de golpes de estado en los que se alternaban dictaduras represivas, por lo que la censura de contenidos era pan de cada día, y las películas que venían del exterior venían generalmente censuradas. Por esto mismo, la libertad de expresión era casi nula y existía un descontento masivo al respecto y unas ganas enormes de comunicar.
Así fue entonces como nació Nollywood hace ya 13 años; y a diferencia de la industria norteamericana que busca en sus películas la globalización para llegar al mayor público posible, los nigerianos optaron por potenciar lo local, satisfaciendo los intereses de sus ciudadanos, para que así más personas pudiesen entrar a trabajar en la industria sin necesidad de grandes recursos ni ambiciones cinematográficas.
Tenían además dos factores importantes a su favor. El primero es que su población es mayoritariamente joven, gente con capacidad y ganas de trabajar y de crear, por lo que el cine, el arte y la cultura son intereses compartidos por la mayoría. El segundo, que a pesar de que existen más de 500 lenguas, Nigeria, al ser un país colonizado por los británicos, tiene como lengua oficial el inglés, idioma escogido para facilitar la unidad cultural, educacional y lingüística del país. Por lo tanto, utilizando el inglés, podían homogenizar sus películas y llegar así a la mayor parte de la población nigeriana y africana en general.
Pero, ¿por qué no aprovecharon esto también para expandirse a otros continentes? Porque la idea principal de Nollywood era convertirse en una de las principales fuentes de ingreso del país, y las exigencias de las grandes industrias como Hollywood estaban absolutamente fuera del alcance y presupuesto de los nigerianos. Por eso, prefirieron la industria local y les ha dado un tremendo resultado: hoy se filman más de mil películas al año, generando entre 250 y 500 millones de dólares y dando empleo directo a más de 300 mil personas.
“Contamos nuestras propias historias. Esta es la razón por la que muchos africanos pueden sintonizar con ellas, entenderlas, reírse con ellas y extraer enseñanzas. Por tanto, la industria cumple una función importante en nuestras vidas”, señala la actriz nigeriana Genevieve Nnaji, que se convirtió en superestrella a través de éxitos comoBlood SistersyWhat Women Want.
La producción de las películas de Nollywood es completamente diferente a lo que conocemos nosotros y su gran lema podría ser: se puede hacer mucho con nada. Esto porque el presupuesto es muy reducido y generalmente proviene del bolsillo del productor, ya que no cuentan con fondos estatales ni ayuda exterior que los ayuden con el financiamiento. Por esto mismo es que el proceso entero de producción, elección del reparto y filmación, frecuentemente no supera los dos meses.
Lo anterior ha llevado a que se le reconozca por dos características principales: su celeridad y creatividad. ¿Cómo lograr una buena película con tan bajo presupuesto y poco tiempo? En eso, los productores nigerianos se han convertido en expertos y han optado por temáticas realistas y cotidianas, abarcando lo popular, la religión, la superstición, las maldiciones, las tradiciones y las relaciones sociales como sus platos de fondo (bueno, y también tienen su veta erótica). Por esto también es que los efectos especiales son casi nulos, la decoración es más que nada rudimentaria y montan las escenas en pisos cedidos por horas a los cineastas, privilegiando así la filmación en interiores, porque la falta de recursos no les permite cerrar calles o pagar por la participación de extras.
Si bien hay quienes relacionan las películas nigerianas con las telenovelas, estas sí tienen un sello diferenciador que, a su vez, le otorga mayor calidad al contenido: dejan de lado la idealización de los personajes, centrándose en historias más cercanas a la vida diaria de los nigerianos, logrando así credibilidad y aceptación por parte del público.
Al ser películas creadas para formatos pequeños como DVD o para la televisión, su distribución es bastante más democrática y donde más se aprecian las producciones es en el ámbito doméstico y social como bares, cibercafés y pequeños clubs de cine, por lo que el arriendo de películas es también un buen negocio. El gran problema que tienen es la piratería, pero esto ha permitido también que exista mayor demanda de variedad, aumentando la competencia, y por eso es que se filman tantas películas al año, con ventas que superan las 50.000 copias (al menos hasta el 2011).
Hoy, la industria audiovisual de Nigeria está en expansión. Ya cuentan con actores más profesionales, más medios, más directores con estudios y las campañas de marketing para la promoción de las películas empiezan a tener un presupuesto mayor. Las temáticas también se han ampliado, logrando expandirse a otros países y continentes, incorporando referentes como la emigración, la identidad, el exilio y la difícil adaptación en el extranjero; reflejando así la realidad que viven más de veinte millones de nigerianos que hoy residen en distintos países de África, Reino Unido y Estados Unidos, principalmente.