Si eres un fanático del fútbol, entonces es muy posible que hayas oído hablar de Hristo Stoichkov y Luboslav Penev, ambos estrellas de la famosa selección búlgara que alcanzó las semi finales del Mundial de EE.UU. de 1994. De lo contario, muy difícilmente habrás escuchado más sobre Bulgaria, el país de Europa del este que bordea al Mar Negro. ¿Te atreves a ubicarlo sin la ayuda en un mapa? Snif.
Como en El Definido nos gusta dar a conocer hechos, personas y lugares increíbles de nuestro mundo, que no siempre aparecen en la agenda noticiosa, hoy queremos contarte sobre esta nación y su valor cultural, histórico, geográfico y turístico. ¡Aquí vamos!
La república de Bulgaria se encuentra en el suroriente de Europa, y sus compañeros de límite son Rumania, Serbia, Macedonia, Grecia y Turquía. Es bañada al este por el Mar Negro, mar de unos 436. 400 km² que cubre y conecta otros 5 países de la zona.
En verde oscuro: Bulgaria. En verde claro: Los demás países miembros de la Unión Europea. |
Aunque alberga solo 7,4 millones de habitantes en una superficie siete veces más pequeña que la de Chile (de 110.994 km2), Bulgaria es un lugar muy diverso.
Hay creyentes de diversas religiones, como el catolicismo ortodoxo búlgaro (59,4%), el islam (7,8%), el catolicismo romano, el protestantismo, y el judaísmo, entre otras. Esta diversidad también se ve en sus idiomas, pues se hablan lenguas como el búlgaro (76,8% el oficial del Estado), el turco (8,2%) y el romaní, el dialecto de los denominados gitanos. De hecho, en el país hay unos 700 mil gitanos, el segundo con más población de la Unión Europea.
Entender las señalética en Bulgaria puede ser un poco complicado en un comienzo, pues no usan nuestro abecedario sino el cirílico, siendo el primer el lugar donde éste se originó en el siglo X d.C.
Letras del denominado abecedario cirílico. |
El territorio de Bulgaria ha sido poblado desde tiempos inmemoriales, siendo además la cuna de algunas de las primeras civilizaciones europeas, como los asentamientos de Solnitsata y Varna.
Gracias a su ubicación estratégica: cercana al mediterráneo y al cruce del Bósforo hacia el Mar Negro, la interacción entre culturas ha sido una norma en la milenaria historia de este país: desde la cultura helénica a la dominación romana diferentes culturas y civilizaciones moldearon durante la época antigua, dicho territorio. La ciudad de Ulpia Sérdica (la actual capital del país, Sofía) incluso pasó de ser una mera capital provincial del Imperio romano a ser una gran capital imperial, en donde el mismísimo emperador Diocleciano y emperadores posteriores tuvieron sus cortes.
Tras la caída y división del Imperio Romano, las tierras búlgaras pasaron a ser parte del Imperio Romano de Oriente (o imperio bizantino). Sin embargo, a lo largo de los siglos se llevaron adelante diferentes intentos de crear reinos propios e independientes, algo que no se lograba mantener por demasiado tiempo puesto que el imperio bizantino reconquistaba el territorio. Este "tira y afloja" tuvo un abrupto final. A finales del siglo XIV el país fue conquistado por el Imperio Otomano.
Tras casi 500 años de dominación otomana (en donde la identidad nacional y cristiana búlgara sobrevivió durante o gracias al esfuerzo de los monjes en los monasterios) y como resultado de la victoria de Rusia en la guerra ruso-turca de fines del siglo XIX, el estado búlgaro fue nuevamente restablecido. ¡Más vale tarde que nunca!
Después de las guerra mundiales, Bulgaria cayó bajo el "Telón de Acero" por lo que su política, economía y cultura, quedó en fuerte dependencia con la Unión Soviética, convirtiéndose en un "Estado Satélite" de la súper potencia comunista. El Partido Comunista Búlgaro se hizo con el poder total y estableció una economía socialista centralizada y planificada al estilo soviético. Durante aquellos años, su lealtad a Moscú llegó a ser tal que el país fue conocido como la " dieciseisava República de la URSS"(¿eso era un honor o una burla?).
A finales de 1989, el sistema socialista colapsa y al igual que en el resto de los países de la Europa oriental se llevaron adelante las primeras elecciones multipartidistas en casi 50 años, adoptándose una constitución democrática y una economía de libre mercado.
En los albores del siglo XXI el país ha comenzado a estrechar fuertemente sus lazos con la Europa Occidental y EE.UU. y en 2004 se convirtió en miembro de la OTAN (la alianza militar más importante de occidente), y tres años después en miembro de la Unión Europea (UE). Por lo que ahora es normal ver locales McDonald's y licorerías con Jack Daniel's en las calles del país.
Quizás algún amigo te ha comentado que pasó a Bulgaria un día o dos, camino a algún viaje por tierra hacia Estambul, Turquía, pero seguramente no es un destino que esté en tu listado de un eventual o imaginario viaje a Europa.
Sin embargo, este país, considerado por muchos como un puente entre Europa y Asia, tiene numerosos rincones con ruinas, bellas iglesias y playas que puedes conocer. Al ser un destino turístico relativamente nuevo y emergente, muchos lo tildan de hipster o tripster (del inglés trip o viaje), por lo que es difícil encontrarse con grandes aglomeraciones de turistas y sus precios son bastante económicos (más barato que Chile en muchos aspectos) y una ganga si se compara con destinos tradicionales europeos como Francia, Inglaterra y Alemania. No por nada Bulgaria es considerado el país más barato de la UE. Y si manejas medianamente el inglés estás listo, ya que la mayoría de la población tiene un manejo, al menos funcional, de esta lengua.
Por otro lado, si eres amante de las montañas y te gusta hacer hiking, el oeste del país tiene un sinnúmero de montañas y cerros para vislumbrar o subir. Además el país cuenta con unas 4.500 cuevas y cataratas. Si por el contrario, lo tuyo es la tranquilidad y el relajo de la playa, al este podrás disfrutar de costas reconocidas internacionalmente como Cape Kaliakra y Kavatsite Beach.
Montañas de Bulgaria |
Su capital Sofía (1,3 millones de habitantes aprox.), merece una mención especial. Esta ciudad se caracteriza por llevar una vida de pueblo, en donde todo transcurre de manera tranquila y relajada.
En la urbe es posible encontrar rastros de las culturas que alguna vez dominaron el territorio. En su arquitectura prevalece el estilo soviético de ciertos edificios públicos. Y por sus calles es posible encontrarse con vestigios de su pasado romano: como iglesias y catacumbas que datan del siglo IV d.C.
Por otro lado, la ciudad se caracteriza por una gran diversidad de templos religiosos, pudiéndose encontrarse en la avenida principal, a pocos metros de separación, una sinagoga (la segunda más grande del mundo y la más grande de Europa), una Iglesia Ortodoxa búlgara y una mezquita que data de la época de dominación turca.
Y como la diversidad de culturas siempre nos enriquece, los invitamos a ver algunos de los paisajes y lugares de la capital de Bulgaria.
El centro de la ciudad de Sofía. |
La catedral-monumento San Alejandro Nevski se construyó en honor a los rusos caídos por la liberación de Bulgaria del Imperio turco en 1877-1878. Es la catedral sede del Patriarcado de Bulgaria y una de las mayores catedrales cristianas ortodoxas del mundo. |
Iglesia de San Jorge, data del siglo IV a.C y se encuentra en el centro mismo de la ciudad. |
La Gran Sinagoga de Sofía tiene más de 100 años de antigüedad y simboliza la convivencia del pueblo búlgaro y el hebreo. |
La Mezquita de Banya Bashi se encuentra en el centro de Sofía, justo enfrente del Mercado Central de Sofía. |
La influencia de la arquitectura soviética aún se puede percibir en la ciudad, especialmente en los edificios púbicos. |
Aquí otras fotos de más rincones de Bulgaria:
Imagen: Juan Antonio F. Segal/Flickr Imagen: Dennis Jarvis/Flickr
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