La cantante Thalía, Avril Lavinge y los actores, Alec Baldwin y Richard Gere tienen la enfermedad de Lyme. Cuando la contrajeron, al menos las cantantes, tuvieron que suspender sus conciertos por casi un año para dedicarse solo al tratamiento.
Esta enfermedad es poco conocida, pero su nombre cada vez está sonando más, y eso es por la rapidez con la que se propaga y porque es muy difícil diagnosticarla a tiempo. Afecta a varios órganos del cuerpo; algunos de sus síntomas son la parálisis facial, pérdida de la audición o parálisis de las extremidades, que puede desencadenarse de forma inmediata o luego de 10 años de contraer esta enfermedad.
¿De dónde viene? A algunos les sorprenderá, a otros no tanto: de los ratones. Según explicó un artículo en el New Yorker, los que desarrollaron esta enfermedad (una infección bacteriana), fueron estos roedores. Estos, a su vez, al estar en contacto con garrapatas, les pasaron la Lyme a ellas. Y son éstas pequeñas las que están contagiando a las personas.
Kevin Esvelt (34 años), es un profesor y científico que trabaja en el área de ingeniería biológica en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), y tiene un plan para erradicar esta enfermedad antes que siga su rápida propagación: modificar el ADN de ratones.
Su plan inicial es para la isla de Nantucket, en Massachussets, EE.UU., donde más de un cuarto de los habitantes está infectado con Lyme.
Como ya habíamos adelantado, la Lyme constituye una infección bacteriana (borreliosis) que se contagia por la picadura de una garrapata infectada. Generalmente, el lugar de la picadura se irrita mucho y ése podría ser el primer síntoma. Sin embargo, no todos lo presentan. Otro de los síntomas son:
- Fiebre
- Escalofrío
- Dolores corporales
- Dolores de cabeza
- Rigidez del cuello
- Cansancio
- Manifestaciones cutáneas (irritaciones, ronchas)
- Parálisis facial
- Artritis de Lyme: una reacción inflamatoria en las rodillas, que puede aparecer meses después de la picadura o hasta años después.
La Lyme puede desarrollarse en la persona infectada de forma muy rápida, o muy lenta. Pueden ser días, meses o años, y si no se trata en su fase inicial, los pacientes pueden desarrollar un deterioro gradual del cerebro o la médula espinal; lo deriva en primero entumecimiento de las piernas, ataxia, parálisis de las extremidades y pérdida de la audición.
Es muy difícil de diagnosticar y normalmente, el médico ataca los síntomas como si fueran enfermedades independientes y sin relación unas con otras, pero muchas veces pasan por alto que juntándolas todas, no son enfermedades, sino síntomas de Lyme.
Si se detecta a tiempo se puede curar con un tratamiento largo de antibióticos, como es el caso de algunos de los artistas que nombramos, pero la mayoría de las personas no lo hacen y aguantan años con escalofrío, dolor de cabeza, dolores corporales y otros. Si los síntomas no son tratados a tiempos, pueden evolucionar a problemas más graves y que nunca logran ser curados, como la artritis.
Además, a pesar de comenzar a tratar esta enfermedad, la cura no es inmediata. El tratamiento puede durar meses y la recuperación es lenta, y puede haber recaídas; Avril Lavinge está en tratamiento desde principios de 2015, y aún no está 100% recuperada.
El miedo en la isla de Nantucket es tal, que los niños ya no pueden correr sin zapatos por los parques, porque las probabilidades de contagiarse son muy altas.
Esvelt junto con sus colegas están diseñando herramientas moleculares que sean capaces de alterar el mundo natural. Sin embargo, necesitan la aprobación de los habitantes de Nantucket; si estos dicen que sí, entonces el científico quiere reescribir el ADN de los ratones de patas blancos (la especie que pota la enfermedad).
Esto sería un aporte no solo para la isla. La Lyme es hoy la enfermedad con más rápida propagación en EE.UU. y ya se han visto casos en otros países del mundo; uno de ellos es Chile. ¿Cómo se pretende erradicarla?
El equipo busca secuenciar el ADN de los ratones para darles más anticuerpos de protección. Los genes implantados irían en las células de óvulos de los ratones, para que estos nacieran inmunes a Lyme.
Luego de hacer eso con la cantidad necesaria de ratones (cientos en primera instancia para probar la efectividad), los soltarían para que se reproduzcan con los ratones infectados, ya que las crías nacerían inmunes. De esta forma, poco a poco, se eliminaría la enfermedad, las garrapatas no seguirían infectándose y por consecuencia, las personas tampoco. “Todo el ciclo de transmisión se derrumba”, afirma Esvelt.
En sus numerosas charlas en distintos lugares (docenas en el último año y una de esas en Chile), Esvelt dice que esta investigación tiene mucho que ver con algo personal para él: que sus hijas y nietos puedan ir tranquilos por los parques, bosques y cualquier lugar, sin el miedo de infectarse.
De aceptarse la intervención, las primeras pruebas no se harían directamente en esa isla, sino que se buscaría una de las que están alrededor, donde no hay habitantes, pero sí ratones y garrapatas con Lyme. Ahí se soltarían los ratones de laboratorios inmunes, y si efectivamente el número de garrapatas infectadas baja, entonces probarían en Nantucket.
Pero lo más importante: ¿cómo van a lograr modificar el ADN de los ratones? Existe una tecnología biológica que se llama “gen CRISPR”, que funciona como una herramienta molecular para editar o corregir un genoma de una célula cualquier especie, incluyendo la humana. Esa capacidad de cortar el ADN es lo que permitirá modificar su secuencia.
La tecnología detrás del gen CRISPR, se está utilizando para terapias de enfermedades genéticas humanas, hasta producir maní sin alérgenos o vegetales resistentes a patógenos. De hecho, hay quienes están experimentando con él en genes humanos y buscando qué parte de la secuencia es la que crea la resistencia a la droga para el cáncer (así modificarla y que las personas con cáncer puedan responder mejor a los tratamientos). Pero aun esta tecnología biológica es muy reciente.
Según el New Yorker, Esvelt y sus colegas fueron los primeros en describir cómo esta revolucionaria herramienta podía combinarse con un fenómeno natural, para alterar el destino genético de una especie.
Si el plan de Esvelt funciona, significa que se podría probar lo mismo con otras enfermedades, por ejemplo la malaria. Lograr hacer a ciertos mosquitos inmunes, soltarlos para que se reproduzcan y en algún momento, quede erradicada la malaria, y lo mismo con el dengue.
En una de sus reuniones con los ciudadanos de Nantucket, Esvelt fue clarísimo en su objetivo: transparentar toda la información.
Esvelt no quiere que su tecnología y plan sean mal vistos, entiende que las personas quieren estar informadas y, según sus palabras, quiere hacer lo contrario a lo que hizo Monsanto, quien se convirtió en un “símbolo corporativo de excesiva biotecnología agrícola”.
La investigación que llevará a cabo estará completamente disponible para todo público en una web, tanto los correos electrónicos intercambiados sobre el tema, las solicitudes de subvención y todo dato y registro de reuniones.