Un país completo puede alegrarse por muchas cosas. Por ejemplo, por un triunfo mundial deportivo, por un nuevo feriado nacional o por el nombramiento de un Premio Nobel o algún reconocimiento importante de algún compatriota. Pero nada supera a que te digan que tu país redujo la pobreza en un 50%.
Bueno, Perú lo hizo en 10 años, y aunque salir de la línea de la pobreza no signifique que la población esté económicamente estable y superada, sí es un tremendo avance que millones de personas hayan superado la pobreza extrema; y es un ejemplo para todos los países en vías de desarrollo.
En los años 90 el país vecino vivió un verdadero auge económico con la liberación de su economía. Se abrieron a nuevos mercados, lo que les permitió exportar sus minerales y atraer inversión extranjera, permitiéndoles pagar deudas externas y aumentar el ahorro nacional. Así también el acceso a empleos aumentó considerablemente, y en un período de 10 años, Perú pasó a ser una de las economías de mayor crecimiento de Latinoamérica.
Una buena situación económica puede pasar en cualquier país, pensarán muchos, pero como suele suceder, los beneficiados suelen ser siempre los mismos: el porcentaje más privilegiado de la sociedad. El caso de Perú es diferente y por eso es digno de aplausos, porque lograron reducir enormemente la desigualdad, beneficiando con el auge económico a más del 40% más pobre del país. ¿Cómo? A través de estos cuatro programas sociales de excelencia, de los que les contaremos a continuación.
En Perú el mayor porcentaje de familias que viven en extrema pobreza, cuenta con una madre como única jefa de hogar y único sustento económico. Y en el caso de las familias biparentales, si bien el hombre es generalmente el único proveedor, las madres suelen manejar de manera más responsable el dinero a favor de sus hijos, haciéndolo cundir de forma eficiente.
Con la intención de potenciar la economía de las mujeres jefas de hogar y de otorgarles un control efectivo sobre sus ingresos económicos, el año 2005 se creó el Programa Nacional de Apoyo Directo a los más Pobres: JUNTOS, que entrega un incentivo monetario de 200 soles (60 dólares aprox) bimestrales a familias en extrema pobreza, principalmente de sectores rurales.
La entrega monetaria no es un bono, sino una retribución al compromiso adquirido entre la familia con niños menores de 19 años y el Estado, de que este dinero debe ser destinado a restituir los derechos básicos como la salud, nutrición, identidad y educación, bajo el concepto de corresponsabilidad. Todo esto con el fin último de que los niños no tengan que vivir en la pobreza extrema que afecta a sus padres y que puedan acceder a mayores oportunidades, para así romper con el círculo de la pobreza en sus familias.
Lo anterior se cumple gracias a la buena implementación del programa que cuenta con participación organizada y con la vigilancia de los dirigentes sociales de las comunidades. A la fecha más de 1 millón de familias se han visto beneficiadas con JUNTOS y el programa se ha exportado a otros países.
En buena parte del mundo las pensiones de los adultos mayores son prácticamente simbólicas y muchos no logran cubrir siquiera su canasta básica. Es un tema que tiene al mundo entero al debe con la tercera edad, quienes se merecen una vejez digna.
Es por esto que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social de Perú, lanzó el 2011 el Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, el que consiste en una subvención económica bimensual de 250 soles bimensuales (65 dólares aprox) a más de medio millón de adultos mayores que viven en extrema pobreza.
Con este beneficio se contribuye a que hombres y mujeres mayores de 65 años que viven en extrema pobreza, tengan la seguridad de que al menos sus necesidades básicas serán atendidas y de que serán revalorados por su familia y su comunidad al no ser más una “carga económica” para ellos.
Cabe destacar que estos dos programas, además de la entrega monetaria, integran también talleres de liderazgo en los que se instruyen a los dirigentes sociales, a quienes se les enseña a promover, por ejemplo, que los adultos mayores o los niños sean prioridad en las comunidades. Además, promueven a que otras instituciones brinden servicios complementarios a los usuarios.
Todos sabemos lo importante que es vivir una buena primera infancia para el buen desarrollo a futuro, tanto físico como intelectual y psicológico. Pero lamentablemente no todos los niños pueden asegurar sus derechos básicos, especialmente aquellos que nacen en una familia que vive en extrema pobreza.
Para reducir e intentar detener esta injusticia, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social de Perú creó el programa Cuna Más, cuyo objetivo es mejorar el desarrollo de niñas y niños menores de 3 años de edad en zonas de pobreza extrema, para permitirles superar las brechas en su desarrollo cognitivo, social, físico y emocional.
¿Cómo lo hacen? A través de servicios para la comunidad que a la fecha han beneficiado a 750 distritos pobres de zonas urbanas y rurales de Perú.
Uno de ellos es Cuidado Diurno, servicio a través del cual se brinda atención integral a niñas y niños entre 6 y 36 meses que requieren atención es sus necesidades básicas de salud, nutrición, seguridad, protección, afecto, descanso, juego, aprendizaje y desarrollo de habilidades. Se ofrece gratuitamente de lunes a viernes, durante 8 horas diarias en distintos centros y hogares destinados exclusivamente para este servicio.
También existe el servicio de Acompañamiento a Familias, que consiste en visitas a hogares y sesiones de socialización en locales comunales, con la finalidad de promover el desarrollo de conocimientos, capacidades y prácticas de cuidado y aprendizaje de los apoderados (padre, madre, cuidador), para potenciar la paternidad responsable, mejorar el desarrollo infantil de sus hijos, y evitar así violencia intrafamiliar, abusos o negligencias en el cuidado de los menores.
Una buena alimentación es clave también para el crecimiento, la obtención de energías y el desarrollo completo y favorable de los niños. Una buena nutrición favorece además su nivel de concentración, su asistencia a clases, su permanencia en los estudios y su buen desempeño académico.
Con el fin de promover y fortalecer la educación, el gobierno de Perú lanzó el Programa Nacional de Alimentación Escolar Qali Warma, que significa “niño/a vigoroso/a” en quechua, y que busca brindar alimentos ricos, variados y nutritivos a niños y niñas en las escuelas públicas y en las comunidades nativas de todo el país.
Los cuatro programas mencionados son responsables, en gran parte, de que un 40% de peruanos lograse superar la línea de pobreza extrema. Si bien, la tasa de pobreza rural sigue siendo alta y aún falta mayor inversión en salud y educación; Perú se muestra como un ejemplo en reducción de pobreza extrema y de atención personalizada con la población más vulnerable.