Heboi no necesita introducción. Hace un tiempo les hablábamos de este concepto japonés, equivalente a "muy mala calidad" o "charcha", que es rescatado de forma muy original en Hebocon, una competición de robots que lo lleva a su máxima expresión.
La idea de este evento, que surgió en 2014, es permitir que cualquier persona trate de crear su obra robótica y celebrar los intentos por muy mediocres que sean (incluso si no funcionan). Ganar la competición, de hecho, se considera una vergüenza y es muy común escuchar a los "ganadores" de los diversos Hebocon que se han hecho en el mundo, pidiendo perdón.
Así, siendo un evento original, relajado y muy cómico, los creadores del Hebocon original organizaron en agosto de 2016 el campeonato mundial en Japón.
Llegaron a Tokio 32 equipos, mayormente de Japón pero también de países extranjeros. Allí, bajo la atenta mirada de periodistas y el público, se vieron algunos de los robots más charchas del mundo luchar en pequeños cuadriláteros. Como siempre, la mediocridad destacó por sobre todo.
En una lucha, por ejemplo, ninguno de los robots pudo funcionar correctamente. Luego de varios minutos de espera, el enfrentamiento terminó con los robots habiéndose movido solo 3 milímetros.
El español David Cuartielles, co-fundador de la plataforma de hardware libre Arduino, ofició de juez. Al preguntarle qué robot creía que ganaría, Cuartielles respondió: "No puedo adivinar quién ganará. Todos los robots son tan charchas".
Les dejamos el video con lo mejor de lo mejor del campeonato mundial: