Seguramente escuchaste (no pocas veces) que ver mucha televisión o quedarte largas horas en el computador te hace más tonto, porque “mata tus neuronas”. También es posible que te hayas levantado un sábado en la mañana lamentándote, porque los excesos de la noche anterior iban a costarle caro a tu pobre cabecita.
Quizás la última opción sea cierta, pero no por la razón que creías. A no ser que te caigas y te pegues muy fuerte en el cráneo, una noche de tragos de vez en cuando no va a sacrificar de por vida un porcentaje de tu inteligencia (pero sí podría darte una dolorosa caña). Sólo imagínate que se estima que tenemos unas 100 mil millones de neuronas. Un montón.
El dicho “todo exceso es malo” es totalmente aplicable en este caso, ya que el abuso sostenido del alcohol, por ejemplo, puede llegar a cambiar la química de nuestro cerebro y deteriorar sus células.
Pero más allá de los efectos de algunas sustancias en nuestra materia gris, existen razones más válidas para creer que estas células del sistema nervioso pueden “echarse a perder”.
En primer lugar, la muerte de estas células cerebrales es totalmente natural, ya que existe un proceso llamado apostosis, donde básicamente las neuronas que “no hacen la pega” (no hacen sinapsis) y que son costosas de mantener para el cerebro, dejan de existir.
Pero esto es algo natural y no sucede en grandes cantidades, por lo que porcentualmente no tiene consecuencias importantes. Sí lo tiene, en cambio, un infarto cerebral y/o golpes fuertes en la cabeza. Estos pueden hacer que millones de neuronas “estiren la pata”.
En el primer caso, el accidente cerebrovascular de tipo isquémico es el más común y el que produce la muerte de las neuronas. Lo que sucede es que un coágulo de sangre tapa una arteria del cerebro y eso hace imposible que fluya hacia el resto del cerebro.
En cuanto a los impactos fuertes en el cráneo, como los que se sufren en accidentes de autos o incluso algunos deportes, pueden hacer que estas células produzcan como respuesta una proteína que las lleve a su propio fin, de forma masiva.
Hay una lista de otras enfermedades, abusos o accidentes que pueden matar tus neuronas, y la puedes encontrar con sus respectivas fuentes científicas en esta nota. Algunas son más graves y se llevan una buena parte de tus células cerebrales y otras no tanto. Por eso, no en todos los casos se ve afectada directamente tu inteligencia.
¿Bueno y la TV las daña o no? La televisión en exceso no mata neuronas en ningún caso. Pero sí puede tener variados efectos en tu cerebro, desde positivos hasta negativos, y para estos últimos, hay muchas explicaciones posibles que no solo tienen que ver con la cabeza, sino porque ver televisión es generalmente algo sedentario e individual, lo que afecta la actividad física y la socialización. Por estas razones, se recomienda, especialmente que los niños no la vean en exceso: aunque no mate células, verla más de la cuenta en el tiempo, sí puede afectar nuestra mente.
Independiente la muerte de las neuronas, hay malos hábitos que pueden hacer que las neuronas funcionen peor. Según la neurocientífica de la Universidad de Purdue, Julia Chester, lo que sí puede “desgastar” las neuronas, pero no necesariamente matarlas, es el abuso del alcohol.
Según explica Chester, el tomarlo en exceso cambia la química del cerebro y para que lo entendamos mejor, lo ejemplifica con un cargador para celulares. “Tiene varios cables que se pueden desgastar con el tiempo. Si se rompen algunos, el teléfono puede demorarse más en cargar”, dice la neurocientífica, comparándolo con lo que le pasa al cerebro tras años de abuso de bebidas alcohólicas.
Peor es el efecto del abuso las drogas duras, ya que pueden cambiar cómo funciona la materia gris. El profesor de neurología y bioquímica de la Universidad de Georgetown, James Giordano, sostiene que puede cambiar la estructura cerebral porque las neuronas se acostumbran y dependen de ese mal hábito.
Pero tranquilo. Según investigaciones de los últimos años, el deterioro neuronal se podría remediar. No con la misma eficacia que lo hacen las células de otras partes del cuerpo, pero han encontrado cierta evidencia de que algunas neuronas se regeneran (sobre todo si les das un empujoncito con chocolate, sexo, ejercicios aeróbicos o todos juntos al mismo tiempo).
En una investigación del 2013, científicos de varias universidades europeas y estadounidenses, liderados por el Karolinska Institute de Suecia, descubrieron que un tercio de las células del hipocampo, parte importante del cerebro relacionada con las emociones y la memoria, se regeneran. Según este estudio, se pueden crear cerca de 1.400 neuronas al día.
Al estudiar las neuronas de personas fallecidas, descubrieron que algunas se habían “creado” cuando eran adultas. ¿Pero cómo lo supieron? Lo pudieron medir a partir de la concentración de carbono 14 en ellas. Esta sustancia está presente en los animales, personas, el ambiente, y se usa en la arqueología para datar la antigüedad de momias y objetos.
Sin embargo, no podemos omitir a científicos que consideran que falta más evidencia para comprobar del todo la neurogénesis en los seres humanos, pues se ha analizado en ratas y monos principalmente. Aun así, en numerosos artículos se habla de una evidencia científica creciente y como decíamos antes, quienes apoyan esto, aseguran que su crecimiento se podría promover con acciones específicas.
Ahora, no te hagas grandes expectativas tampoco. Esto no quiere decir que puedes portarte mal cuando quieras y abusar de las sustancias a como dé lugar. Ten en cuenta que el cuerpo son dos cosas que están conectadas: cuerpo sano, mente sana.
Así que como conclusión: sigue pasándolo bien pero no lo olvides, todos los excesos son malos. Tampoco te olvides de ejercitar tus neuronas. Lee un buen libro, escribe, aprende un nuevo idioma o practica juegos mentales. Al fin y al cabo, ¡somos nuestro cerebro!