Una de las cosas más complejas para las personas que se desplazan en silla de ruedas es poder alzarse para alcanzar cosas que están en una altura superior, ya sean libros, platos, vasos, productos del supermercado, etc.
Para eso, necesitan afirmarse de algo y tener la fuerza muscular para soportar el cuerpo o alguien que los ayude a levantarse. Por otro lado, mantenerse siempre sentados los hace quedar en desventaja en reuniones sociales, ya que por lo general las personas conversan de pie o bailan, y por esto las personas en situación de discapacidad pueden sentirse excluidas.
Suena súper simple, pero darles altura y enderezar a las personas que se trasladan en silla de ruedas, puede cambiarles la vida. Les da mayor independencia, mayor autonomía para realizar actividades y rutinas sin ayuda, y mayor autoestima, ya que les permite relacionarse de pie, ojo a ojo, al igual que el resto del mundo y ampliar su perspectiva de visión.
Buscando lograr esto, el Centro de Medicina Biónica de Chicago (Estados Unidos) junto al hospital Shyrley Ryan AbilityLab, desarrollaron una silla de ruedas manual que permite ponerse de pie sin ayuda, además de regular la altura al gusto de cada uno.
La silla tiene un mecanismo único de accionamiento manual a los costados, así los usuarios pueden manejar por sí solos las ruedas, independiente de si están sentados, de pie o en cualquier gama de posiciones entre ellas.
También cuenta con un cinturón de regazo y un bloque de retención de rodillas que sirven de protección para evitar caídas y mantener a las personas aseguradas a la silla en todo momento.
Los beneficios no son sólo prácticos o sociales, ya que la silla, además de otorgar mayor independencia, autonomía y autoestima, beneficia la salud de sus usuarios, pues les permite mover y trabajar músculos que sentados no ejercitan.
Con esto pueden mejorar su función cardiovascular, digestiva, renal, reducir el riesgo de osteoporosis y también aliviar o prevenir llagas y escaras producidas por la presión y el roce constante con la silla.
Por otro lado, algo muy importante: el darles altura les amplía también sus ofertas laborales y la posibilidad de encontrar mayor cantidad de empleos.
Jonathan Annicks quien perdió la movilidad de sus piernas producto de los ocho disparos que recibió en un tiroteo al azar frente a su casa, cuenta que la silla le devolvió un poco la independencia, que ahora se demora mucho menos tiempo en hacer cosas de su rutina diaria y que "psicológicamente es un refuerzo de la confianza. Mirar hacia arriba puede hacerte sentir extraño. Es muy emocionante saber que finalmente puedo hacer las cosas por mí mismo".
Tres kinesiólogos chilenos, ex voluntarios de Teletón crearon Kiron, una empresa de "tecnologías que emocionan" como dice su lema, y entre sus productos se encuentra Get-Up, una silla de ruedas que permite ponerse de pie, pero gracias a un sistema eléctrico.
Su objetivo es entregar una nueva visión del mundo y aumentar las capacidades de alcance de las personas, convirtiéndola así en una herramienta de inclusión laboral y social.
La silla fue diseñada en conjunto por usuarios de sillas de ruedas, terapeutas y centros clínicos y funciona similar a la norteamericana: se bloquean las rodillas con una contención y se mantiene el tronco afirmado con un cinturón para la seguridad de la persona.
"Las ventajas de usar Get-Up son varias. Por un lado, hay evidentes beneficios fisiológicos, como el hecho de activar estructuras del cuerpo que al no usarse por largos periodos tienden a atrofiarse. El solo hecho de mover los pies y estar de pie, genera una carga sobre el pie y las articulaciones, hace que el hueso pierda calcio y produce osteoporosis. Por eso, esta silla, al cambiar los puntos de tensión, evita que se conformen escaras, que siempre son muy complicadas de tratar", señala Juan Pablo Rodríguez, uno de los creadores de Get-Up.
Ya está a la venta en el país y cuesta cerca de 1 millón de pesos y se puede pagar en 12 cuotas sin interés desde su página web. Un precio calificado como justo, pues en Kiron buscan principalmente ser un "negocio social".