Imagen: César Mejías

Lo que debes saber sobre la Asamblea Constituyente de Venezuela

La crisis institucional del país sudamericano llega a un nuevo nivel luego de la elección de los miembros a la Asamblea Nacional Constituyente. Mientras el oficialismo asegura que votó el 41% del padrón, la oposición afirma que no superó el 12%, desconociendo la validez de la consulta y llamando a nuevas movilizaciones.

Por Tomás Croquevielle @kroque1989 | 2017-07-31 | 15:00
Tags | constituyente Venezuela, polarización Venezuela, protestas Venezuela, Venezuela, crisis Venezuela

A eso de las 6:00 am de la mañana, Nicolás Maduro, Presidente de Venezuela, se convertía en la primera persona en votar en la elección de los 545 miembros de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) convocada por él mismo el pasado 1 de mayo, realizando lo que denominó "el primer voto por la paz".

En ese mismo momento, las calles de las ciudades más importantes del país se encontraban frente a múltiples bloqueos y protestas, donde se han producido numerosos enfrentamientos. Según el lente por el que se mire, la realidad que uno percibe en Venezuela varía completamente. 

¿Constituyente de la paz?

Y es que en el país la división es tan profunda que ni siquiera en la información electoral se ponen de acuerdo; mientras el Consejo Nacional Electoral, cercano al oficialismo, afirmó que la participación fue del 41% del padrón electoral, unos 8 millones de votos, los partidos de oposición agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) afirman que solo fue un 12%.

Tampoco existe un consenso en la legitimidad y razón detrás de la convocatoria a este proceso constituyente. Para el oficialismo será un mecanismo sectorial de democracia participativa que involucrará a la sociedad civil en la solución de la profunda crisis política y económica en la que el país se encuentra hace unos 3 años. Teniendo por objetivo también la institucionalización de las misiones, las comunas y los consejos comunales, el gran legado político y social de Hugo Chávez. Esperando que está sea una auténtica "bala de plata" que pacifique el país y resuelva los gravísimos problemas que enfrentan hoy los venezolanos (idealista, realista o ingenuo, juzgue usted).

La mayoría de los asambleístas electos son miembros del partido del oficialista  y muchos, figuras públicas cercanas al ejecutivo, como la Primera Dama Cilia Flores (a la derecha) y Nicolás Maduro Guerra (hijo del Presidente) y Diosdado Cabello, el nº2 en las filas del oficialismo (a la izquierda).

Por su parte, la MUD ha tenido como postura constante el desconocimiento y el rechazo a la constituyente negando su legitimidad y realizando numerosos llamados a boicotear la elección, manifestándose en las calles contra la constituyente, muchas de estas de manera violenta, desafiando la prohibición de las manifestaciones del gobierno vigente hasta mañana martes.

Para esta, el proceso constituyente no deja de ser una artimaña del gobierno de Maduro para perpetuarse en el poder, ya que ésta supuestamente tendrá un poder supremo sobre todas las otras instituciones del país, particularmente sobre la Asamblea Nacional, desde 2015 controlada por la MUD y la Fiscalía General, dirigida por Luisa Ortega, una chavista disidente.

Dato útil: de los 545 miembros de la ANC, 364 fueron electos de forma territorial y los 181 restantes serán escogidos en representación de ocho sectores seleccionados por el gobierno: trabajadores, campesinos y pescadores, estudiantes, personas en situación de discapacidad, pueblos indígenas, pensionados, empresarios y comunas y consejos comunales.

El CNE, considerado un órgano constitucional serio, fue cuestionado por permitir que los electores se sintieran amenazados por acciones disruptivas de la oposición, que votaran en otras mesas, y por hacer prácticamente imposible votar en blanco. La elección no contó con observadores internacionales independientes.

Institucionalidad quebrada

Y es que Venezuela pareciera estar llegando a un clímax en su largo proceso de polarización política en donde los diferentes sectores escasamente están dispuestos a un entendimiento. Siendo la huelga general de 48 horas de la semana pasada y la realización de una consulta popular, no vinculante, el símbolo de este profundo quiebre.

En esta consulta habrían participado unos 7 millones de personas, según sus organizadores (el grupo de oposición de la Asamblea Nacional). Se realizaron 3 diferentes preguntas en las cuales casi en su totalidad se mostraron: contrarias a la realización de “la constituyente”; a favor de exigir que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) respete la Constitución y respalde las decisiones de la Asamblea Nacional; y a favor de que se realicen elecciones generales.

Buscando así, no solo evitar la realización de la constituyente, sino desconocer la legitimidad misma del gobierno venezolano actual y las instituciones del Estado, en donde incluso han creado un "gobierno paralelo" con su propio programa de gobierno y Tribunal Supremo.


Un polémico sector de la oposición venezolana es conocido como La Resistencia, un movimiento nacido con las protestas contra el ejecutivo, que ha actuado como fuerza de choque ante los ataques de los militares o los policías. 

Todo esto bajo el contexto de la "Hora Cero", la nueva etapa, en donde esta busca aumentar la presión de las calles, en las instituciones y en la comunidad internacional, para demostrar que la sociedad venezolana se oponía a dichas elecciones y al actual gobierno.

Presión que no disminuirá, ya que la oposición venezolana ya ha convocado a nuevas movilizaciones para protestar contra la toma de posesión de la Asamblea Constituyente, considerando la pasada elección como un fraude total.

El gobierno, que en el pasado ha acusado a la oposición y a la Asamblea Nacional de promover una campaña de violencia y desestabilización que justifique una intervención internacional, ha rebajado su retórica, pasando de calificar al MUD y sus simpatizantes como “derecha fascista-terrorista”, a invitarlos al diálogo.


La Fiscalía informó sobre la muerte de 8 personas en las protestas durante la jornada de las elecciones, y en la oposición aseguran que son 14 personas, entre ellos dos políticos.

Una oferta difícil de tomar para una oposición que ha tenido que lidiar con un gobierno que, desde que la MUD controla el legislativo (diciembre 2015) ha buscado invalidar toda la actuación de la Asamblea Nacional y sus decisiones. Tampoco se sabe cuánto tiempo más la ofrezcan, dado el contexto de alta tensión actual. ¿Debieran rechazar la propuesta? ¿O a caballo regalado no se le miran los dientes?

Polarización, incertidumbre y diálogo

Aunque predecir lo que va a pasar en Venezuela es una ciencia muy incierta, es posible presenciar una nueva etapa en la polarización del país, en el cual las personas están estrechando su campo perceptivo y en donde se está generando una visión dicotómica y excluyente, entre "nosotros-ellos". Lo que está llevando a un quiebre del sentido común en donde posiciones rígidas e intolerantes reemplazan a la discusión, el diálogo o el debate.

Frente a una situación política en donde están reinando las pasiones, el rol de cabeza fría actualmente la está cumpliendo el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero quien el sábado pidió al ejecutivo venezolano "nuevos gestos" para retomar el proceso de negociación política con los opositores, iniciado en octubre e interrumpido en enero luego de que la MUD lo abandonara, acusando al gobierno de incumplir los acuerdos alcanzados.

Colombia, Panamá, Perú, Argentina, Brasil, México, Costa Rica, Suiza, Chile, España y Estados Unidos no reconocen los resultados de las elecciones para la Constituyente. En la foto el presidente colombiano Juan Manuel Santos, uno de los primeros mandatarios en mostrar su oposición al proceso constituyente.

Para que el diálogo pueda ser fructífero, es necesaria aún mayor claridad del propósito de la Asamblea Nacional Constituyente, más allá de la retórica, especialmente porque no hay claridad de cuánto durará, ni los límites o competencias que esta tendrá, ni siquiera el gobierno.

Comprender antes de juzgar

Para los que estamos desde “fuera” del conflicto, debemos estar atentos pero también ser cuidadosos. Debe ser rol de la comunidad internacional la búsqueda de una solución política, facilitando el diálogo entre aquellos sectores de la oposición y el gobierno que realmente quieren llegar a un acuerdo y no solo aquellos que buscan imponer su postura. A eso deberíamos apuntar en vez de castigar a unos o a otros.

Los medios de comunicación, por su parte, deben (debemos) buscar comprender la profunda crisis venezolana y no simplemente utilizar términos como "dictadura" o "represión", para referirse al gobierno y su actuación, al mismo tiempo de evitar el uso de términos como "guerra civil" y no especular sobre la posibilidad de una intervención militar. Sí, hay hechos objetivos que están sucediendo, y situaciones graves que no deben dejar de informarse, pero hay que ser lo más responsable posible con las palabras e interpretaciones (eso intentamos, al menos).

Es necesario que haya más empatía con la crisis y menos condena, más búsqueda de solución y menos especulación de conflicto. Buscar el acercamiento y dejar de alimentar la división, que en estos años poco les ha servido a los venezolanos, quienes están viviendo en carne propia esta crisis.

¿Consideras la Asamblea Constituyente como una solución válida? ¿Cuál crees que sería la mejor manera de llegar a un acuerdo en Venezuela?