Imagen: The Culture

A sus 11 años descubrió lo que faltaba en los libros del colegio (y así es como decidió cambiarlo)

Cansada de los libros protagonizados por niños blancos que le hacían leer en el colegio, Marley Dias comenzó a dar la pelea por encontrar más chicas como ella en los libros. En El Definido te contamos su historia.

Por María Victoria Coutts | 2017-10-02 | 17:43
Tags | Libros, niña, Marley Dias, #1000BlackGirlBooks, líderes.

Marley Dias, una niña de Nueva Jersey (EEUU) de apenas 12 años, se comenzó a preguntar hace un año dónde estaban los libros protagonizados por niñas como ella. Le encantaba leer, pero tenía un gran problema: no se sentía representada en los libros que tenía que leer para el colegioasegura que algunos de sus compañeros de curso tampoco, por lo que decidió iniciar una campaña.

“Comencé esto porque en mi clase de quinto grado sólo podía leer libros sobre chicos blancos y sus perros. Comprendí que mi maestro podía conectarse con esos personajes, así que nos pidió que leyéramos esos libros. Pero no me relacioné con ellos, así que no aprendí las lecciones de esas historias", aseguró Dias a The Guardian.

#1000BlackGirlBooks

A fines de 2015, con la ayuda de su mamá, Marley lanzó la campaña #1000BlackGirlBooks con el objetivo de recoger y donar, a escuelas y bibliotecas, 1.000 libros protagonizados por niñas negras. ¡Y lograron el objetivo!

En poco tiempo, Marley con la ayuda de mucha gente que quiso ayudar, logró reunir cerca de 9.000 libros que fueron donados a distintas escuelas del país.

Hoy Marley Dias es promotora de la diversidad en alfabetización y el próximo año lanzará su propio libro, donde será la autora y protagonista. En él mostrará a los niños cómo pueden convertir sus pasiones en acción y también promoverá la alfabetización y la diversidad.

"Estoy trabajando para crear un espacio en el que se sienta fácil incluir e imaginar a las chicas negras y hacer que las chicas negras como yo, sean los personajes principales de nuestras vidas", dice a Forbes.

Cuando grande Marley quiere ser editora de una revista, sin embargo, gracias a la campaña que inició, su sueño se está adelantando y logró escribir para la revista Elle, donde tiene un espacio especial. Incluso pudo entrevistar a Hillary Clinton.

Diversidad en los libros: una tarea pendiente

Todos los niños merecen libros en los que puedan verse a sí mismos y reflejados en el mundo en el que viven, sin embargo, según estadísticas del Centro Cooperativo de Libros Infantiles de EEUU (CCBC), de 3.500 libros infantiles encuestados en 2014, 84 fueron escritos por africanos o afroamericanos, y sólo180 tenían personajes africanos o afroamericanos. Afortunadamente, las cifras algo han mejorado y en 2016, 93 fueron escritos por africanos o afroamericanos y 286 tenían personajes negros.



CCBC


Esta es una preocupación de varios, no solo de una niña de 12 años, ya que en el CCBC, aseguran que aún hay un largo camino por recorrer antes de reflejar la rica diversidad de perspectivas y experiencias dentro y entre la raza y la cultura, en los libros para niños y adolescentes.

“Cada año vemos libros increíbles escritos por y sobre gente de color e indígenas. Pero no son suficientes. Cuantos más libros haya, especialmente libros creados por autores e ilustradores de color, más oportunidades tienen los bibliotecarios, maestros, padres y otros adultos de encontrar libros sobresalientes para jóvenes lectores y oyentes que reflejan dimensiones de sus vidas y ofrecen un entendimiento más amplio de quienes somos como nación”, aseguran en el CCBC.

¿Crees que en tu país debería aumentar la diversidad racial en los libros?

El peligro de una sola historia

Otra mujer que lucha por una causa similar, es la novelista nigeriana Chimamanda Adichie, quien advierte en esta charlaTED que si solo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave. ¿Por qué?

Adicie explica que comenzó a leer cuando tenía apenas cuatro años, y leía literatura inglesa o estadounidense. A los siete empezó a escribir… y por consecuencia, todos los personajes de sus cuentos eran blancos y de ojos azules, jugaban en la nieve y comían manzanas, cuenta.

Sin embargo ella nunca había visto la nieve, jamás había salido de Nigeria y no comía manzanas, comía mangos. Con los años, se dio cuenta de que escribía sobre cosas que nunca había visto y que eran muy lejanas a su realidad. Su infancia había sido influenciada por una sola historia.

Creció creyendo que las historias debían ser sobre extranjeros, con los que no podía identificarse. Todo cambió cuando descubrió a los autores africanos (aunque no había muchos), fue ahí cuando entendió que niñas como ella, de piel negra y pelo rizado, también podían existir en la literatura.

Ya estudiando en Estados Unidos, su compañera de pieza no entendía que alguien de África supiera hablar inglés tan bien (es el idioma oficial en Nigeria), que su cantante favorita fuera Mariah Carey y no escuchara música tribal. ¡Hasta se impresionó porque pensaba que Chimamanda Adichie no sabía usar una estufa!

“Me impresionó que ella sintiera lástima por mí, incluso antes de conocerme. Su posición por omisión ante mí, como africana, se reducía a una lástima condescendiente. Mi compañera conocía una sola historia de África, una única historia de catástrofe; en esta única historia no había posibilidad de que los africanos se parecieran a ella de ninguna forma”, dice Adichie.

¿Cómo son los libros que leías cuando niño? ¿Crees que faltó representación de algún grupo?