Imagen: César Mejías

¿Cuánto tiempo queda antes de que se acabe el petróleo?

El petróleo es un recurso no renovable y, tarde o temprano, nos veremos enfrentados a su total agotamiento. ¿Cuánto falta para ese día? ¿Cuánto tiempo queda? ¿Cuán urgente es la transición energética? ¡Aquí te lo contamos!

Por María Jesús Martínez-Conde | 2018-01-05 | 12:55
Tags | petróleo, energía, energía no renovable, energía renovable, combustibles fósiles, co2
El petróleo continúa siendo el principal combustible del mundo, representando un tercio del consumo global de energía.

Si hay algo que gran parte de los seres humanos del siglo XXI sabemos, es que el petróleo es un recurso finito. Manejamos en general los conceptos de energías “no renovables” (petróleo, carbón, gas natural) y “renovables” (energía eólica, solar, hidroeléctrica, etc.), y sabemos que el uso de combustibles fósiles –como el petróleo- contribuyen ampliamente al fenómeno conocido como “efecto invernadero”. Esto está provocando un cambio climático a nivel mundial, que puede llegar a ser muy perjudicial para nuestro planeta.

Pero hay varias preguntas que se nos vienen a la cabeza: ¿cuánto tiempo pasará antes de depender en un 100% de energías renovables?, ¿se sabe cuánto petróleo queda en el mundo? Y, quizás aún más importante, ¿seremos capaces de realizar la transición energética hacia energías renovables antes de que se nos corte la llave del llamado “oro negro”?

Esto es lo que averiguamos en El Definido.

Primero: ¿cuál es el origen del petróleo?

¿Qué diablos es esta sustancia negra-grisácea, oleosa y de fuerte aroma que se encuentra bajo la tierra? La verdad, existen varias teorías y, aunque no lo creas, no hay certeza sobre su origen, pero ésta es la respuesta de mayor respaldo científico:

El petróleo es la consecuencia de millones de años de descomposición de restos orgánicos, tales como plantas marinas y antiguos animales, depositados en rocas sedimentarias en el fondo del océano. La interacción entre estos restos, la temperatura, la presión y organismos microscópicos como las bacterias anaeróbicas, transformaron a antiguos pececillos y plantas prehistóricas, en sustancias como metano, dióxido de carbono y petróleo.

Y esto seguirá ocurriendo hasta el fin de los tiempos. Así que “petróleo eres y en petróleo te convertirás”. Aunque el proceso es demasiado lento (se estima que unos cientos de miles de años) para llegar al nivel de extracción y uso, por eso es prácticamente un recurso no renovable.

Y bueno, a inicios del siglo XX descubrimos que este líquido viscoso servía para generar energía, por lo que fue cosa de tiempo para que se convirtiera en uno de los principales combustibles a nivel mundial.

¿Cuánto petróleo queda en el mundo? ¿Cuánto tiempo podremos seguir explotándolo?

Como utilizamos el petróleo más rápido de lo que puede ser reemplazado por el natural proceso de descomposición, este se podría acabar. Sin embargo, desconocemos los datos específicos y sólo disponemos de estimaciones, desarrolladas por compañías mundiales tales como BP (antes llamada British Petroleum).

Este video de la BBC puede ayudar a entender de manera fácil el problema, que explicamos en detalle abajo (lamentablemente, está en inglés):

Antes de entrar en cifras, hay que tener algo claro: todas las proyecciones respecto a cuánto petróleo queda, se hacen en base a las “reservas probadas”, es decir, a aquel petróleo que los países tienen la certeza que se encuentra bajo sus pies, pues lo han detectado, cuantificado y saben que es posible de extraer a partir de tecnología existente. El problema, es que cada país dispone de maneras y técnicas distintas para medirlo. La cifra no es exacta, pero nos da una primera idea: quedarían 1.707 billones de barriles, lo que da para seguir explotándolo 50,6 años más.

Tranquilos, no es que nuestros hijos o nietos vuelvan a depender de las fogatas. El asunto es más complejo.

La cantidad de petróleo que existe en el planeta es muchísimo mayor que esta cifra, el tema es que por ahora no es extraíble, a causa de dos razones: es muy caro hacerlo o no existe aún la tecnología adecuada. Entonces, si la tecnología avanza (y todavía no se produce una transición masiva hacia energías renovables que todos deseamos), será posible explotarlo.

Este gráfico de la Administración de Información Energética de Estados Unidos, lo ilustra muy bien:

Nasdaq.
  • Celeste claro: petróleo que existe en el planeta.
  • Celeste: petróleo que es técnicamente extraíble.
  • Azul claro: petróleo que es económicamente rentable extraer.
  • Azul: reservas probadas de petróleo.
  • Rojo: producción acumulada de petróleo hasta la fecha (esto ya se sacó, ¡es poco respecto a lo que queda!).

Y aquí otra infografía desarrollada por el diario Expansión respecto a los datos, país a país:

Expansion.

¿Qué podemos concluir de esto? Que queda petróleo para un buen rato (no sabemos cuánto exactamente) y por ahora no hay problemas al respecto.

¿Y qué hay con el medio ambiente?

El petróleo por ahora no tiene obstáculos graves para ser explotado y su demanda sigue creciendo. Es más, este año su precio ha subido por encima de los 65 dólares por barril, el mayor desde 2015 (aunque siempre hay factores y proyecciones que también podrían variar este ascenso). Sin embargo, esta sólida mantención del recurso, no deja contentos a los ambientalistas, quienes abogan por una rápida y urgente transición energética hacia energías renovables. ¿Qué dicen los petroleros al respecto? ¿Tienen argumentos válidos que sustenten su explotación en el tiempo?

El principal argumento de las petroleras para continuar con el lucrativo mercado del oro negro, es, además de que aún dependemos enormemente de él, el constante avance de la tecnología. Están seguros de que esto no sólo permitirá extraer petróleo que por ahora no está al alcance de la mano, sino también evitar que su explotación y uso continúe emitiendo gases de efecto invernadero a tasas monumentales.

Sin embargo, esto aún tardará tiempo y lo más sensato que podemos hacer como humanidad, al cuidado del único planeta que tenemos, es comenzar con la transición hacia las energías renovables, para dejar de depender de un recurso no renovable y contaminante, y sobre todo, proteger a las generaciones venideras.

El panorama energético mundial

La pregunta que “viene de cajón” es, ¿y cómo vamos con eso?, ¿se ve un buen futuro para las energías renovables? Gracias al InformeÍndice de Rendimiento de la Arquitectura Energética Mundial 2017, desarrollado por el Foro Económico Mundial, podemos conocer algunos datos:

  • En marzo de 2016, por primera vez los niveles mundiales de CO2 se mantuvieron por sobre las 400 partes por millón durante un mes, lo que resulta altísimo y un record a nivel global; algunos lo catalogaron como una “nueva era” de realidad climática (y nos obliga a ponerle un “parelé” al petróleo).
  • Suiza es el país con uso más eficiente de la energía a nivel mundial, gracias a su combinación de diversas fuentes, un bajo consumo energético y bajas emisiones de CO2 en la producción de electricidad. Bahrein (en la costa este del Golfo Pérsico), en cambio, figura en el último lugar de la lista.
  • Pese a los últimos avances, Chile se encuentra en el número 40 de eficiencia, de un total de 127.
  • Los países más pequeños consumen energía de manera más eficiente.
  • Los mercados energéticos se están transformando hacia la sostenibilidad, y las energías renovables cada vez se llevan una porción más grande de la torta: la solar se duplica cada dos años; y la eólica cada cuatro. Al finalizar 2016, la capacidad de energías renovables a nivel global era de 2.017 GW, siendo la fuente principal la energía hidroeléctrica y luego la eólica y la solar. Además, actualmente la inversión en este tipo de energías limpias, corresponde al doble a las destinadas a combustibles fósiles.
  • El consumo de energía continúa creciendo en el mundo, sobre todo en los países emergentes y los mayores consumidores -India, Japón, Rusia y Estados Unidos- cada vez demandan más energía (mayoritariamente petróleo), a pesar de sus progresos y esfuerzos en infraestructura.
  • El petróleo continúa siendo el principal combustible del mundo, representando un tercio del consumo global de energía. Le siguen el carbón y el gas, para luego pasar a la primera fuente de energía no renovable, la hidroeléctrica. El siguiente gráfico desarrollado por World Enery Council, lo detalla:
Consumo comparativo de energía primaria en los últimos 15 años. Al 2015, el petróleo representaba un 32,94%, seguido por el carbón con un 29,2% y luego el gas con un 23,85%. Hydro, Solar, Nuclear y Wind, representan el porcentaje de la hidroeléctrica, solar, nuclear y eólica respectivamente. World Energy Council.

¿Qué concluye el informe? Pues que hay formas de mejorar la producción y el consumo de energía, siempre y cuando los países se comprometan con estrategias energéticas a largo plazo, inicien su transición hacia alternativas renovables y se invierta en áreas claves del mercado, incluso con participación privada. En esto, las cumbres climáticas de la ONU (especialmente París, COP21) tienen un rol fundamental en nuestra era.

Es hora de tomar los resguardos necesarios, pues si la transición histórica del carbón al petróleo tardó 50 años, ¿cuánto nos demoraremos nosotros en tomar conciencia?

¿Crees que la transición energética sucederá pronto en nuestro país?