No es que nos guste promover el desperdicio de comida. Por el contrario, tenemos casi un “magister” en artículos que buscan evitarlo (como estas recomendaciones, un listado de iniciativas, esta app, esta otra y esta organización).

Pero comerse algo descompuesto nunca es bien recibido, así que hay que estar atentos para evitarlo. Es por eso que en El Definido preparamos esta breve lista con algunas señales que deberías tener en cuenta, según el tipo de alimento, para saber si está realmente malo o no.

La fecha de vencimiento es solo un referente

Lo primero que hay que saber al respecto tiene que ver con la fecha de vencimiento de los productos. Si bien nos sirven como una guía, no siempre tenemos que considerarla como un indicador absoluto de si lo que estamos a punto de comer está malo o no.

En realidad, esta fecha sirve para hacernos saber cuándo es el momento óptimo para consumir dicha comida y aprovecharla en su mejor momento. Pero hay casos, como los huevos, en donde estos pueden durar hasta semanas después de la fecha de vencimiento (si son almacenados correctamente).

Como les explicábamos en otro artículo, las fechas sólo indican frescura, no que sea incomestible. Incluso para los productos que no necesitan refrigeración, podría no tener ninguna diferencia en sabor o calidad.

Tampoco se trata de comerse todo lo que está vencido, sin criterio. En este link, puedes encontrar otros ejemplos de cuándo comerte alimentos “vencidos”, como el yogurt, el chocolate o la leche.

¿Cuánto tiempo debería durar la comida en el refri?

La Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos tiene una guía sobre qué tanto duran los alimentos en el refrigerador o en el congelador. ¿Qué nos dice al respecto?

¿Qué señales me dicen que la comida está mala?

Huevos:una de las peores cosas que puede le pasar a uno, después de pisar algo mojado con calcetines, es enfrentarse a un huevo descompuesto. Lamentablemente, eso es algo que podemos comprobar con facilidad cuando los rompemos y vemos/olemos su interior, pero para ese entonces quizás ya le agarremos fobia a los huevos.

¿Qué hacer? Acudir a la la siempre confiable técnica de flotación.

Para esto hay que poner con cuidado un huevo en un bowl o vaso relleno de agua. Si se hunde significa que está fresco, mientas que si flota y se inclina hacia un lado, puede que esté medio viejito y deberías evitarlo.

Pescado:todos sabemos que un pescado que huela mal está podrido o no apto para el consumo humano, pero ¿cómo podemos saber si está fresco y delicioso? El chef estadounidense Ed McFarland dio a conocer algunas señales que hay que tener en cuenta en una entrevista para Forbes.

¿Cuáles son? Primero, que no huela a huevo podrido, pero eso ya lo sabíamos. Ahora, cuando vas a comprar un pescado entero, fíjate en que sus ojos se vean claros (y no muy amarillos, por ejemplo). Además, si no le han sacado las branquias, pon atención en que su color sea un rojo brillante.

Si está fileteado y lo tocas, la carne debería sentirse firme y, tras hundirse, tendría que volver a su forma original (es decir, que no quede una especie de hendidura en la parte en donde fue tocado, ya que eso es un signo de que no está muy fresco).

Pan: generalmente desechamos al pan cuando está duro, pero en realidad eso no significa que esté malo. El verdadero indicador de que sí lo está es la aparición del moho, el típico hongo de color grisáceo/verdecino que nos visita cada cierto tiempo para echar a perderlo todo.

Aunque está claro que casi nadie se comería un pan con moho, sí hay muchas personas que creen que cortándole “la parte mala” todo se soluciona. Pues les tenemos malas noticias, porque una vez que el moho se hace presente, significa que ya contaminó todo el alimento con su descomposición.

No es como que te vayas a morir por consumir moho tampoco, pero nunca está de más evitarlo, sobre todo porque en grandes cantidades puede provocar una serie de enfermedades que van desde complicaciones en el sistema respiratorio hasta infecciones urinarias. Ojo, que mientras más oscuro el moho, peor.

Fruta: aquí dependerá más o menos del tipo de fruta, después de todo, hay muchísimas. Pero por ejemplo, si es del tipo que no tiene cáscara como las cerezas o las frutillas y ves alguna señal de moho, deberás decirle adiós (y al igual que con el pan, no basta con cortar la parte que esté malita).

Ahora, si tiene una cáscara gruesa como las naranjas o los limones, deberás pelar la fruta antes de tirarla a la basura. Si el hongo no se ha esparcido a la pulpa, entonces está todo bien. Si no, ya sabes…

Y si está madurada de más, media “machucada”, nunca la botes. En el peor de los casos corta ese pedazo feo y hazla un rico jugo o mermelada.

¿Qué otras señales de que la comida está mala conoces?