Australia, la tierra donde todo es venenoso

Australia es la gran joya de Oceanía, pero concentra varias de las criaturas más venenosas del mundo. Sin embargo, más que una invitación a la tumba es simplemente un país con un lado salvaje incomprendido.

Por Bruno Carrillo | 2013-03-25 | 13:34
Tags | mundo, austrialia, viajes, animales, curiosidades
Hasta el ornitorrinco tiene dos espolones ponzoñosos en sus patas traseras.

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Desde los años de Cocodrilo Dundee y especialmente después de la muerte de Steve Irwin (el famoso Cazador de Cocodrilos que falleció luego de un pequeño altercado con una mantarraya), Australia se ha granjeado fama de ser un país donde casi todo en la naturaleza te puede matar. Si bien es conceptualmente correcto (en teoría hasta un espárrago te "puede" matar), a menudo se ha exagerado la letalidad de la flora y fauna australiana, por lo que ya es hora de ver objetivamente qué peligros hay y de paso aprender un par de medidas de seguridad si se está visitando el país.

Primero ¡A los hechos!

En Australia son miles los animales, insectos, arácnidos, criaturas marinas y plantas (sí, plantas) que tienen sustancias tóxicas para los seres humanos. Del top-ten de las serpientes más venenosas del mundo, al menos ocho son australianas, algunas de las cuales puedes encontrarte en el patio de tu casa si vives en la periferia de las grandes metrópolis. Pero no por vivir en la ciudad se está a salvo: hay varios tipos de arañas cuya picada puede ser mortal, además de hormigas (algunas saltan) y avispas. Tengo amigas que no han venido a Australia solo por las arañas, y a mí, si bien no soy aracnofóbico, en más de una ocasión me han hecho saltar y gritar como una damisela en apuros.

Como si fuera poco, Australia también tiene una plaga a nivel nacional de sapos de caña: anuros regordetes con dos glándulas de veneno a los lados de la cabeza. Se reproducen como conejos, son duros de matar y pareciera que no le tienen miedo a nada. A menudo para meterse a la piscina hay que desalojar a varios sapos y de noche no se puede andar en el patio a pata pelada para no pisarlos.

Al agua pato (ninja)

Si pensabas que tirándote al agua ibas a estar a salvo de estos peligros terrestres, piénsalo dos veces: si saltas a un río te puedes topar con cocodrilos (e incluso tiburones), y si vas a la playa y logras evadir las serpientes que se pasean por las dunas, puedes pisar un pez piedra al meter los pies al mar. Para tu suerte, "sólo" rankea quinto entre los seres marinos más venenosos.

Aun en los primeros metros de playa y rocas hay serpientes de mar, morenas agresivas (no confundir con mujeres poco amistosas de cabello oscuro, que pueden ser igualmente venenosas), moluscos que tiran arpones envenenados y el hermoso pero mortal pulpo de anillos azules (que se hizo famoso en la película de James Bond "Octopussy" en 1983). Yendo un poco más mar adentro hay tiburones blancos, mantarrayas y varios tipos de medusas, entre las cuales destaca el ser vivo más venenoso del planeta: la medusa conocida como la avispa de mar (box jellyfish, en inglés). Unos cuantos gramos de su veneno ¡son suficientes para matar 60 personas! Quienes sobreviven la picada pueden pasar semanas sufriendo dolores agudos por los remanentes de toxinas en el cuerpo.

Tiernos, pero mortales

Hasta el ornitorrinco, símbolo de Australia, junto al canguro y al koala, tiene dos espolones ponzoñosos en sus patas traseras. En cierto sentido, la fauna australiana es sumamente hostil y por lo mismo, evolutivamente tuvo que desarrollar métodos para protegerse del entorno. A menudo se ve urracas en la ciudad atacando a ciclistas que tuvieron la mala suerte de pasar cerca del nido, y cuando los niños en colegios salen de excursión a menudo usan cajas de helado en la cabeza para protegerse de los picotazos de estos temerarios plumíferos. Se dice que si una urraca te logra tumbar, se posa en tu pecho y va a por tus ojos. Como sacado de una película de Hitchcock, ¿no?

Aunque no es para tanto...

Y ahora la pregunta: ¿Cómo diablos, entonces, no va a ser Australia el país con la fauna y flora más mortífera del mundo? Precisamente porque es poca la gente que muere al año producto del veneno. Dependiendo de la fuente, los números de fallecimientos relacionados picaduras y mordeduras de animales, artrópodos, escualos, moluscos y plantas varían, pero en promedio son entre cinco y siete al año. Lo cual es una cifra bastante baja, comparándola con muertes por accidentes de tránsito en Chile, por ejemplo, donde según cifras de gobierno mueren cinco personas al día.

¿Ornitorrincos venenosos? Son relativamente pacíficos, y apenas interactúan con humanos. ¿Medusas, pulpos y caracoles mortales? Con medidas de primeros auxilios se puede sobrevivir sin mucho problema y las autoridades en las playas están alertas a cualquier accidente. ¿Tiburones y cocodrilos? No atacan a grupos de personas por lo general, y los lugares peligrosos están señalados en su mayoría. ¿Sapos, arañas e insectos venenosos? Los sapos y la mayoría de los insectos no son mortales para los seres humanos y hay antídotos para las picaduras de araña. ¿Serpientes? No tienden a ser agresivas, y con medidas de primeros auxilios se puede aguantar hasta llegar a una clínica, donde hay antídotos.

Técnicas de supervivencia

Ahora bien, esto no significa que las criaturas australianas no son peligrosas, por lo que siempre es bueno tomar precauciones. Si se va a hacer caminatas al aire libre, llevar calzado de trekking y ojalá calcetines gruesos o polainas, además de repelente de insectos. Conviene caminar haciendo ruido para espantar serpientes. Si no son provocadas, no tienden a ser agresivas y van a correrse del camino. Al final de la caminata es bueno revisarse detrás de las orejas y recovecos corporales para ver que no haya garrapatas o sanguijuelas. (Me contaba un guardaparques que a un pobre caminante le habían encontrado más de ciento veinte sanguijuelas pegadas al cuerpo en un día húmedo.)

En caso de una mordedura de serpiente, se aplica una compresa sobre la herida y la persona debe permanecer inmóvil mientras se pide ayuda. La presión ayuda a que el veneno no se propague rápidamente, y pueden pasar varias horas antes de que haya consecuencias fatales.

En el mar (donde la vida es más sabrosa) es bueno no meterse a pie pelado en pozas de roqueríos, y no tomar conchas o animalitos desconocidos con las manos. Si se va a nadar, hay que asegurarse de hacerlo en grupo y ver si hay advertencias en la playa. Si se quiere conocer el Gran Arrecife de Coral, lo más probable es que te den un traje a prueba de picaduras durante la temporada de medusas, y si por algún motivo llegaras a tener una picada, se recomienda tener vinagre a mano y lavar la herida con agua lo más caliente posible (45 grados Celsius es la norma). En el caso de la avispa de mar, es muy probable que haya que hacerle respiración boca a boca a la pobre víctima.

Como bien pueden atestiguar los miles de chilenos que viajan a Australia cada año y los más de treinta mil que viven en el país, esta gran isla es un lugar con una fauna y flora exuberantemente hermosas, playas paradisíacas, excelente calidad de vida y gente muy amistosa, y es un destino cien por ciento recomendable ya sea para estudiar, trabajar o simplemente conocer.